- Anoeta alberga un partido entre dos colosos europeos. Al margen de nombres e historias, sobre el papel, probablemente el mejor encuentro que se vaya a vivir en la jornada de esta semana en las dos competiciones del Viejo Continente. El flamante líder de la Liga, la Real, recibe en su guarida al segundo del Calcio, el Nápoles. Un duelo de enjundia para reestrenar en Europa la remodelación de Anoeta, que albergará por primera vez un duelo internacional txuri-urdin con sus gradas ya cerradas y sin sus pistas de atletismo.

Se prevé un choque apasionante entre dos muy buenos equipos que se presentan a la cita en un buen momento. Los realistas, después de ganar cinco de sus últimos seis encuentros, que se dice pronto, y los napolitanos, tras vencer cuatro de los cinco que ha disputado en su campeonato. El triunfo in extremis de los realistas en Rijekain extremis les coloca en una situación más cómoda y preferencial, al estar en su casa y poder competir con las urgencias de unos azzurri que, de forma incomprensible y, por lo que dicen, injusta, cayó en el estreno europeo en su mítico San Paolo contra un diezmado AZ Alkmaar. Lo que no se puede discutir, en cambio, es la diferencia de experiencia en este tipo de torneos, ya que el Nápoles está acostumbrado a competir en la Champions League, como lo acredita que el año pasado fue eliminado en octavos de final de la competición por el Barcelona. Este año, en un escalón inferior, aunque solo sea por presupuesto, parte como uno de los grandes favoritos a alzarse con el título de la Europa League.

Roberto Olabe lo dejó muy claro en su comparecencia de prensa previa al viaje a Croacia. Se confundirían si diferenciaran ambas competiciones. Lo mejor que puede hacer la Real es afrontar todos los encuentros como si pertenecieran a la misma competición. El equipo donostiarra llega al encuentro con el estado de optimismo proclamado tras las tres últimas convincentes victorias en la Liga con un balance de diez goles a favor y solo uno en contra. Y con la sensación de que los éxitos les dan alas y les hacen sentirse capaces de todo.

Imanol alineará su once de gala de este inicio del campeonato, si no se cuenta a la habitual larga lista de bajas que arrastra. En la portería Remiro es indiscutible a día de hoy, con Gorosabel, Aritz, Le Normand y Monreal por delante. En el mediocentro, si está en plenitud de condiciones, se mantendrá el coronel Zubimendi, con los referentes Merino y Silva por delante. Y arriba, los puñales Portu y Oyarzabal serán los escuderos del 9, única duda aparente en la alineación. Si Imanol cree que el Nápoles jugará con la defensa adelantada, saldrá Isak, pero si considera que les esperarán rezagados, el elegido podría ser Willian José. Es la única incógnita.

El rival

El Nápoles es un equipo compuesto casi en su integridad por jugadores internacionales absolutos en sus respectivos países. Para hacernos una idea de su potencial, el pasado verano pagó 70 millones de euros para contratar a Victor Osimhen. Otra dimensión. Es un conjunto muy fuerte físicamente en el doble pivote y la defensa, que deposita toda la calidad en la línea de tres en la que actúan tres jugadores capaces de ganar partidos: Lozano, Mertens e Insigne.

Noche de gala en Anoeta. Hace mucho tiempo que la Real no teme a nadie en su casa. Ni al famoso Napoli, cuya fama le precede desde la época de Maradona, que cambió su gen competitivo.