Un adverbio resume el 2025 del Bidasoa: casi. Se quedó a las puertas del subcampeonato, se quedó a las puertas de la final de Copa y se ha quedado a las puertas en cuatro ocasiones de tumbar a tres entre grandes grandísimos y gigantes del balonmano de Europa. Un año en el que el conjunto guipuzcoano ha tenido que tomar la lección de la obligación de levantarse de esos simbólicos golpes para seguir ganándose el pan de cada día en todas las demás plazas… hasta que vuelva a enfrentarse a otro gigante.

25 de febrero:

EHF European League: qué manera de quitarse la espina

En plena liguilla de la Fase Principal, el Bidasoa se quedó in extremis sin puntuar en Limoges (32-31), con un cuestionable siete metros final que dejaba sin premio al equipo de Álex Mozas, que visitaba al equipo de Jon Azkue tras cuajar una primorosa actuación en el Palau ante el Barça (32-30). La vuelta de aquel compromiso, con una brillante segunda parte ante el cuarto presupuesto de la Liga francesa (35-30), supuso la clasificación del Bidasoa a los cuartos de final como campeón de grupo, evitando la ronda intermedia para delirio de un Artaleku que colgó el cartel de ‘No hay entradas’.

Los jugadores del Bidasoa Irun celebran el triunfo ante el Limoges en Artaleku en la EHF European League Arnaitz Rubio

4 de marzo

Un poderoso mensaje desde Lisboa

Con el trabajo hecho y un grupo que fueran los que fueran los resultados en la última jornada, no vería variar sus posiciones, el Bidasoa viajó a Lisboa a jugar contra el Benfica un partido intrascendente que cargó de significado. Mozas llenó la convocatoria de jóvenes (12 de 15, vascos; con el eibartarra Mikel Zabala, 27 años, como más veterano de la lista) y estos dieron más que la cara en un partido que los lisboetas solo se llevaron en la recta final (33-30, con 11 goles de Asier Iribar) y que se convirtió en un mensaje cargado de futuro.

La plantilla del Bidasoa posa tras el partido de Lisboa ante Benfica en EHF European League CD Bidasoa

22 de abril

Una semana para soñar como en los 90

El día del 30º aniversario de la Champions League de 1995, el Bidasoa tuvo partido en Kassel (Alemania). No era un partido cualquiera, era la ida de los cuartos de final de la antigua Copa EHF, territorio inexplorado desde 2007. A diferencia de entonces, el conjunto guipuzcoano no cayó goleado contra el Melsungen: el equipo que dirige Erik Balenciaga, mermado, traería una exigua renta ante un Bidasoa que brilló en una segunda parte que fue cuatro arriba (17-21). Aquel resultado final (28-27) permitió que la afición bidasotarra volviera años después a albergar en su fuero el sentimiento de tener ante sí una gran hazaña europea. La que se escapó en cuanto la feroz maquinaria alemana abrió una vía de agua en el casco local (22-32), cuando el Bidasoa dominaba 8-6 en el minuto 15.

La afición del Irudek Bidasoa Irunm durante el partido de EHF European League ante MT Melsungen Iker Azurmendi

7 de junio

Derrota en la Copa: símbolo de un final exhausto

El final de temporada traería al Bidasoa una nueva oportunidad de hacer algo grande. La fase final de la Copa se disputaba en Artaleku, pero ni siquiera ese factor, que espera la construcción del nuevo pabellón, podría empujar tanto como para que el conjunto guipuzcoano entrara en la ansiada final. Y no lo hizo, de nuevo, por el canto de un duro. Derrotó al Torrelavega en la prórroga (31-28) y al día siguiente esperaba un Ademar que venía de jugar contra el Alcobendas de Plata (29-37). Dominaron los de Mozas gran parte del encuentro, pero en cuanto las fuerzas empezaron a flaquear, por mucho que los locales daban la cara, los leoneses forzaron la prórroga para llevársela (34-35) y dejar a los guipuzcoanos sin final ni Europa. Aquel resultado, unido a las últimas dos derrotas de Liga (si ganaba a Logroño, era matemáticamente europeo...) dejaba al Bidasoa al albur de la EHF. Si habría renuncias de otros países a plazas europeas…

El Irudek Bidasoa Irun pierde ante Ademar y dice adiós a la Copa Arnaitz Rubio

17 de octubre

Otro doloroso ‘casi’ en el Palau

El buen estreno europeo en Rumanía (33-34) llevó al Bidasoa directo al Palau Blaugrana, donde comparecía como líder y donde volvió a rozar la hazaña por segunda temporada consecutiva. En esta ocasión, aún más, ya que en el último minuto dispuso de un balón a puerta vacía para ponerse a un solo gol. La cita se saldó con una derrota que dejaba el mismo poso de orgullo amargo que quedaría tres días después tras el partido ante otro gigante como Flensburg en Artaleku (32-33). Ese poso del que tantas veces ha crecido el Bidasoa en su historia. Y tendrá que volver a hacer.

El jugador del Irudek Bidasoa Irun Nacho Valles, en el partido ante el Barça en el Palau Blaugrana Judit Cartiel / FC Barcelona

18 de noviembre

De nuevo, a la Main Round

La cuarta plaza en la Liga anterior y la disponibilidad de plazas permitió que el Bidasoa regresara a Europa. El sorteo de la eliminatoria de acceso a la Fase de Grupos de la EHF European League emparejó al Bidasoa con un histórico como el ABC Braga, al que derrotó para entrar en un grupo bien difícil: el campeón de las dos últimas ediciones como el Flensburg-Handewitt, un equipo rumano como el Potaissa Turda al que debía visitar en la siempre compleja primera jornada y el quinto clasificado de la última Liga francesa.

El jugador del Irudek Bidasoa Irun Esteban Salinas, en el partido ante el Flensburg alemán Jav Colmenero

De tener éxito ni mediar sorpresas, el Bidasoa sabía que las habas se las jugaría contra el Saint-Raphaël, como así fue: cayó 35-32 en una suerte de partido de ida, que remontaría en la vuelta con uno de los mejores partidos de lo que va de temporada (33-25). El que con una jornada de antelación, le valía para acceder a la Main Round e ir a Flensburg a pelear otro partido (38-35) en el que estuvo cerca (no tanto como en la ida), pero en el que presentó a Europa el proyecto Lurraldea Gara.

20 de diciembre

Un adiós con todos los frentes abiertos

El año de los casi terminó la víspera de Santo Tomás con un duelo contra Cuenca en Artaleku al que el Bidasoa volvió a llegar con las fuerzas en reserva y en la segunda parte evitó un disgusto. Consciente de la importancia de la Liga, donde llega al ecuador tercero empatado con el segundo, el equipo dorado ha sido capaz de acertar en todas las citas del séptimo clasificado para abajo, allá donde el año pasado se le fue la plaza europea.

El jugador del Bidasoa Mario Nevado, durante el partido contra Cuenca en Artaleku Iker Azurmendi

Mantener ese tono contra todos los rivales de la mitad baja de la tabla y sumar algún triunfo más contra los rivales directos por la segunda plaza le ayudarán al Bidasoa a ganarse el pan y asegurarse por tercer año consecutivo el billete europeo. Entremedias, volverán las citas contra gigantes europeos como el Montpellier y el Kiel. Cuatro oportunidades para conseguir gestas que el adverbio casi ha impedido en este 2025.