Cecilia Marcos está de celebración. La jugadora donostiarra cumplió en el duelo de Copa del pasado domingo ante el Deportivo, con el que la Real Sociedad accedió a los cuartos de final, cien partidos defendiendo la camiseta txuri-urdin, un hito del que se siente orgullosa. “Son cien partidos de mucho trabajo, mucho sacrificio y mucha constancia por todo lo que me ha tocado vivir. Y estoy muy contenta por ello”, reconoce.

Formada en el Añorga antes de llegar al filial txuri-urdin y ascender al primer equipo, Cecilia ha demostrado que el camino a la élite no es una misión imposible. “Cien partidos son muchos y estoy muy orgullosa de haber llegado a esta cifra. Hay que darle mucha importancia al día a día”, confiesa.

Una cifra redonda

Alcanzar esta cifra tan redonda, a su juicio, es el resultado de años de sacrificio y de superar lesiones importantes: “He sido capaz de llegar bien de las dos lesiones, que, para mí, es lo más importante. Estoy bien de confianza y recuperando mi mejor versión. En el día a día con mis compañeras se viven cosas que si no fuera en el fútbol no se viviría y estoy muy contenta. Y me quedo con esto”. 

Cecilia es una referencia para muchas jóvenes guipuzcoanas que sueñan con llegar al máximo nivel vistiendo los colores blanquiazules: “Estoy muy orgullosa de jugar en la Real. Siempre intentamos dar nuestra mejor versión y somos un ejemplo para todas las niñas que quieren llegar al primer equipo y lo pueden hacer porque la Real es un club que confía en la cantera”.

Lo mejor

Tras jugar cien encuentros con la Real, Cecilia se queda con “los primeros partidos en Primera División porque yo venía del B; la clasificación para la Champions porque es un hito muy especial para el club; y el día a día en Zubieta”.

La Real me ha dado mucha estabilidad y mucha confianza para seguir pensando que no había prisa y que el club siempre iba a estar ahí. Siempre me ha apoyado y me ha ayudado”, admite.

Y como no podía ser de otra manera, lanzó un mensaje a la afición: “Estamos eternamente agradecidas a los aficionados porque son los más fieles, vaya bien o vaya mal el equipo. Siempre nos mandan mensajes de ánimo y mensaje a mensaje nos llenan el saco para seguir confiando y seguir trabajando en el día a día”.