Desempleo y vivienda, principales quebraderos de cabeza de la sociedad guipuzcoana

“Una vez más, las cuestiones ligadas al empleo y la situación económica son las que generan una mayor preocupación entre la ciudadanía”, ha reconocido este viernes la portavoz foral, Irune Berasaluze, que ha dado a conocer los resultados de una investigación que se contextualiza en el proceso de escucha activa que el Gobierno foral está realizando para definir las bases del plan estratégico de la legislatura.

Tres de cada diez encuestados (36,5%) apuntan a la necesidad de fomentar el empleo como el principal problema existente en Gipuzkoa, al que le siguen el acceso a la vivienda (24%), la necesidad de introducir mejoras en Osakidetza (19,4%), la crisis económica (12,2%) y la subida de precios, que señala como preocupante uno de cada diez encuestados.

Este trabajo de investigación, que permite tomar el pulso al sentir y las opiniones de la ciudadanía sobre diversos temas sociales, se realizó entre el 21 y el 27 de septiembre mediante entrevista telefónica a 1.200 personas residentes en el territorio: 340 en Donostialdea, 280 en Bidasoa-Oiartzun y 300 en Deba-Urola.

Óptimo estado anímico

Los resultados del muestreo permiten constatar que la sucesión de crisis de los últimos años no parece haber hecho excesiva mella en el estado anímico de la población. Cuando se le pregunta sobre ello, le otorgan una puntuación de 7,29 sobre diez. Un bienestar emocional a nivel personal que, no obstante, convive con la inquietud que perciben en el conjunto de la sociedad guipuzcoana en el estado actual de las cosas.  

Ocho de cada diez encuestados (79,2%) ven a la población “preocupada”. Para el 66,6% la sociedad guipuzcoana está “cansada”; el 55,5% responde que “irritable”, y un 52,4% dice que “desmotivada”. Se aprecia un aumento de la inquietud social con respecto a lo que pueda deparar el futuro. “Una inquietud a la que vamos a responder redoblando nuestra apuesta por una economía fuerte y tomando todas las medidas que sean necesarias para apoyar a las empresas y a las familias”, ha reafirmado la portavoz foral.

La población encuestada destaca cuatro aspectos principales a mejorar en la sociedad guipuzcoana. En primer lugar señalan la “justicia” (33,6% de las respuestas). También perciben un amplio margen de mejora en materia de “igualdad”, con un 31,2% de las respuestas, colocando a la seguridad (22,3%) y libertad (8%) en tercer y cuarto puesto.

El trabajo de investigación reserva un capítulo específico a la economía y el empleo. En todas las franjas de edad de la población encuestada se obtiene un aprobado a la situación económica personal, con una puntuación media del 6,37, algo menos que en la última encuesta realizada en abril.

Nivel de vida: va a peor para cuatro de cada diez

La mitad de los encuestados (48%) reconoce que su nivel de vida sigue igual con respecto a hace dos o tres años, aunque casi cuatro de cada diez admiten que ha ido a peor, porcentaje que se eleva al 42,6% en la horquilla poblacional de 46 a 60 años.

Llegar a final de mes se ha convertido casi en un desafío para tres de cada diez encuestados. Confiesan que lo hacen de forma “muy justa y haciendo restricciones”, aunque para la mayor parte de la población la sangre no llega al río. En concreto, el 57% responde que afrontan el dá a día “sin problemas”. Eso sí, el trabajo de investigación permite constatar que en la sociedad guipuzcoana coexisten realidades económicas diametralmente opuestas. Mientras un 3,1% admite que no consigue afrontar los gastos habituales, el 10,4% responde que llega a finales de mes “muy holgadamente y sin ningún problema nunca”.

El trabajo de investigación revela que la ciudadanía demanda la creación de empleo sostenible y de calidad, y también se muestra preocupada por otras realidades sociales, como la igualdad entre hombres y mujeres, el envejecimiento de la población, la diversidad y la convivencia, la lucha contra el cambio climático y la competitividad de las empresas. 

¿Cómo se presenta el futuro?

¿Qué deparará el futuro? Los encuestados casi se reparten a partes iguales entre quienes ven la botella medio llena y quienes lo hacen en sentido contrario. Dos de cada diez encuestados (20,1%) presagian que su economía irá a peor el próximo año. El 17,8% es más optimista y augura que mejorará. La gran mayoría, en todo caso, piensa que “continuará igual”, como se desprende de la respuesta del 55,4% de los encuestados.

Eso sí, se observan notables diferencias atendiendo a la franja de edad y el sexo. Los más jóvenes de la muestra (18-29 años), cuyo proyecto vital es una hoja en blanco aún por escribir, son quienes anticipan una mejora de la situación, mientras que el mayor porcentaje de quienes auguran un retroceso de su economía personal se sitúa a partir de los 46 años (22,5%), con especial incidencia en la franja de más de 60 años (24,6%).

La proyección personal y las posibilidades de mejora también parecen condicionadas por cuestiones de género, según se desprende de las respuestas de la encuesta, ya que solo un 14,6% de ellas dice que su economía personal irá a mejor, porcentaje que en el caso de los varones se eleva hasta el 21,5%.

Los datos de la encuesta se han hecho públicos después de conocerse que el empleo se mantuvo fuerte en Gipuzkoa en septiembre, mostrando para este mes el mayor avance en afiliación desde 2007 y la mayor disminución del paro desde 2006, con la industria y la construcción en mínimos o cerca de mínimos. Con todo, según avanzó la semana pasada la patronal Adegi, se prevé una ralentización de la economía en los próximos meses. Una encuesta entre el tejido empresarial guipuzcoano realizada en septiembre apunta a un deterioro de la economía del territorio que, sin embargo, no afectará al mercado laboral, que seguirá creando empleo.

Sobre esta cuestión también se pregunta a la población en la encuesta de Gizaker. Cuatro de cada diez entrevistados (38,2%) creen que la economía de Gipuzkoa, como la de su propio bolsillo, “será igual” el próximo año, si bien el 26,6% dice que irá a peor. “Vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para ofrecer seguridad a la sociedad, y la clave para ello es que todos y todas, instituciones, fuerzas políticas, empresas y asociaciones sumemos fuerzas y colaboremos para afrontar estos retos que generan incertidumbre. Estando unidos y unidas podremos generar espacios de confianza”, ha señalado la portavoz foral.