CAF ha roto su silencio sobre la paralización del contrato de suministro de trenes por un valor inicial de 1.695 millones de euros para el que la operadora belga SNCB había nombrado socio preferente a la firma ferroviaria de Beasain, y lo ha hecho en Bélgica. Su consejero delegado, Javier Martínez Ojinaga, concedió esta semana entrevistas a varios medios de comunicación belgas durante su estancia en Bruselas para afirmar que CAF ha ganado de forma transparente y que “no se pueden cambiar las reglas de juego en el camino”.
El fabricante ferroviario guipuzcoano mantiene su decisión de no realizar declaraciones en Euskadi, pero sí ha considerado conveniente expresar su opinión en Bélgica, ante la presión política que se ha generado, según confirman fuentes de CAF. Por este motivo, Martínez Ojinaga ha atendido a medios como De Standaard, L’Echo o De Tijd para mostrar su “sorpresa” ante la deriva en la concesión del denominado en el país belga “contrato del siglo”. “Es increíble lo que está sucediendo aquí en Bélgica, nunca hemos tenido que lidiar con tanta resistencia”, manifiesta.
Proceso de adjudicación
CAF fue nombrado socio preferente en la adjudicación por parte de la operadora belga SNCB de un contrato con un presupuesto de 1.695 millones de euros, que podría llegar a los 3.400 millones si se ejecutan las ampliaciones. Sin embargo, esta decisión fue recurrida por Siemens Mobility y, de forma más acusada, Alstom. El propio Consejo de Estado de Bélgica, una suerte de tribunal contencioso-administrativo, falló que SNCB debía justificar mejor su decisión.
Sin embargo, han sido las presiones sindicales y, sobre todo, las políticas las que han provocado que el consejo de administración de SNCB decidiera finalmente posponer su decisión. En este órgano de gobierno participan dirigentes de distintos partidos políticos que han generado presión al defender que el adjudicatario final tenga implantación en el país belga, pese a que el pliego de condiciones no incorporaba esta cláusula.
Transparencia
“Ganamos el contrato después de un procedimiento transparente, basado en criterios objetivos, y nuestra oferta es técnicamente irreprochable”, asegura el consejero delegado de CAF a los medios belgas. Martínez Ojinaga añade que, tras la reprobación del Consejo de Estado a SNCB por una justificación escasa, la operadora realizó estudios independientes con terceros agentes que validan su decisión.
También se pronuncia sobre la reclamación de que el adjudicatario final asegure retornos industriales a Bélgica, tal y como subrayaba Alstom, para señalar que este criterio no formaba parte del procedimiento de adjudicación pública, pese a lo cual “estamos abiertos a cualquier iniciativa en esta dirección”.
Consecuencias
La decisión de SNCB llegará, según estiman medios de comunicación belgas, a finales de este mes de julio. Se contemplan tres vías, que serían o una ratificación de la decisión, o la reapertura de las negociaciones con CAF, Alstom y Siemens Mobility, o incluso volver a licitar el contrato, con los consecuentes retrasos en las entregas.
“Es una licitación europea, somos una empresa europea, respetamos los plazos de entrega. Cualquier otra decisión pospondría la puesta en servicio de la nueva flota por varios años”, advierte el consejero delegado de CAF. Este plazo fue fijado por el ministro federal de Movilidad, Jean-Luc Crucke, que lo sitúa entre tres y cuatro años.
Consultado sobre posibles reclamaciones si CAF pierde este contrato, Javier Martínez Ojinaga asegura que “tenemos confianza y no estamos trabajando en un escenario así”.