El Irudek Bidasoa Irun cierra este fin de semana la temporada con una cita de gran altura: la fase final de la Copa del Rey que por primera vez en sus 50 años de historia se disputará en Irun.
Será el punto final a una temporada larga y dura, de comienzo de ciclo con el técnico Álex Mozas en el banquillo, a la que la plantilla y el cuerpo técnico quieren poner el mejor colofón posible. Para eso, primero se debe recuperar del doble mazazo que recibió contra Logroño y contra Puente Genil, y después, retomar el nivel competitivo que ha ofrecido en muchas tardes. Ganas no le faltan.
Momento de forma
Las últimas dos derrotas, una en casa ante Logroño, donde se había mostrado fuerte, y la última en Puente Genil han privado al equipo guipuzcoano primero del subcampeonato y después de la clasificación europea vía Liga al menos de momento. En apenas una semana se ha esfumado gran parte de la ilusión que flotaba en torno a una cita que recala en Gipuzkoa por primera vez en su historia.
Reconectar con esa ilusión y confianza se antoja clave en un momento de temporada en el pesan más otros factores que los grandes planes tácticos, aunque ayuden.
La plantilla recibió el martes el cariño de unos 300 escolares en su primer entrenamiento de la semana, visitó y dispuso de un ágape en una empresa colaboradora el miércoles, y muchos bares, tiendas y balcones de la ciudad se han sumado a la fiesta de la Copa. Pese a la dificultad, Irun empieza a creer en la posibilidad de redondear la temporada.
Dos Copas y una final ya lejana
El Irudek Bidasoa Irun jugará la Copa en cierta medida contra su propia historia. Con 38 ediciones, es el club con más participaciones en un territorio muy copero como Gipuzkoa. En el caso de los dorados, sobresalen dos trofeos en sus vitrinas: en 1991 en Alzira y en 1996 en León, la última final copera del Bidasoa. Para llegar a ellos, eso sí, perdió primero otras tres finales y entre ellas, otra más. Todas, contra el FC Barcelona.
Esa acumulación de experiencia empezó en su novena participación cuando en 1982 alcanzó la final contra el conjunto catalán al eliminar en la fase final de Málaga a Michelín Valladolid y Cajamadrid. Al considerar que no tenía suficiente pedigrí, TVE decidió no retransmitir la final.
Precedentes: a la tercera, ¿la vencida?
Artaleku solo ha acogido en dos ocasiones fases finales en condición de neutral y en ambas el conjunto irundarra no supo gestionar el estreno. La primera vez fue en 1989, cuando con motivo de la Copa cuya final se disputó en Bilbao, Elgorriaga Bidasoa jugó el partido de los cuartos de final en Irun ante Cajamadrid: 21-27 fue el resultado que supuso la eliminación del conjunto de Juantxo Villarreal. Muchos años después, el estreno de la Copa de España que ha sustituido a la Copa Asobal en diciembre tampoco fue afortunado para el equipo de Jacobo Cuétara, que cayó en las semifinales ante Logroño (27-28) en diciembre de 2023.
El camino de la Copa
Ser considerado equipo anfitrión evita al Irudek Bidasoa Irun medirse con el Barça hasta la hipotética final. En su camino se pueden cruzar dos equipos que han salido vivos de Irun esta temporada y el único clasificado de la División de Honor Plata, el Alcobendas. El plato de un partido inicial de campeonato que acostumbra a salir nervioso es el Torrelavega de Cuétara, que en la primera vuelta un Bidasoa no en su mejor momento supo reducir en el Vicente Trueba (30-34), mientras que en la segunda vuelta el choque terminó en tablas al detener el guardameta local David Faílde un siete metros con el tiempo agotado (25-25).
Quien sí fue capaz de ganar en Irun fue el Ademar, en volandas con la actuación de su guardameta iraní Saeid Barkhordari (22-27). En la vuelta, un mucho mejor Bidasoa, pese a estar diezmado por un virus, empató en León (29-29) un encuentro al que le faltó poco para llevárselo. Los leoneses, que ya privaron al Bidasoa de un billete europeo en la Copa de Madrid, quieren alcanzar la final para volver a Europa.
Billete europeo
Además de la clasificación para la Supercopa Ibérica, la Copa del Rey reparte una plaza europea, en concreto, la segunda mejor de las tres que cuenta la Federación Española para la EHF European League. La mejor es para el segundo de Liga (Granollers), mientras que las otras dos plazas se reparten en los dos torneos coperos. Al ganar el Barça la Copa de España en febrero, esa plaza ha ido a parar al siguiente mejor clasificado en Liga, que ahora mismo es el Torrelavega.
En el caso de la Copa del Rey, las opciones por conseguir un billete europeo para el Bidasoa pasan por dos caminos: el suyo propio, ganando la Copa ante un rival que no sea el Barça —o cayendo en la final si el rival son los culés—; o una final entre los dos equipos que ya están clasificados para Europa, que en ausencia del Granollers son el propio Barça y los cántabros.