El Irudek Bidasoa Irun rozó la hazaña contra el Flensburg, líder de la Bundesliga y campeón de la competición, contra el que solo unos pocos errores en el peor momento, en el que su rival ya no falló, le dejaron sin siquiera un punto que hubiera puesto patas arriba el grupo A (32-33).

Con los ecos del partidazo del Palau, la grada de Artaleku asistía con expectación a cómo se comportarían los suyos ante otro gigante continental como el Flensburg, campeón de las dos últimas EHF European League. Y lo hizo dando continuidad a la imagen que ofreció en Barcelona.

Eso exigía corregir de pleno el ineficiente arranque de hace cuatro días. Y los de Álex Mozas así lo hicieron.

Defensa 6:0

Consolidados en el 6:0 con Jevtic y Peciña en el centro, los guipuzcoanos querían sujetar al Flensburg, habituado a vivir en alturas cercanas a los 40 goles. Casi dos minutos precisó Lasse Moller para estrenar una cuenta que la parte local inauguró mediante Dariel García en el cuarto minuto.

Ambos equipos ofrecían más errores (algunos por mérito del rival) que aciertos, y ahí supo atemperarse el Bidasoa con Mario Nevado como estilete.

Una escuadra como Flensburg, que compareció con catorce jugadores en la convocatoria (pero qué jugadores...), es un equipazo por su capacidad de liquidar al rival en el momento más inesperado y la exclusión de Jevtic era la primera prueba con 3-4. Los guipuzcoanos superaron la inferioridad sin ceder más terreno y Artaleku empezaba a calentar.

Más cuando los dorados voltearon el 3-5 al 6-5, con Nevado, Esteban Salinas y Valles como realizadores ante una defensa que, con internacionales como Golla y Blagotinsek, no hacía prisioneros.

El apoyo de la grada

Una nueva racha, en este caso, visitante, puso el 8-10 para los de Ales Pajovic. El público guipuzcoano, consciente de que los suyos estaban ante otro momento delicado con la exclusión de Nevado y el cambio de guardia en la primera línea (entraron Nieto, Mujika y Díaz), aplaudió a los suyos.

Y estos respondieron en los más de diez minutos hasta el descanso. Maciel entró por Skrzyiarz y aportó cinco paradas y los irundarras volverían a adelantarse gracias a Tuà (minuto 22, 12-11) en un partido en el que todos encontraban sus huecos.

Flensburg le dio la vuelta y volvió a amagar con irse (min. 28, 15-17), pero otra reacción de los guipuzcoanos dejó el empate al descanso y algo pocas veces visto en un coliseo exigente como Artaleku: el público de pie para despedir a los suyos.

Había motivos y sobre todo razones para soñar. El conjunto local se retiraba tras una de las primeras partes más regulares de la temporada, la más correcta en el sentido amplio y mejor del adjetivo, y una fulgurante reanudación, con Dariel García brillante, confirmaría esos presagios (min. 35, 22-18).

A punto de la épica

Habida cuenta de que los de Mozas acostumbran a mejorar prestaciones en la segunda parte, la contienda tenía todos los visos para convertirse en épica. Y pese al desenlace, así fue.

En un partido de los que hacen afición de verdad y en el que solo faltaban chocolatinas volando en Artaleku para ser de los años 90, al Bidasoa no le temblaron las piernas cuando el Flensburg, que vio peligrar el choque (probó a atacar con siete, hizo dos cambios de portero...), se puso 23-22 (min. 40) y en otros diez minutos primorosos, tanto en defensa como en ataque, los irundarras marcaron el 30-26.

Y ahí empezó el lunar de la noche local. Pequeño, con errores contados y con una exclusión de Dariel García tan cuestionable como esperable en estos choques ante gigantes, pero suficiente para que una infalible máquina se fuera al 30-32 que coronó un astro como Simon Pytlick en ocho minutos sin gol local. Suficientes para romper los planes del equipo irundarra, muy reconocido por su afición. Suficiente para que los visitantes y su galaxia de estrellas mantuvieran su imbatibilidad este curso, aunque fuera con su victoria más exigua (32-33).

Próximas citas

A la vuelta del parón, los guipuzcoanos se jugarán las alubias con el Saint-Raphaël, que arrolló al Potaissa Turda (42-24). Antes de todo eso, deberá cerrar este primer gran ciclo ante el Guadalajara este sábado en Artaleku (19:30 horas). Pese al brillo de Europa, la Liga Asobal sigue siendo primordial.