El Consejo de Estado belga ha rechazado el recurso de Alstom contra la decisión del operador SNCB de nombrar a CAF socio preferente para el 'Contrato del Siglo' valorado en 1.695 millones de euros ampliables a 3.400 millones, lo que da vía libre al fabricante guipuzcoano para acordar los términos del contrato. La decisión del Consejo de Estado belga pone fin a una polémica que se ha prolongado más de medio año, desde que el pasado mes de marzo el operador SNCB nombrara a CAF como socio preferente para el denominado Contrato del Siglo al considerar que su oferta era mejor que la de competidores como Alstom y Siemens Mobility. Ellos, en cambio, no mostraron el mismo parecer y decidieron recurrir la decisión, algo que por otra parte no es extraño en el ámbito de las adjudicaciones ferroviarias. Sí lo es los tintes políticos y sindicales que adquirió el caso.

Alstom presentó en abril un recurso que trató el Consejo de Estado belga, una suerte de tribunal contencioso administrativo. El fabricante francés alegaba que su oferta era 107 millones de euros más barata y que garantizaba el empleo local. Alstom dispone de dos plantas en Bélgica, en concreto en Brujas y en Charleroi, donde trabajan dos millares de personas en conjunto. El fabricante galo aseguró que la de Brujas participaría en el contrato, cuando CAF no tenía ningún centro productivo en el país belga.

Empleo local

SNCB respondió que, al ser una contratación europea, la creación de empleo local no era uno de los condicionantes, pese a lo cual se puso en contacto con CAF para considerar la posibilidad de que impulsara de alguna manera el empleo local, a lo que se mostró dispuesto. Respecto a la oferta económica, aseguró que, pese a ser la de Alstom más económica, la de CAF tenía un equilibrio desde el punto de vista técnico que no sólo contempla el precio de las unidades, sino también el coste de mantenimiento, el calendario de entrega o el consumo energético, entre otros factores.

Entre tanto, surgieron presiones desde diferentes ámbitos. En el laboral, la federación sindical cristiana ACV-CSC Metea que agrupa a 1,5 millones de trabajadores del metal y del textil de Bélgica se opuso a la nominación de CAF como socio preferente preocupado por la creación de empleo local. El mismo argumento, y ya desde la esfera política, empleó Maaike De Vreese, miembro de la Cámara de representantes de Bélgica, para expresar su rechazo. La oposición también llegó de otros responsables políticos como Thomas Dermine, alcalde de Charleroi donde Alstom tiene una planta.

Tranvía de CAF fabricado para la localidad belga De Lijn. N.G.

Contrato paralizado

El conflicto se enconó tras la recomendación que realizó el auditor al Consejo de Estado de suspender la designación de CAF para este contrato. Como suele ser habitual, el tribunal contencioso administrativo belga adoptó la misma posición y paralizó el megacontrato argumentando que SNCB no explicaba con claridad la metodología empleada para nombrar socio preferente a la empresa de Beasain, con lo que el proceso se estancó.

No fue hasta julio cuando SNCB, una vez solventados los obstáculos, ratifica a CAF como socio preferente, en un mes en el que el director general del fabricante guipuzcoano, Javier Martínez de Ojinaga, iniciara una inédita ronda de entrevistas con medios de comunicación belga para defender la solvencia de la empresa y contrarrestar así la opinión desfavorable que las sucesivas declaraciones políticas estaban sembrando en la población belga. Lo que parecía estar encaminado volvió a torcerse en agosto, cuando Alstom y Siemens Mobility volvieron a interponer sendos recursos a la decisión de la SNCB.

Camino despejado

De vuelta al Consejo de Estado, en esta ocasión hubo variaciones. El auditor que en abril recomendó paralizar el Contrato de Siglo en esta ocasión recomendó rechazar los recursos de Alstom y Siemens Mobility y, una vez más, el tribunal contencioso administrativo ha coincidido con su parecer lo que consolida a CAF como adjudicatario del contrato, aunque todavía queda recorrido para que las conversaciones con el operador de transportes belga se materialicen en un documento oficial.