El avance sin control de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) no es ninguna leyenda urbana. Desde la mayor unidad de Enfermedades de Transmisión Sexual de Euskadi, se constata el despegue descontrolado de estas infecciones. El número de personas, sobre todo jóvenes, afectadas por sífilis, gonorrea o clamidia, entre otras, no deja de crecer y alcanza en estos momentos la mayor cifra de los últimos años. Lo certifican las doctoras Josefina López de Munain y María Jesús Barberá, que dan fe de estas infecciones emergentes desde un servicio que atendió el año pasado unas 4.000 consultas. “En los últimos cinco años, las tasas de incidencia de la gonorrea en el País Vasco se han multiplicado por tres, y las de clamidia por 2,5. También se ha multiplicado la sífilis. Pero esto es algo generalizado”, asegura López de Munain desde esta unidad de referencia.

Ante esta situación, la primera estrategia es insistir en la prevención y, por eso se llevan a cabo programas de cribado. “Las ITS no siempre presentan sintomatología y, por eso, es importante tratar de buscarlas cuando una persona es susceptible de sufrir una infección sexual. Detectarlas a tiempo permite, por una parte, tratarlas precozmente y evitar complicaciones, y evitar la transmisión a otras personas. Cuanto antes se haga el tratamiento, antes cortamos la cadena de transmisión porque esto se multiplica y así evitas la dispersión”, destaca la infectóloga María Jesús Barberá.

Estas enfermedades afectan a la población sexualmente más activa. Por ello, López de Munain aclara que el control de las ITS se ha vuelto cada vez más complejo. Así, apunta que las causas de la explosión de casos son variadas. “Desde el inicio más precoz de las relaciones sexuales, a la mayor facilidad para mantener relaciones ya que, por ejemplo, en las aplicaciones de ligue se pueden conseguir contactos sexuales con gran facilidad”.

Para evitar problemas, es fundamental una sexualidad responsable y practicar sexo seguro, una máxima que se difunde desde esta Unidad de Infecciones de Transmisión Sexual, que forma parte del Servicio de Enfermedades infecciosas del Hospital de Basurto. “En general, las ITS han aumentado en todos los grupos, tanto en gais como en heterosexuales. Pero la mayor incidencia se produce entre hombres que tienen sexo con hombres, aunque los menores de 25 años son una población de alto riesgo, independientemente de sus preferencias sexuales”, subraya López de Munain, abundando en que la prevalencia es mayor entre los hombres homosexuales, pero también se ven muchos jóvenes, adolescentes y heterosexuales afectados por estas patologías.

Patología según la práctica

“Según los grupos, la frecuencia de las infecciones también tiene variaciones. Por ejemplo en población joven heterosexual, la clamidia es especialmente común. Sin embargo, en hombres homosexuales es más frecuente la gonorrea o la sífilis”, apunta Barberá.

No obstante, las expertas hacen hincapié en que, a pesar de que “hay un incremento real, gracias a la implementación de programas de cribado también hay una mayor detección en personas sin síntomas. Porque además de transmitir, también son susceptibles de que esta infección pueda complicarse”.

“Hoy en día gracias a la implementación de cribados a población asintomática detectamos mayor número. Y también los sistemas de notificación van mejorando y la recogida de la información es mejor que hace una década”, subrayan.

Cualquier persona con dudas tiene abierta la posibilidad de hacerse un cribado libremente. Y es que la unidad atiende principalmente a pacientes con clínica, pero ofrece programas de screening específicos para personas asintomáticas que corre a cargo de Enfermería.

De hecho, cualquier ciudadano tiene acceso a esta unidad, independientemente de la edad o el sexo. “El motivo principal por el que una persona consulta es que tiene síntomas que cree pueden obedecer a una ETS, pero también otro motivo importante es por ser contacto sexual de alguien que ya ha sido diagnosticado. Y la tercera razón es hacerse un cribado porque creen que, por sus prácticas sexuales, pueden estar expuestos”, aclara López de Munain, especificando que aunque el perfil del afectado corresponde fundamentalmente a un paciente joven, “tenemos pacientes de setenta y tantos años con ITS”.

En la Unidad, las personas piden cita previa sin necesidad de ser derivados por ningún otro profesional. “No hace falta tener un volante ni ir al médico de cabecera. De hecho, al 40% de los que vienen no les ha mandado ningún profesional sanitario, vienen espontáneamente”, aclara. Sobre el tratamiento, las doctoras destacan que algunas dolencias se solucionan fácilmente y otras, como el VIH, son más complicadas. “Las causadas por bacterias tienen tratamiento, pero hay otro problema muy preocupante que es la resistencia a los antibióticos. Hay algunos gérmenes, y la gonorrea es un ejemplo, que se han ido haciendo resistentes a los antibióticos. Y por eso la gonorrea se tiene que tratar por vía intramuscular porque ya no hay un tratamiento efectivo por vía oral. Y este es un problema bastante serio”, afirma Barberá.