El Bidasoa Irun y Artaleku han destrozado al cuarto presupuesto de la Liga francesa. Una segunda mitad primorosa, después de una primera en la que la mayor virtud del equipo guipuzcoano fue saber aguantar, ha desarbolado por completo al Limoges cuyo juego y estrellas se han evaporado. Con estos dos puntos y la llamativa derrota de Benfica en Suecia (37-33), el Bidasoa se clasifica por primera vez para cuartos de final de la EHF European League. Con una jornada y varios minutos de antelación. Único clasificado por el momento junto a otro campeón de Europa como Montpellier. Casi nada.
La tarde en Artaleku, que fue una bombonera que colgó el cartel de No hay entradas pese al día y la hora, arrancó con el final del choque de Ystad: el conjunto sueco daba la campanada y derrotaba al Benfica. Tras el final doloroso de Limoges la semana pasada, se abría un horizonte para al menos ser segundos si el Bidasoa conseguía puntuar. Ganar era sinónimo de liderato.
Un arranque intenso de Limoges, que buscó jugar largo con permiso de los colegiados para tratar de que el dragón de Artaleku no se despertara, le dio las primeras ventajas. El equipo galo era el que más claro tenía que la contienda duraba 60 minutos. Al Bidasoa le podían jugar en contra las ganas acumuladas durante siete días y su colección de tiros marrados y balones perdidos daban fe de ello.
En defensa no conseguía amarrar a Nicolas Nieto, una de las cuentas pendientes de la ida: en el 6-6 del décimo minuto había anotado la mitad de los tantos. Fueron los mejores momentos del Limoges en Artaleku, los que le llevaron al 6-9, con el remate de la exclusión de Esteban Salinas.
El tiempo muerto del técnico local, Álex Mozas, templó gaitas y fue el comienzo de la clave de la primera mitad: era momento de contener ante un rival poderoso con los El-Deraa (suena para el Barça), Turchenko, Ivic, un Azkue de vuelta a casa, Yusuf Faruk, o el citado Nieto y Kusan en segunda línea, con un Slavic que empezó pletórico en su marco.
Primero, la escuadra guipuzcoana debía sujetar la inferioridad (1-1); después, sostener el pulso hasta el descanso. Y el Bidasoa lo hizo: el empate a 12 que firmó Pedro Pacheco y el siguiente 13-12 que ejecutó pocos segundos después, sumado a la delicatessen de Rodrigo Salinas —máximo goleador amarillo de la noche— para su hermano Esteban, dispararon la ilusión de Artaleku (14-12). Solo un gran lanzamiento de Turchenko igualaba la contienda para el descanso (15-15), al que el Bidasoa se iba con mejores sensaciones que en un arranque fallón.
Ficha técnica
35 - Bidasoa Irun (15+20). Maciel, Gey-Emparan (4), Rodrigo Salinas (6, 1 p.), Gorka Nieto (4, 1 p.), Boskos (4), García (4), Esteban Salinas (3); Faílde, Jevtic (2), Zabala, Furundarena, Mujika (1), Asier Iribar, Francisco da Silva, Pacheco (4), Asier Nieto (3).
30 - Limoges (15+15). Slavic, Ogando, El-Deraa (5, 2 p.), Hrstic, Nicolas Nieto (3), Yusuf (5), Guillaume (3); Ivah, Ivic (1), Kusan, Tokic, Turchenko (7, 2 p.), Azkue (1), Thuillier (3), Varela (1), Boiste.
Parciales. 3-3, 6-5, 7-9, 9-11, 11-12, 15-15; 19-17, 22-19, 24-21, 28-22, 31-26, 35-30.
Árbitros. Denis Bolic y Christoph Hurich (Austria), con Sinisa Rudic (Croacia) como delegado federativo de la EHF. Por parte del Bidasoa Irun, excluyeron a Esteban Salinas (14’26), Mujika (23’35), Francisco da Silva (40’05, 54’30); por parte del Limoges, a Hrstic (22’48), Kusan (43’58), Ivic (46’44).
Incidencias. Tercera jornada de la Main Round ante 1.824 espectadores en Artaleku, que colgó el cartel de ‘No hay entradas’. En el descanso, la sociedad Jostallu recibió un homenaje por su 75º aniversario.
Lección de defensa y portería
Con Francisco da Silva recuperado respecto a Huesca, en el eje de la zaga con Jevtic, pero sin Iñaki Cavero por problemas en la espalda, la segunda parte arrancó con las espadas por todo lo alto. Un mejor arranque, solo empañado por la lesión de un Gorka Nieto enchufadísimo, permitió al Bidasoa tomar una primera ventaja al marcar un parcial de 7-4 al único equipo capaz de ganar las dos primeras jornadas de la Main Round. Se empezaba a desdibujar.
El posterior golpe que se llevó Esteban Salinas (43’) contribuyó al lío en la pista, donde el Bidasoa volvía a fallar pases como en la primera parte. La superioridad por la exclusión de Ivic le dio buen resultado al equipo de Mozas (2-1) y, sobre todo, le aportó tranquilidad.
Tanto que a falta de un cuarto de hora, el primer gol de la noche de Asier Nieto suponía una renta de cuatro goles por primera vez para uno de los dos equipos en los dos choques. Era el momento de la verdad: de rematar al rival, de demostrar ante todo un equipazo que la lección del Palau y de Limoges estaba aprendida.
Artaleku se queda pequeño
Y vaya que si lo estaba. En volandas por un Artaleku inconmensurable, los cuatro goles se han convertido en ocho en una recta final a la que el Bidasoa había llegado tras un tiempo muerto en el 55’ (31-26). En el peor de los casos, el empate garantizaba el segundo puesto antes de volar a Lisboa.
No hizo falta. Ni la última jornada ni los últimos minutos del choque de anoche, en el que Mozas dio entrada al joven portero David Faílde, con ovación a un espectacular Leo Maciel, y a Asier Iribar en la primera línea.
El Bidasoa pone un gran broche a la Main Round, que deja en anecdótico el amargo final de Limoges solo siete días antes, y mientras espera rival de cuartos (¿Toulouse? ¿Kiel? ¿Melsungen del zarauztarra Erik Balenciaga?), le da margen para centrarse en el pan y la mantequilla: la Liga Asobal.