Cuando los osos/as trepan sin decoro a la cúspide del madroño guarnecidos de engreimiento, jactancia, altanería y petulancia, se avecinan malos tiempos para la ética, la estética, la lírica, la dignidad, el respeto, la comprensión, la compasión y la misericordia; en síntesis, para el humanismo