El colectivo animalista ATEA denunció ayer un posible caso de maltrato animal por las supuestas “malas condiciones” que ha detectado en un grupo de perros de caza que viven en jaulas y “desatención” en Arrasate. Según relata, los perros están en un recinto cerrado, en “una especie de jaulones” construidos con material de construcción y enrejados, donde “conviven con sus propias heces” y cuencos para agua “frecuentemente vacíos”, de manera que “algunos vecinos” les echan a veces botellines de plástico agujereados.

Al menos dos de los canes presentan “numerosas calvas” por todo el cuerpo “visitadas por numerosas moscas” e incluso se puede ver cómo una hembra tiene “un gran bulto” en la zona mamaria, lo que pone de manifiesto que “no reciben el tratamiento veterinario exigible por ley” ni en condiciones adecuadas.

ATEA afirma que esta situación “incumple la normativa vigente” aprobada en junio pasado y cita concretamente numerosos artículos de la misma que evidencian su vulneración.