El último título conquistado por la Real Sociedad, la Copa que se adjudicó en la final ante el Athletic en el estadio sevillano de La Cartuja aplazada un año por la pandemia del covid-19, no queda tan lejos. Fue concretamente el 3 de abril de 2021, una fecha que quedará grabada para siempre en la historia del club txuri-urdin. Es decir, sólo han transcurrido algo más de cuatro años y medio.
Pero desde entonces han pasado muchas cosas en la Real. De tocar el cielo, en el plano deportivo, con este título, logrado 34 años después del anterior (precisamente la Copa, en 1987), y con las cinco clasificaciones consecutivas para disputar una competición europea, una Champions League incluida, de la mano de Imanol Alguacil, se ha pasado a pelear por no descender. Un infierno al que, obviamente, no se quiere volver a caer tras abandonarlo hace ya más de 15 años.
Crisis deportiva
Esta debacle en el plano deportivo, además, ha dejado por el camino a dos entrenadores. Al laureado Imanol Alguacil, que decidió dejar el club el verano pasado para no hacerse más daño, una vez que se dio cuenta de que era complicado obtener más rendimiento de una plantilla que le había dado prácticamente todo; y a Sergio Francisco, la apuesta personal del presidente de la entidad realista, Jokin Aperribay, y la nueva dirección deportiva liderada por Erik Bretos.
Tras la derrota liguera en Anoeta ante un Girona en puestos de descenso el pasado viernes 12 de diciembre, el Consejo de Administración de la Real tomó la decisión de destituir al técnico irundarra, que apenas había permanecido como técnico del primer equipo unos meses, con el propósito de acabar con la depresión en la que se había visto envuelta la afición blanquiazul. Ahora deja todo en manos de un técnico foráneo, Pellegrino Matarazzo, “un valor seguro”, en palabras de Jokin Aperribay.
Uno de los motivos
Una de las razones que pueden explicar esta crisis deportiva reside en el desmantelamiento que ha sufrido el plantel txuri-urdin desde que alzara la Copa. Un equipo plagado de jugadores que, si no lo eran ya, se han convertido en estrellas en algunos de los casos.
Cabe reseñar que del once titular que alineó esa gloriosa noche del 3 de abril, solo tres forman parte en la actualidad de la plantilla blanquiazul: el capitán Mikel Oyarzabal (aquel día ejerció esta función sobre el terreno de juego al haberse lesionado Asier Illarramendi), el portero Álex Remiro y el central Igor Zubeldia.
Cinco jugadores en la actualidad
Aunque en total son cinco los futbolistas de la actual Real que jugaron en la final para siempre porque, además de los tres que salieron de inicio en el duelo frente al Athletic de Marcelino, también participaron otros dos realistas. El extremo Ander Barrenetxea salió al campo al final, en el minuto 88, en lugar de Portu, mientras que el defensa Aritz Elustondo lo hizo en el tiempo de descuento, en el minuto 93, en detrimento de Andoni Gorosabel.
Asimismo, los cinco integrantes que hoy en día siguen en la Real, de los 15 que jugaron aquel recordado día, son guipuzcoanos.
LOS PROTAGONISTAS
Álex Remiro. El portero navarro es uno de los titulares de la final que aún se mantienen en la plantilla de la Real.
Andoni Gorosabel. El lateral arrasatearra abandonó la disciplina txuri-urdin el verano de 2023 para recalar en el Alavés por una sola temporada, a cambio de 1,5 millones de euros. Al término de ese curso firmó por el Athletic, donde permanece en la actualidad.
Igor Zubeldia. El central azkoitiarra es otro de los jugadores que formaron de inicio en La Cartuja que siguen en la Real.
Robin Le Normand. El central francés fue traspaso al Atlético de Madrid en el mercado estival de 2024 por una jugosa cantidad cercana a los 35 millones de euros más otros 5 en variables.
Nacho Monreal. El defensor navarro colgó las botas al término del curso 2021-22, un año después de la final, al sufrir, a sus 36 años, una grave lesión de rodilla.
Martin Zubimendi. El mediocentro donostiarra se convirtió el pasado verano en el traspaso más rentable de la historia de la Real al recalar en el Arsenal por 66 millones, 6 más que su cláusula.
Mikel Merino. Un año antes ya había fichaje por el club inglés el centrocampista navarro, que dejó en las arcas del club realista 32,5 millones más otros 5 en variables.
David Silva. El centrocampista grancanario también abandonó la práctica deportiva tras vestir la camiseta de la Real por una grave lesión de rodilla en 2023.
Portu. El atacante murciano salió de la entidad guipuzcoana en 2022 cedido al Getafe con una opción de compra, aunque al finalizar la campaña fichó por el Girona.
Alexander Isak. El traspaso del delantero sueco al Newcastle en 2022 generó casi 83 millones de euros tras los 70 millones fijos pactados, además de 5 millones más en variables, y los cerca de 8 que ha terminado de obtener por la venta posterior al Liverpool por una cantidad de 150 millones.
Mikel Oyarzabal. El capitán de la final en el terreno de juego lo sigue siendo en la actualidad. El peso del atacante eibartarra en el vestuario y en la misma plantilla ha crecido de forma exponencial.
Aritz Elustondo. El zaguero beasaindarra, que salió en la segunda parte en la final, es otro de los futbolistas blanquiazules que integran en la actualidad el plantel.
Ander Guevara. El centrocampista gasteiztarra, que de la Real se marchó al Alavés en 2023, fue otro de los que tuvo la oportunidad de participar.
Carlos Fernández. El delantero sevillano, cedido esta campaña en el Mirandés de Segunda División, lleva sin jugar con la camiseta txuri-urdin desde el 7 de enero de 2024, en un partido de Copa contra el Málaga. Desde entonces jugó en el Cádiz y ahora en el Mirandés.
Ander Barrenetxea. El extremo donostiarra, que fue el cuarto jugador txuri-urdin que salió en la segunda mitad, completa la nómina de componentes de la actual plantilla que jugaron el partido que dio el último título a la Real.
Y de los que no siguen vistiendo la camiseta txuri-urdin, algunos se marcharon de la Real dejando un buen dinero en sus arcas, como el último caso de Martin Zubimendi (que fichó el verano pasado por el Arsenal por 66 millones de euros), Mikel Merino (que lo hizo un año antes al mismo club por 32,5 millones), Alexander Isak (se fue dos años antes en la operación más rentable de la historia de la Real, al embolsarse casi 83 millones teniendo en cuenta todos los conceptos) o Robin Le Normand (al Atlético de Madrid, por 35 millones), y otros se vieron obligados a retirarse por lesión, como David Silva y Nacho Monreal.