Reconoce Julen Martija que ha hecho un Campeonato de Parejas de menos a más. Una vez recuperada la confianza tras las cuatro derrotas iniciales, el de Etxeberri ha ido sumando actuaciones de mérito. En su cuarto Parejas con Jokin Altuna, el navarro espera repetir el éxito de 2022, cuando ganaron la txapela ante Laso-Imaz (22-20). El de Sakana elude el papel de favorito y lanza a Peio Etxeberria y Zabaleta el guante. El Navarra Arena dictará sentencia este domingo.

Es su tercera final del Parejas.

—¡Quién me lo iba a decir! Ganar dos txapelas era algo increíble, pero he llegado a otra final más. Nunca imaginé estar donde estoy. Ahora sí que te lo vas creyendo un poco. Si llegas a las finales es por algo, ¿no? Me estoy preparando bien para dar todo lo que tengo. Estoy en un buen estado de forma.

Es momento de poner en valor su rol como pelotari. Siempre se habla de los pegadores, pero aspira a su tercera txapela. Es una figura. No sé si cree que se ha sido un poco injusto con usted.

—Alguna vez. Intento no pensar en ello ni entrar en polémicas. A los pegadores se les da mucho bombo, porque destacan y el golpeo es muy vistoso. Hay otro tipo de zagueros, no solo yo, que no tenemos esa pegada, pero sí que hacemos otras cosas muy bien. Cada uno intenta sacar sus cualidades. Se está viendo que estamos llegando a las finales.

A las que acceden los mejores, desde luego.

—No es nada fácil. En los momentos clave hay que estar ahí. Llegar bien al final es complicado. Soy mentalmente bastante fuerte. Estoy contento de estar en otra final y, sobre todo, de seguir arriba y mantenerme tanto tiempo.

“Peio jugó una barbaridad en sus dos partidos en Gasteiz contra nosotros. No somos los favoritos”

Ha sido un Parejas de menos a más. En una de las primeras elecciones de material, comentaba que los entrenamientos estaban siendo buenos, pero que luego no salían las cosas.

—La clave era seguir y olvidar lo que había pasado. Normalmente, soy muy positivo, pero cuando pierdes partidos y los resultados son abultados, la cabeza sufre. Me costaba, porque de blanco no tenía confianza. Me he recuperado poco a poco. Intento mantener la ilusión de seguir trabajando a tope. No soy un portento físicamente, pero trato de trabajar a tope siempre para mostrar todas mis cualidades. Lo importante es no perder la ilusión.

Para no ser un portento físico, destaca en los partidos duros.

—Sí. Se me suelen dar bien. Me recupero bien de los tantos duros. En las segundas partes me siento a gusto. Físicamente estoy bien preparado.

Lleva mucho tiempo con David Domínguez. El trabajo está rodado. 

—Si necesito mejorar, lo hablamos. Nos conocemos a la perfección. He tenido baches físicos, pero la mayoría han sido mentales, de confianza.

Habla de agujeros psicológicos. ¿Cómo se combaten?

—Nunca he recurrido a nada externo. Siempre intento pensar en positivo, pero es inevitable pasar momentos malos. Intento apoyarme en mi pareja, con la que vivo, o en mi familia y entorno. Entre semana trato de evadirme de la pelota y centrarme en el día a día, en vez de darle vueltas a las cosas. Trato de tirar para adelante con los consejos que me dan y las buenas sensaciones en los entrenamientos.

Iñaki Porto

¿Cuida el tema de la alimentación?

—Sí, pero no soy obsesivo. No llevo una dieta a rajatabla. Como de todo, pero entre semana no meto cosas nocivas. El fin de semana, después de un partido, puedo comer otro tipo de alimentos.

Hace un año quedó eliminado en la primera fase del Parejas junto a Joseba Ezkurdia, con quien ganó la txapela de 2020. Fue un mal campeonato. Ahora vuelve a sonreír.

—Lo pasé muy mal. La mano fue un problema. No hice carrera con ella. Soy un pelotari que ha tenido pocos problemas de manos. Eso sí, cuando tengo la mano mal, la cabeza me hace click. Lo pasé fatal. Se me cargaba la zona y no podía entrenar. Me pasaba la semana sufriendo. Este año estoy con las manos perfectas y eso me da confianza. Estoy disfrutando.

Ganó los títulos de 2020 y 2022. En 2024 está en la final. Lo suyo son los años pares. 

—Ya me lo han dicho más de una vez (risas). Estar en tres finales en cinco años es algo enorme. Si pudiera mantener esta racha, sería increíble. Esperamos ponerle la guinda.

Conoce muy bien a Jokin Altuna. ¿Qué le transmite en un campeonato largo?

—Lo principal es que es el delantero que más juega y hace jugar. Lo más importante en una pareja es la confianza que te da. Me hace estar tranquilo y me hace ser mejor. Tenemos una relación muy buena. Jugamos sin presión y disfrutando.

“A los pegadores se les da mucho bombo, pero hay otro tipo de zagueros que también hacemos muchas cosas bien”

¿El Navarra Arena puede beneficiar a Zabaleta?

—He jugado poco, pero diría que es un frontón rápido; sobre todo, en los cuadros largos. La pelota viene como un tiro. Contra un pegador ya sabes lo que te va a tocar. Es exigente, pero nosotros necesitamos un frontón rápido para nuestro juego. Tenemos que intentar aprovechar todas las oportunidades. Debemos poner el ritmo, porque si no, si José Javier está tranquilo, tendremos muchas dificultades.

Vestirá el mono de trabajo.

—Lo llevo puesto desde hace 17 jornadas. Me tocará estar detrás de Zabaleta mucho rato. Lo tengo asumido. Estoy con confianza y con ganas de jugar ese partido.

¿Ayuda a afrontar el encuentro que los pelotazales estén otorgando todo el protagonismo a Altuna III y Zabaleta como estrellas de la final?

—Muchas veces, sí. No me gusta estar en el centro de la conversación. Prefiero estar en segundo plano. Es como el tema del favoritismo. Cuando uno es favorito es peor, porque le das más vueltas a la cabeza. A mí no me importa para nada que el protagonismo recaiga en otros pelotaris. Intento evadirme de eso y en hacer bien lo mío. No le doy vueltas.

“Llevo puesto el mono de trabajo desde hace 17 jornadas. Me tocará estar detrás de Zabaleta”

A pesar de que Peio Etxeberria y Zabaleta han ganado los dos precedentes (19-22 y 14-22), el de Zenotz les colocó como favoritos al título por aquello de haber ganado la txapela hace dos campañas.

—Si nos han ganado es por algo. Etxeberria jugó una barbaridad en sus dos partidos en Gasteiz. Tenemos un partido dificilísimo. Para nada diría que somos favoritos. Veo una final abierta y complicada. Tenemos que hacer las cosas muy bien.

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De hecho, Peio Etxeberria reconoció que sus dos mejores duelos del Parejas han sido contra ustedes y que, incluso, el mejor de su carrera fue el de las semifinales.

—Jugó una auténtica barbaridad. Le salió todo. No hice un mal partido, pero Peio entró a todo y puso el ritmo. Por eso digo que tenemos que llevar nosotros la batuta. Si lo hace él, es muy difíciles aguantarles. Es muy vivo. l