El Gobierno vasco mantiene la previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de Euskadi para este año en el 2,1 %, pero rebaja una décima, hasta el 1,7 %, la del próximo ejercicio por el menor impulso de las exportaciones.
La Dirección de Economía del Ejecutivo autonómico ha elaborado unas nuevas previsiones macroeconómicas para este año y el próximo en las que se espera un mayor dinamismo que el previsto de los servicios y un menor crecimiento de la industria, lastrada por la incertidumbre y el freno del comercio internacional provocados por las amenazas arancelarias y los conflictos bélicos en Ucrania y Oriente Medio.
La economía vasca crecerá fundamentalmente por la fortaleza de la demanda interna, que aumentará este año un 2,3 % y un 1,9 % en 2026, gracias al buen momento que vive el consumo de las familias por la buena marcha del empleo, el control de la inflación y la recuperación del poder adquisitivo de los salarios y las pensiones.
Así, el Gobierno vasco mantiene que el consumo final aumentará un 2,3 % y la inversión un 2,4 %, una y dos décimas más que lo estimado hasta ahora, respectivamente.
El empleo crecerá un 1,4 % este año
En cuanto al empleo, la tasa de paro seguirá moderándose y bajará del 7 % actual hasta el 6,6 % en 2026, cerca de la media que se registra en la zona euro.
Asimismo, el escenario actual anticipa un crecimiento del 1,4 % este año y del 1,1 % en 2026 respecto al empleo -puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo-, con una revisión a la baja de una décima por año.
Esas tasas se traducen en la creación de 14.000 empleos este año y otros 11.000 el próximo, con lo que se superará ampliamente la barrera del millón de puestos de trabajo en la economía vasca", ha destacado el vicelehendakari y consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres.
Por sectores de actividad, prevé un "gran dinamismo" de los servicios, incluso mayor que el previsto en marzo, y eleva el aumento de su valor añadido hasta el 2,5 % en 2025 y el 1,8 % en 2026, dos y una décima superiores a lo estimado hasta ahora respectivamente. Esa pérdida de impulso el próximo año se deberá al menor ritmo de crecimiento del empleo el año que viene y al "agotamiento del gran incremento" del turismo, según el Gobierno vasco.
En coyuntura actual, la industria es el sector que se verá más afectado por la incertidumbre y el freno del comercio internacional, al ser la actividad más expuesta a la competencia con el exterior.
Se estima un crecimiento del 0,9 % este año, dos décimas menor que el estimado en las anteriores previsiones de marzo, que se acelerará al 1,4 % en 2026, también 2 décimas menos, acercándose a la media de la economía.
"Pese a que la política comercial estadounidense perjudica a la industria vasca, la reducción de costes financieros, los acuerdos europeos en materia comercial con otras áreas y el impulso fiscal anunciado favorecerán la recuperación de la industria europea, incluida la vasca", ha augurado Torres.