Asier Illarramendi ha anunciado este miércoles que deja la Real Sociedad al finalizar esta campaña. El de Mutriku ha publicado una carta en sus redes sociales en las que anuncia que, pese a lo "doloroso" de la decisión, es el "mejor momento para hacerse a un lado".

El capitán afirma tener sentimientos "encontrados": por un lado, la "pena" por su marcha; por otro, el "orgullo" por todo lo logrado con la elástica txuri-urdin. Ha recordado que llegó a Zubieta a los once años. "Ni en los mejores sueños de aquel niño rubio estaba todo lo que he vivido".

Ahora, tras 22 años, Illarra se despide del club de su vida, no sin antes agradecer a todos los estamentos del club, a su familia y a la afición todo el apoyo que ha recibido a lo largo de todos estos años. El centrocampista guipuzcoano toma esta decisión tras jugar once temporadas en la Real, en las que ha disputado 251 partidos oficiales, y dos con el Real Madrid, en el que fue su paréntesis. "Aquel pequeño rubio que jugaba a las mil maravillas se hizo mayor y le vimos crecer. Paso a paso, etapa a etapa, deslumbrando a todos con su sencillez, tanto dentro como fuera del campo. Artífice de muchos de los mejores momentos vividos en la última década", señala el club realista en el comunicado que acabe de publicar en su página web.

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La carrera de Illarra, en imágenes N.G.

Illarra ha tenido el honor en este tiempo de txuri-urdin de levantar el último título de la Real, la Copa del Rey conquistada hace dos años en La Cartuja. "Lo hizo cojo y sin poder jugar la final, pero ese instante le convirtió en eterno. Su imagen recogiendo el trofeo, después de todas las lágrimas derramadas la víspera, es de esos momentos icónicos que los realistas no olvidaremos jamás", añade la entidad guipuzcoana en su nota.

Además, la Real apunta que "llarra deja la mejor Real de las últimas décadas. En gran medida, gracias a todo lo que él ha aportado al equipo en estos once años como integrante del primer equipo. Ha superado lesiones y ha ofrecido un nivel altísimo. Es carácter Zubieta. Es ‘made in Gipuzkoa’. Sólo nos queda agradecerle todo lo que ha hecho por el club y darle la mejor despedida posible. Dentro de diez días, en el Reale Arena contra el Sevilla y, ojalá que, con la Champions en el bolsillo, nos dejaremos la voz para el último '¡Axi, Axi!”.

Aquí la carta que ha escrito Illarramendi:

Hola familia txuri-urdin

Como imaginaréis, para mí el de hoy no es un día fácil. Nunca es fácil decir adiós a aquello que quieres. Pese a que me ha costado mucho y me duele en el corazón, pienso que es el momento adecuado para dar un paso a un lado y dejar paso a los jóvenes. 

Tengo sentimientos encontrados, pero soy consciente de la decisión que he tomado. Por un lado me voy con pena, porque mi vida, mi casa, mi familia, mi corazón se quedan aquí. Por otro me siento muy orgulloso por todo lo que he hecho y he logrado. 

Este último año me he acordado mucho del niño rubito que llegó con 11 años a Zubieta por primera vez. Ni en sus mejores sueños aquel niño se imaginaba que iba a ser posible vivir todo lo que yo he vivido y que 22 años después, estaría aquí escribiendo esta carta. Así que de corazón, gracias a toda la familia txuri-urdin

Especialmente quiero agradecer al presidente por la confianza puesta en mí. Al director de fútbol Roberto. A nuestro entrenador Imanol y a todo su staff. También a todos los médicos, fisios, preparadores físicos, utilleros, cocineros y gente de prensa. Gracias a todos. Y como no, a mis compañeros por todo lo que me han ayudadado y enseñado. Gracias. 

No puedo olvidarme de los realzales. Gracias por todos los ánimos, el apoyo y el cariño que me habéis dado. Para mí el mayor triunfo es sin duda este. 

Quiero mencionar también a mi cuadrilla, por estar siempre ahí. 

Y no puedo olvidarme de la familia. Gracias ama, aita por todos los sacrificios, por todos los kilómetros, por la paciencia, el sufrimiento… Estoy orgulloso porque siempre habéis estado a mi lado. 

A mi hermano Mikel, el otro pilar importante, por poner a su hermano por encima de todo. A todos los fanáticos de casa: amona, aitxona, tía Josebe… Gracias a todos. 

Y como no, a Leire, porque en los momentos difíciles ella ha sido la única luz. 

Gracias Real. Ha sido un gran placer.

Illarra.