"No pienso demasiado en las marcas. Una txapela más o menos no indica el nivel de cada pelotari. Hay cosas más importantes y más difíciles de controlar que una txapela. Si piensas demasiado en eso, te obsesionas. Es mejor centrarse en el día a día”, desbroza Jokin Altuna aún con la resaca de su octavo título en Primera, el del Manomanista que logró el domingo ante Unai Laso.
Sobre los límites, a su vez, opina que “no me gusta pensar en esas cosas. Estoy a gusto y me toca disfrutar. Todavía soy joven y quiero seguir mejorando. Lo que más me gusta es entrenar. Sé que llegará un día en el que físicamente entraré en una edad en la que no se mejora. Quiero aprovechar. Me quedan todavía unos cuantos años buenos”. Sin embargo, es inevitable echar un vistazo a su palmarés, un dechado de virtudes.
Con 28 años recién cumplidos –los hizo en marzo– suma su tercera txapela de la modalidad reina tras las conquistadas en 2018 ante Aimar Olaizola (22-14), 2021 ante Beñat Rezusta (22-5) y la de Unai (22-5), en cinco finales. De este modo, alcanza en el listado histórico a Patxi Eugi (1996, 1999 y 2000) y Miguel Gallastegi (1948, 1950 y 1951). Palabras mayores. A un título quedan Aimar Olaizola (2005, 2007, 2012 y 2013), Rubén Beloki (1995, 1998, 1999 y 2001) y Atano III –si se contabilizan los cetros reglados– (1940, 1942, 1944 y 1946). Por delante están Juan Martínez de Irujo (2004, 2006, 2009, 2010 y 2014), con cinco; Juan Ignacio Retegi (1969, 1970, 1972, 1973, 1974 y 1975) e Hilario Azkarate (1960, 1961, 1962, 1964, 1965 y 1967), con seis, y el inalcanzable Julián Retegi, con once (1980, 1981, 1982, 1983, 1984, 1985, 1986, 1987, 1988, 1990 y 1993). “Es algo que se quedará ahí por los años de los años”, analiza el propio Altuna III.
Récords de precocidad
De todos ellos, solamente dos superan en precocidad al amezketarra: Beloki y Azkarate. El Látigo de Burlata fue durante 21 largas campañas el manista más joven de la historia en hacerse con la txapela más preciada del panorama, con 20 años, pero su récord lo devoró Iker Irribarria en 2016, con apenas 19. En 1999 conquistó su tercer reinado y tenía 25 años. En el caso del elorriotarra, su tercer Manomanista le llegó con 27, en 1962. Retegi II y Martínez de Irujo, entretanto, están a la par de Altuna.
El amezketarra, no obstante, afila su palmarés con un tránsito sobresaliente en el Cuatro y Medio, modalidad en la que acumula ocho finales consecutivas (desde 2016 en adelante) y cuatro entorchados (2017, 2020, 2021 y 2023). En la jaula, ya dispone de números de leyenda. Empata a finales con los más prolíficos: Olaizola II, Patxi Eugi y Juan Martínez de Irujo; tiene los mismos títulos que Retegi II (1989, 1990, 1991 y 1992) y solamente queda por delante el de Goizueta, con siete (2002, 2004, 2005, 2008, 2011, 2012 y 2013). La cuarta txapela del actual responsable técnico de Baiko Pilota le llegó con 29 primaveras recién cumplidas. Jokin lo logró el pasado noviembre, con 27 en el cuentakilómetros.
Altuna III alcanzó la Triple Corona en 2022 con la consecución del Campeonato de Parejas junto a Julen Martija. “Es el campeonato más complicado, porque es muy largo y entran muchos factores en juego durante los cuatro meses de competición”, reflexiona siempre el delantero de Aspe. Forma parte del selecto club en el que también se encuentran Retegi II, Fernando Arretxe, Olaizola II, Martínez de Irujo, Abel Barriola, Mikel Urrutikoetxea y Oinatz Bengoetxea.
La calzada de los gigantes
Con los datos en la mano, cabe reflexionar sobre la importancia del amezketarra no solo en la pelota a mano actual, que domina con puño de hierro con quince finales y ocho títulos en diez años en activo y con gran solvencia para entrar en la fase de semifinales –en 21 de sus 29 campeonatos en Primera–, sino en la historia. El caso es que Altuna III es el cuarto pelotari con más títulos, apenas superado por los tres gigantes: Julián Retegi, Aimar Olaizola y Juan Martínez de Irujo.
En total, el legendario delantero de Eratsun llega a las 20 txapelas (las once del Manomanista, cuatro del Cuatro y Medio y cinco del Parejas), marca que se antoja prácticamente imposible de batir. Los registros del goizuetarra y del de Ibero son más cercanos. Aimar posee catorce títulos (cuatro del Manomanista, siete del Cuatro y Medio y tres del Parejas) y Juan, trece ( cinco del Manomanista, tres del Cuatro y Medio y cinco del Parejas). Juntos suman 27 txapelas de las 40 que hubo en juego mientras estaban los dos en activo. En 33 finales de esas 40 estuvo, al menos, uno de los dos gigantes. Altuna III va tras la estela, hambriento.