La reelección de CAF como socio preferente para renovar buena parte del sistema regional de trenes de Bélgica ha sido celebrada en Gipuzkoa. Su diputada general, Eider Mendoza, ha calificado el anuncio como “una muy buena noticia” que no solo la circunscribe al territorio histórico, sino al conjunto del país.
“Es una muy buena noticia para muchos años en un momento de incertidumbre”, ha expresado Mendoza en una visita a Gaintxurizketa. La jefa del Ejecutivo foral, una de las pocas autoridades vascas que se pronunció en los meses de tensión político-empresarial a vueltas con el contrato, ha reconocido que la decisión de Bélgica otorga “muchísima seguridad para muchos años”.
El desarrollo de los trabajos, por un montante inicial por definir pero que puede rondar los 1.700 millones de euros por 180 trenes, puede llegar a los 3.400 millones, 600 trenes y más de una década de trabajo. La diputada general ha resumido que “es muy buena noticia para CAF desde el punto de vista del empleo, de la apuesta por la industria y la innovación tecnológica, lo es para el territorio de Gipuzkoa y lo es para nuestro país”.
“Reflejo en los centros de trabajo de Euskal Herria”
Por su parte, el principal sindicato del comité de empresa, LAB, ha valorado “muy positivamente” la elección de mejor postor, y ha reclamado a la dirección de la empresa que “arraigue en Euskal Herria” la adjudicación, que invita a emplearla para “crear y distribuir empleo y riqueza aquí”.
La central ha explicado que trabajará para que el contrato “tenga reflejo en los diferentes centros de trabajo del grupo CAF a lo largo de toda Euskal Herria”.
“Se debe crear nuevo empleo de calidad y las condiciones laborales deben ser acordes a la mencionada cartera de pedidos, tanto en centros productivos como tecnológicos. El Grupo CAF cuenta con más de 5.000 trabajadores y trabajadoras en Euskal Herria y con el impulso de todo el personal se logran y desarrollan este tipo de proyectos”, ha repetido LAB, que ha valorado que el contrato llega en un momento de cambio generacional dentro de la compañía: “Contar con una cartera de pedidos de este volumen para los próximos años, debe facilitar la renovación de las plantillas en CAF”.
Prudencia: se reanudan las conversaciones
Conviene advertir que la elección de socio preferente no es la adjudicación automática del contrato. La decisión, que en realidad reafirma la que la SNCB tomó en febrero, supone abrir conversaciones entre la ferroviaria belga y la empresa guipuzcoana, con el objetivo de perfilar el contrato y los compromisos definitivos.
En ese camino que se puede prolongar durante varios meses estarán sobre la mesa aspectos técnicos, pero también dos cuestiones que la SNCB incluyó en su comunicado del miércoles. Por un lado, que el consejo de administración de la empresa pública “observó que las ofertas presentadas por los tres licitantes (CAF, Alstom y Siemens Mobility) mencionan el empleo de proveedores de servicios locales”.
El consejo de administración afirma en el citado comunicado que “valora este punto e invita al licitante seleccionado a considerar esta opción”. La forma que puede adoptar un precepto tan genérico está por ver. El propio consejero delegado de CAF, Javier Martínez Ojinaga, abría la posibilidad de algún tipo de arreglo a este respecto.
Lo hizo en una serie de entrevistas que concedió en Bélgica a comienzos de julio, un movimiento muy inusual en una compañía que se caracteriza por no prodigarse en los medios de comunicación: “Estamos abiertos a cualquier iniciativa en esta dirección”.
La Línea Verde de Jerusalén
La otra cuestión que recogió el comunicado de la ferroviaria belga mira a Israel y Palestina. “El consejo de administración ha encargado a la dirección de la SNCB que, como parte de las conversaciones abiertas con el socio preferente con la vista puesta en la adjudicación final, solicite a CAF confirmación de que sus actividades cumplen con el derecho internacional y los derechos humanos”. Un enunciado genérico que apunta a la participación de CAF en la construcción de la Línea Verde del tranvía ligero de Jerusalén, que transcurre por territorios ocupados, como denunció el último informe de la ONU.
Partidos como Los Verdes (Groen) han hecho bandera de la cuestión y su diputado Staf Aerts, lejos de lamentar el impacto de la decisión en el empleo local (argumento más empleado en el debate público belga y que ni se recoge en el comunicado), va más allá y llega a asegurar que “solo si CAF ha cesado por completo sus actividades en las colonias ilegales habrá adjudicación. Si eso no sucede, CAF está claramente faltando a su palabra y la orden de contratación no podrá llevarse a cabo”.
Las críticas apuntan a la línea de tranvía que unirá la Universidad Hebrea de Jerusalén y Gilo, al norte de Belén, que transcurre por territorios palestinos ocupados por Israel. CAF, que prevé construir un centenar de tranvías del modelo Urbos, forma parte del consorcio que construye dicha línea, que se espera entre en funcionamiento por tramos de manera progresiva a lo largo de 2026.
El principal rival de CAF en Bélgica, Alstom, también aspiraba a este contrato en Jerusalén adjudicado con anterioridad a 2020, aunque se terminó retirando. El alcalde de Jerusalén, Moshe Lion, llamó a boicotear a Alstom al entender que se había echado atrás por razones políticas, aunque la propia multinacional francesa alegó discrepancias empresariales con sus aliados israelíes Dan y Electra para justificar su retirada. Incluso defendió su posición explicando cómo participaba en otros proyectos en Israel como en Tel Aviv y en la actualidad, en el tranvía entre Haifa y Nazaret.