Más de 33 años después de que lograran ustedes el último título de la Real, la Copa de 1987, el equipo txuri-urdin está a un paso de volver a lograr otro.

-Para mí, es una gran ilusión ver a la Real en una nueva final de la Copa. En mi opinión, es una competición abierta y que te permite la posibilidad de poder llegar a una final, como es este caso, y de poder disputarla y poder ganarla. Además, está claro que ha pasado mucho tiempo para volver a jugar una final, pero estoy con mucha ilusión de afrontarla y de ganarla.

¿Estos jugadores la pueden lograr? ¿Cuántas opciones les da?

-Sí. Es un tópico lo que voy a decir, pero es una realidad porque yo tuve la oportunidad de jugar dos finales seguidas. Una de mucha alegría y la otra de mucha tristeza. He sentido las dos sensaciones, pero en ambas me di cuenta de que lo primero es creer en ti mismo, en tus posibilidades. Y la Real tiene motivos sobrados para pensar que está capacitada para ganar esta final. Tiene un buen equipo y cuando el equipo funciona y consigue hacer su juego es difícil pararle. Seguro que va a ser igualada y muy difícil, pero tendrá muchas posibilidades de traer un nuevo título para Gipuzkoa.

¡Además, en un derbi!

-Un derbi en una final de la Copa nunca había ocurrido y, después de tantos años de historia del fútbol, poder vivirla es un aliciente más.

Aunque sin la afición.

-Eso sí que es una pena. La final hubiera tenido un colorido muy bonito y creo que hubiera sido todavía mucho más vistosa. Hubiera sido una fiesta para las dos aficiones y los dos equipos. Pero no va a poder ser. Lo que debe tratar el equipo es de traer el título y eso sí que va a ser una gran alegría para la afición.

¿Dónde estará la clave de esta final?

-Es difícil saberlo. Lo importante es llegar bien a la cita, con la gente recuperada, en plenitud de condiciones. Y luego es importante que se imponga tu juego. El de la Real y el del Athletic son dos estilos de juego diferentes y el que consiga imponer su estilo tiene mucho ganado. La Real tiene un estilo basado en tener el balón, dominar el partido, combinar y crear ocasiones. El Athletic, por su parte, quizás arriesga menos, puede ser más fuerte defensivamente, con jugadores rápidos arriba y resolutivos, que, además van bien en las jugadas a balón parado. Entonces ahí es donde hay que estar muy concentrado y luego intentarimponer tu juego. La Real, hoy por hoy, tiene jugadores de más calidad que el Athletic y tiene que intentar imponer esa calidad para poder ganar el partido.

¿Qué consejos les daría a los jugadores realistas?

-Por lo que yo he vivido, los nervios son inevitables. Y la tensión de querer ganarla por tu afición, también. Ese peso de jugar una final se siente, pero yo les diría, sobre todo, que confíen en sus compañeros; saber que no está uno solo, que son un equipo y que estamos muchos detrás de ellos. Sumando y empujando entre todos es lo que te puede llevar a ganar el título. Hay muchos factores que pueden influir, pero, sobre todo, cuando haya momentos malos, que los habrá, pensar que tus compañeros están ahí y que la afición está detrás tuyo. Para mí, eso es lo más importante.

¿Quizás lo peor es templar los nervios en un partido tan decisivo que es diferente a los demás?

-Sí. En este tipo de partidos tienes una presión añadida de pensar que es muy importante para tu afición, y piensas en ella, en la familia... En lo que supone lograr un título para tu club. Eso tiene mucha trascendencia. Pero el Athletic también tendrá ese peso de intentar ganar la final.

¿Cómo valora la labor realizada hasta ahora por el equipo de Imanol?

-Lleva desde la temporada pasada haciendo un fútbol vistoso, con buenos números... La trayectoria de la Real es muy buena y tenemos que estar con ellos. Con sus fallos, sus defectos y sus debilidades, como también tienen los demás equipos, hay que estar con ellos, porque, además, tienen unas virtudes muy importantes.

¿Y la Real cómo conquistó la Copa de 1987?

-Pues se te pasa todo volando, es una vorágine. Cuando llegamos a la final, solo veías los colores blanco y azul. La animación te pega un chute increíble. Hay que estar en el campo y vivirlo para saber lo que es. En esta final los jugadores no lo van a poder sentir igual, al no poder tener en la grada el apoyo de la afición, pero eso es para los dos equipos. Nosotros sentimos tensión y presión por querer conseguir el título para tu afición, y es una responsabilidad muy grande. Yo me acuerdo de que me sentí bien porque confiaba en mis compañeros, que estaban todos muy bien. Lo más importante es sentirte como equipo.

¿Usted cómo afrontó las dos finales que disputó?

-Yo tenía claro que en este tipo de partidos los dos primeros balones los tenía que tocar muy fácil, sin complicarme la vida para nada, sobre todo siendo un central. Aunque despejes fuera un balón que, quizás, podías haberlo aprovechado mejor, pero yo tenía la sensación de que los primeros balones que tocase tenían que ser sencillos, porque el cometer algún error al principio te puede marcar un partido tan importante. Por lo tanto, al principio hay que estar tranquilos, seguros e intentar, dentro de lo que se pueda, mantener tu estilo de juego.

¿Cómo se explica que la Real haya estado tantos años sin jugar un partido tan especial?

-La Copa es una competición que, si la afrontas con seriedad, te permite poder aspirar a ganarla. Me parece que ha sido demasiado tiempo sin llegar a una final de Copa... La Liga es diferente, es más difícil, pero la Copa es un torneo que puedes llegar muy adelante. Este mismo año hemos tenido la posibilidad de hacerlo si no se llega a caer en la prórroga contra el Betis. Hemos tenido en la mano la opción de poder disputar dos finales seguidas, como va a hacer el Athletic. Y la Real tiene capacidad para estar en estas finales. Tiene que creérselo. Es un título que engrosa el palmarés y todo es importante para el club.

¿Un pronóstico? ¿O un deseo?

-Mi deseo es que gane la Real. Y mi pronóstico también es que va a ganar la Real porque estoy convencido de que tenemos más que ellos, pero será difícil. No es que seamos favoritos, pero tenemos más capacidad que ellos, mejores jugadores, mejor equipo y eso hay que confirmarlo en el campo. Eso va a ser complicado, porque ellos intentarán también llevar el partido a su estilo. Pueden influir muchas cosas, y no quiero hablar de arbitrajes, pero puede que sea un partido atascado, con faltas, que eso no beneficiaría para nada a la Real. A ver si es un juego más dinámico en el que la Real estoy convencido y seguro de que se puede imponer al Athletic.

Las voces de otros protagonistas

- Jesús Mari Zamora: "Las finales se juegan con la cabeza".

- Luis Fernando Dadie: "Esta Real se codea con los grandes".

- Los héroes de 1987.