Irizar ha dado carpetazo al “brutal efecto” que tuvo la pandemia de coronavirus en su actividad con una facturación histórica que el pasado año alcanzó los 895 millones de euros con un crecimiento del 40% en relación con 2022. Su cartera de pedidos, que se ha duplicado en el mismo periodo, asegura además un futuro optimista para el fabricante de autobuses con sede en Ormaiztegi.

El director general del Grupo Irizar, Imanol Rego, ha comparecido ante los medios de comunicación para dar cuenta de los resultados de la compañía guipuzcoana de un ejercicio, el pasado, que consolida la recuperación de la firma al conseguir superar de largo el anterior récord de facturación de 766 millones de euros que se registró en 2019, antes de que la pandemia de coronavirus cancelara sin previo aviso la movilidad de todo el mundo, con efectos “brutales” en la actividad de Irizar.

Producción

La activación de una sociedad deseosa de moverse, y el hecho de que se haya producido de forma sincronizada en todo el mundo explican, según Rego, la recuperación de Irizar, que durante el año pasado fabricó 3.068 unidades, de las que 1.280 se produjeron en la sede de Ormaiztegi y otras 275 en la de Aduna, especializada en movilidad eléctrica. El Grupo Irizar tiene once centros de producción internacionales, que el pasado año fabricaron 714 unidades en el caso de México, 494 en el de Brasil y 305 en el de Marruecos.

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Sede de Irizar en Ormaiztegi Ruben Plaza

Este repunte de la productividad tuvo su efecto en el empleo, con una plantilla que asciende a 3.844 personas de las que 1.548 trabajan en las fábricas de Ormaiztegi y Aduna. Imanol Rego ha recordado que una de las características de la cooperativa, por su modelo empresarial, es conservar en la medida de lo posible los puestos de trabajo, como lo demostró durante la pandemia, en la que pudo mantenerse la plantilla con medidas como la reducción de la jornada y del sueldo, que se recortó un 21,5%.

Crisis superada

Todo ello en un momento de crisis al pasar de los 766 millones de facturación de 2019 a los 433 millones en 2020, en una evolución que tuvo pequeños avances en los dos siguientes años. A pesar de todo, en el último año y medio ha sido capaz de crear 600 empleos nuevos a nivel internacional con la previsión de mantener la plantilla durante el presente año con la intención de incrementarla el próximo, siempre teniendo en cuenta los problemas que plantea el envejecimiento de la población con la consiguiente escasez de talento.

En este sentido, el director general del Grupo Irizar, que integra a seis compañías líderes en sus mercados y 22 firmas propias, considera que su ventaja para captar al personal que necesita es su “impacto positivo” en la sociedad y una actividad reconocida internacionalmente.

Perspectivas

Este 2024, además de mantener el empleo, se presenta con unas buenas perspectivas. Según ha señalado Rego, las previsiones apuntan a un nuevo crecimiento de la facturación hasta alcanzar los 970 millones de euros, gracias en buena medida a las 3.700 unidades que tiene en la cartera de pedidos, de las que entre 320 y 330 serán eléctricas frente a las 275 fabricadas el año pasado.

Asimismo, contemplan una inversión en innovación y tecnología superior a los 20 millones de euros, en respuesta a la estrategia de Irizar de potenciar los avances tecnológicos. Su director general ha indicado que el año pasado incrementaron un 4% sus inversiones en una apuesta que, según ha dicho, les ha dotado de resiliencia para afrontar las situaciones difíciles.

Respecto a las tecnologías que emplean en sus autobuses, Rego ha afirmado que no descartan ninguna. Ha reconocido que el hidrógeno aún no ha despegado, lo que no impide que hayan fabricado un modelo que funciona con este material el i6S con una autonomía de 1.000 kilómetros, y preparan una nueva versión más sencilla para adaptarse al momento todavía incipiente de este combustible.

Electrificación

La electrificación, por contra, es una línea clave en la producción de Irizar, que tiene en Aduna una planta dedicada por completo a esta actividad. Los planes del grupo empresarial guipuzcoano plantean que Irizar e-mobility se especialice en la fabricación de unidades eléctricas destinadas al transporte urbano porque, según sus cálculos, en cinco años en Europa representará el 90% de las flotas.

El director general del Grupo Irizar, Imanol Rego. Ruben Plaza

La sede de Ormaiztegi, por su parte, se centrará en el medio y largo recorrido, lo que requerirá un proceso de transformación para lo que ya se han contemplado inversiones. También las harán en compañías del grupo como Jema Energy de Lasate-Oria que habilitará otros 3.200 metros cuadrados. Rego ha indicado que esta firma facilita al Grupo Irizar una electrificación de 200 megavatios, el equivalente a 75.000 cargadores de poca potencia.

Las inversiones también se destinarán a la ampliación de la catalana Masats, a la mexicana Hispacolt para la apertura de una nueva planta, y a una nueva sede y talleres en Australia.

Combustibles tradicionales

La descarbonización también puede integrar los combustibles fósiles, según considera el Grupo Irizar, quien trabaja en esta línea. En concreto, su director general ha afirmado que en los motores de combustión han conseguido reducir un 15% las emisiones y también han disminuido su peso 950 kilogramos, además de mejorar su coeficiente aerodinámico en un 30%. La nueva gama se ha lanzado en México.

Fiel a su tradición, Irizar no ha ofrecido datos sobre la rentabilidad del negocio, aunque Imanol Rego ha admitido que todavía no se han alcanzado los niveles prepandemia. No obstante, los esfuerzos realizados durante estos ejercicios por incrementar los niveles de productividad y la eficiencia han dado resultados, puesto que, según avanzó, su rentabilidad ha doblado la previsión inicial, lo que ha sido tildado de “positivo” por el director general.