Usted formó parte del equipo txuri-urdin que ganó la Copa en 1987. Algo más de 33 años más tarde la Real lo puede volver a conseguir.

-Llegar otra vez a una final, después de tantos años, siempre es bienvenido. Es una pena que sea en esta situación, con el covid y estas circunstancias adversas. Era una oportunidad buenísima antes del confinamiento, pero después pasó todo esto. Antes el ambiente, con las dos aficiones, hubiera sido muy bonito. Es una pena.

La pandemia ha provocado que la final se dispute en condiciones diferentes a las normales.

-Pues sí. Estos días he estado hablando con algún jugador de la actual plantilla y comentábamos eso, que era una pena por la afición y, sobre todo, por ellos mismos. Una final con las circunstancias de siempre hubiera sido inenarrable. Pero al menos estamos en una final otra vez y a ver qué pasa...

¿Ve a la Real preparada para ganarla?

-Sí, sí. Es un partido solo y puede pasar cualquier cosa. Será difícil, pero como todas las finales. Yo creo que los dos equipos vamos a llegar muy bien, cada uno con sus armas. El Athletic, con algo más de experiencia en finales y creciendo mucho en los últimos meses. Y la Real en una línea de juego buena. Será un partido bonito de ver. Pero en una final puede pasar de todo.

Además, se trata de un derbi. No puede tener más alicientes...

-¡Pues fíjate! Un derbi, con lo que supone para las aficiones. Es algo grande que, como he dicho, no vamos a poder disfrutar todos como deberíamos, pero habrá que disfrutarlo de otra manera, desde casa, aunque no es lo mismo.

¿El equipo acusará la falta de su afición detrás?

-En una final el calor de la gente ayuda mucho. Y merece la pena vivirlo. Pero tendrá que acostumbrarse a esto. Eso sí, es un título muy importante aunque sea frío.

Usted que ha jugado dos finales, ¿dónde cree que estará la clave de este partido?

-Pues sí, he estado en dos finales muy diferentes. En la primera jugamos contra un poderoso Atlético de Madrid y ganamos. Con sufrimiento, eso sí, pero con gente joven, como Musti Mujika y Martín Begiristain, que nos suplieron a Roberto (López Ufarte) y a mí y tiraron los penaltis. Y en la otra final, que íbamos de favoritos ante ese Barça, pues la perdimos. Hay que minimizar los errores, jugar con el tiempo y el reloj, saber qué contrario tienes enfrente y cómo manejar tus armas... Se tienen que dar muchas circunstancias favorables. Pero es importante cometer los menos fallos posibles, porque en una final no da tiempo a mucho más.

Pero la Real también tiene buenas razones en esta ocasión para tener opciones de ganar.

-Sí, hay que acertar con lo que tú mejor sabes hacer. A un partido cualquiera puede ganar y ambos equipos van a llegar muy bien. El Athletic, según está jugando, va a ir a más. Y nosotros estamos bien, pero creo que también podemos mejorar, quizás de cara al gol. Entonces va a ser una final muy bonita, tremenda, exigente.

Una final bonita y exigente en la que lo más importante será...

-La cabeza. Las finales se juegan con la cabeza. Tienes que controlar los tiempos, cómo van las cosas en cada momento. Al final, se trata de una partida de estrategia y la cabeza es muy importante. Lo físico, lo técnico y lo táctico es importante, pero la cabeza lo es más aún. Hay que saber cómo dar solución a los problemas que vayan surgiendo.

Un jugador de su experiencia, que ya sabe lo que es jugar y ganar una final de Copa, ¿qué consejo les podría dar a los jugadores de ahora?

-El equipo tiene que seguir creyendo en lo que está haciendo e intentar llegar a ese partido de la misma manera. Y ese día desarrollar todo eso en lo que cree. Y durante partido ser capaz de ver si tienes que hacer alguna variante para el cambiar el partido si no va como tú quieres. Para eso hay que leer el partido, porque no siempre salen las cosas como uno las prepara, ya que el contrario también juega.

¿Y controlar esos nervios que pueden aflorar en un día tan decisivo?

-Sí es importante. Los nervios es evidente que en un partido en el que te juegas un título van a surgir y ansiedad durante la semana y antes del partido. Uno ya se tranquiliza cuando empieza a rodar el balón, pero hay que intentar tener la situación controlada. Hay que pensar durante la semana cómo puede ser el partido, qué se puede hacer en cada momento... El que controle la situación cuando llegue el partido tiene bastante ganado. En una final juega también mucho el aspecto psicológico.

¿Y qué me dice de aquella final que ganaron en La Romareda?

-Nosotros no éramos los favoritos. Nos enfrentamos al partido de la manera más real, sabiendo que el rival era un buen Atlético. Por ejemplo, en sus cambios salieron Quique Setién y Julio Salinas, así que imagínate qué banquillo tenían. Nosotros no teníamos ese nivel de banquillo, pero ganamos. Nosotros jugábamos con futbolistas que habían crecido mucho, como Bakero, Txiki, Rekarte y todos estos... Y luego estábamos los de la generación anterior, los veteranos, con los jóvenes que ya he mencionado antes. Nosotros salimos a por todas y nos pusimos por delante dos veces. Eso nos tranquilizó. Pero luego nos empataron y el segundo empate nos hizo daño. Y en la prórroga sufrimos mucho. Eso sí, tuvimos la fuerza mental de aguantar el esfuerzo físico que habiamos hecho y supimos defendernos bien, que era lo que tocaba. Por eso me he referido a las lecturas que hay que hacer en los partidos. Y nosotros sabíamos que teníamos que llegar a los penaltis porque ellos en ese momento estaban mejor que nosotros. Y en la tanda tuvimos más acierto y nos quedamos con el título.

Esto es a lo que se refería con saber leer cada momento del partido...

-Sí, nosotros cambiamos cosas que no teníamos previstas en el guion. Y eso nos ayudó a ganarla.

En cualquier caso, han pasado muchos años para que la Real vuelva a disputar una final.

-Pasan los años y estás en una semifinal, en cuartos, en octavos... Pero no acabábamos de llegar a una final. Entonces piensas que es difícil. Y, mira, ahora ha llegado. El momento bueno era justo antes de la pandemia y ahora es otro momento. Yo estaba muy confiado hace un año, porque estábamos mucho mejor que el Athletic; y ahora yo creo que estamos fifty-fifty. Entonces ya no está tan claro.

Entonces no va a hacer un pronóstico...

-No, no. Lo que deseo es una cosa, pero un pronóstico es imposible hacerlo.

Pues dígame un deseo.

-Que podamos ganar. Ellos estos años ya han ganado algo más que nosotros... Por lo tanto, a ver si ganamos nosotros y ellos que ganen al Barça.

Las voces de otros protagonistas

- Alberto 'Bixio' Gorriz: "Es crucial confiar en tus compañeros".

- Luis Fernando Dadie: "Esta Real se codea con los grandes".

- Los héroes de 1987.