La patronal guipuzcoana Adegi ha alertado de que la incertidumbre global ha provocado una pérdida de competitividad en Europa que afecta de manera especial a la industria, ante lo que exige que tanto agentes sociales como institucionales, económicos y políticos reaccionen con el impulso de medidas estructurales más allá de las que ya se han adoptado con carácter de urgencia. Adegi incide en que este sector es capital para el bienestar de la sociedad porque crea empleo de calidad, impulsa la innovación y ofrece un futuro a los jóvenes, ante lo que urge a actuar con propuestas estables y permanentes.

La presidenta de Adegi, Isabel Busto, junto con su director general, José Miguel Ayerza, y el responsable de Innovación y Competitividad, Patxi Sasigain, han comparecido en Donostia la víspera de la celebración de su asamblea general para dar cuenta de los resultados de su último informe de coyuntura económica de Gipuzkoa, donde han incidido en un mensaje que ya lanzaron tres meses antes que alerta de la compleja situación que atraviesa la industria en el territorio, en especial la relacionada con la metalurgia, que “es la que más ha sufrido”, y con la fabricación de componentes de vehículos, muy afectada por la crisis de la automoción.

Pesimismo en la industria

Los datos que fundamentan este toque de atención se reflejan en el informe de Adegi donde, según sus responsables, se constata un peor comportamiento que otros sectores en los resultados de todos los epígrafes. Busto ha indicado que son más las empresas industriales que consideran que su mercado está en recesión que las que creen que está en reactivación, y que presenta una cartera de pedidos débil. Del mismo modo, la facturación de este sector durante el primer trimestre del año en relación con el mismo de 2024 ha caído un 0,7% frente a las subidas de la construcción y los servicios.

Sede de la patronal guipuzcoana Adegi en Donostia. Ruben Plaza

Otro de los aspectos que preocupan a la patronal es el estancamiento de la creación de empleo industrial, dado que por lo general estos puestos suelen presentar buenas condiciones laborales y sueldos. Busto ha recordado una reciente intervención de Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, en la que calificó la actual situación de “emergencia industrial europea” en una afirmación que la presidenta de Adegi comparte. En su opinión, las empresas “deben enfocarse en mejorar su productividad y competitividad”, pero también considera que otros agentes sociales, económicos y políticos deben contribuir a este esfuerzo.

Medidas estructurales

En este sentido, ha admitido que las medidas que han adoptado las administraciones públicas para ayudar al tejido empresarial a hacer frente a la incertidumbre internacional que dificulta de manera notable su actividad y crecimiento “están bien”, pero ha objetado que tienen un carácter de urgencia, por lo que cree que sería necesario adoptar otras de índole estructural, entre las que ha citado una fiscalidad “más competitiva”, la reducción de las cargas burocráticas y el impulso a la innovación y a la inversión. Suma a este paquete iniciativas orientadas a reforzar las infraestructuras de comunicación y el suministro eléctrico, y las que apoyen la transición ecológica. “El reto no es exclusivo de las empresas, es una responsabilidad compartida”, ha advertido la presidenta de Adegi.

Respecto a los factores que más preocupan al empresariado guipuzcoano, los que más han crecido en los últimos tres meses con las tensiones geopolíticas y comerciales y el descenso de la rentabilidad de las ventas, en consonancia con un contexto en el que, tal y como ha recordado Isabel Busto “se ha producido una ruptura en las reglas económicas globales y una inestabilidad político-económica”. Sin embargo, los primeros puestos de cuestiones que provocan una mayor intranquilidad se mantienen con los elevados costes laborales e incrementos salariales, la debilidad de la economía internacional, la dificultad para contratar personal cualificado y el alto nivel de absentismo liderando la lista en este orden.