- El equipo realista volvió a acabar el partido enfadado. En esta ocasión lo que acabó por indignar a los blanquiazules fue que Jaime Latre, uno de esos colegiados al que le tienen cogida la matrícula, diese tres minutos de descuento cuando los hispalenses se dedicaron a exagerar todos los contactos (especial mención a dos gigantes y musculados como Diego Carlos y Ocampos) y a perder el mayor tiempo posible. Por si fuera poco, cuando el brasileño había provocado de forma descarada una supuesta falta a Portu y se encontraba tendido en el suelo como si se hubiera hecho daño, el colegiado aragonés decretó la finalización de la contienda sin que se llegara a poner en juego el balón de nuevo.

Lo cierto es que, nada más finalizar el duelo, Portu se acercó muy enojado a protestar y tuvo que ser Guevara quien le tratara de convencer de que lo dejara para evitar malos mayores. El caso es que el trencilla no desaprovechó la oportunidad para amonestarle, como indicó en el acta. El propio Imanol se preocupó cuando le vio tan caliente al murciano, consciente de su carácter, y pidió al banquillo que le frenaran.

El que también estaba notablemente molesto fue Mikel Oyarzabal, que bajó al terreno de juego y estuvo conversando con dos de los asistentes mostrándoles su malestar por el poco tiempo añadido. No hay que olvidar que Latre dejó sin sancionar dos pisotones en el área a Le Normand y Zubimendi, menos graves que el de Carlos en Mestalla. Llueve sobre mojado.