El delantero francés Kylian Mbappé ha sido recibido calurosamente por varias decenas de aficionados y cazautógrafos a su llegada este mediodía al aeropuerto de Hondarribia, donde se ha parado a firmar, antes de dirigirse en autobús a su hotel de concentración.

El avión procedente de París ha aterrizado en Hondarribia, donde se había establecido un sencillo dispositivo de seguridad para facilitar el paso de los jugadores y cuerpo técnico del Paris Saint Germain, que este martes disputa en Anoeta el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones, con un 2-0 favorable, frente a la Real Sociedad.

Mbappé ha sido uno de los últimos en salir, pero ha accedido a pararse y firmar autógrafos a varios aficionados apostados tras las vallas. El jugador francés, que no seguirá la próxima temporada en París, ha atendido amablemente a aficionados ubicados a ambos lados del pasillo de seguridad establecido para permitir la salida de los jugadores.

También lo han hecho otros jugadores, como Carlos Soler, y el entrenador asturiano del PSG, Luis Enrique, uno de los primeros en abandonar la zona de llegada del aeropuerto de Hondarribia para acceder al autobús.

Aislados en el Hotel Monte Igeldo

Custodiado por una importante dotación policial, el autobús del PSG se ha dirigido al Hotel Monte Igeldo, donde el equipo permanecerá concentrado hasta el entrenamiento de esta tarde en el Reale Arena y, mañana, hasta la disputa del partido.

A la llegada del hotel, los jugadores y cuerpo técnico del PSG no han sido recibidos por ningún aficionado, ya que se ha cerrado el acceso a la zona privada del monte Igeldo en el que se encuentra el establecimiento.

De esta manera, el equipo permanecerá aislado y alejado del centro de la ciudad, que se prepara para la llegada de seguidores franceses con un dispositivo de seguridad diseñado especialmente para evitar posibles incidentes.