Lo bueno se hizo esperar 34 años. La Real llegó embalada a la final de Copa después de haber vencido todos los encuentros de la competición. Fue eliminando de forma inmaculada al Becerril, Ceuta, Espanyol, Osasuna, Real Madrid, a domicilio, y Mirandés, a doble partido para presentarse en Sevilla con la vitola de favorito ante su eterno rival. La mala suerte quiso que se cruzara en su camino la maldita pandemia, que provocó que se fuera retrasando la fecha del gran derbi hasta que no hubo más remedio que resignarse a jugarla sin aficionados en las gradas en abril del año siguiente. Una Real ya sin Odegaard pero con Silva y con Zubimendi como director de orquesta favorecido por las continuas lesiones de Illarramendi, que incluso se rompió la víspera del encuentro. 

Aunque la distancia en la Liga era muy significativa, la Real se presentó en Sevilla el 3 de abril con un favoritismo menos claro y muchos jugadores tocados hasta el punto de que varios de ellos tuvieron que jugar infiltrados. Mientras el Athletic había contratado a Marcelino como antídoto para la superioridad txuri-urdin y en enero había conseguido vencer la Supercopa, lo que había reforzado aún más su autoestima y su confianza.

Baño de Imanol

El partido estuvo marcado por los nervios y el miedo a perder, y el triunfo realista se fraguó en la pizarra, en la que Imanol le ganó la partida al asturiano, que todavía no ha sido capaz de reconocer su derrota.


Athletic 0

Real 1

ATHLETIC Unai Simón, De Marcos, Yeray, Iñigo Martínez, Yuri (Capa, m.93), Dani García (Vesga, m.75), Vencedor (Unai López, m.68), Berenguer, (Villalibre, m.75), Muniain, Williams y Raúl García.

REAL Remiro, Gorosabel (Aritz Elustondo, m.93), Zubeldia, Le Normand, Monreal, Zubimendi, Mikel Merino, Silva (Guevara, m.84), Portu (Carlos Fernández, m.87), Oyarzabal e Isak.

Gol 0-1, m.58. Mikel Oyarzabal transforma un penalti cometido por Iñigo Martínez sobre Portu. El VAR corrigió la roja al central de forma incomprensible.

Árbitro Xavier Estrada Fernández. Mostró tarjeta amarilla a Dani García (m.34) e Iñigo Martínez (m.58), por parte del Atletic; y a Mikel Merino (m.70), de la Real.

Estadio La Cartuja. Partido disputado el 3 de abril de 2021. Final de la Copa del Rey de 2020. Estadio La Cartuja de Sevilla.

La Real fue de menos a más, arriesgó poco en la salida de la pelota, y, en la segunda parte, un robo de Merino, al cortar un pase de Yeray, y su posterior asistencia con una curva antológica la aprovechó Portu para provocar un discutible penalti y expulsión de Iñigo Martínez. De forma inconcebible, el VAR, que no había querido ver unas manos del de Ondarroa dentro del área, corrigió al colegiado de manera escandalosa y le perdonó la roja al central cuando este ya había enfilado el camino a los vestuarios.

Oyarzabal no desaprovechó la ocasión al transformar la pena máxima. A partir de ese momento, la Real reculó y le cedió la pelota al Athletic, sin que Remiro tuviese que hacer ninguna parada. El triunfo acabó siendo inolvidable por la emoción de los realzales, al haberse llevado la Copa para siempre ,que convirtió a La Cartuja en tierra santa, al igual que El Molinón de Gijón y La Romareda de Zaragoza.

Imanol quiso acordarse de la parroquia realista, que no podía estar presente en Sevilla, con un inolvidable cántico de recuerdo que, como casi todo, sentó muy mal en el planeta de los ofendiditos y la vuelta a Donostia fue muy bonita con la afición saliendo a la calle al mediodía para recibir al equipo, aunque no pudiese festejar como merecía un acontecimiento y una victoria de semejante calibre. 

Seguro que este viernes la vuelta al estadio de los campeones blanquiazules, de los que ya solo quedan en la actual plantilla Remiro, Zubeldia, Aihen, Aritz Elustondo, Barrenetxea y Oyarzabal, servirá para que rememoren El Momento de sus respectivas carreras...