El consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, ha lamentado que la industria vasca ha perdido atractivo para la captación de talento y ha instado a redoblar esfuerzos para derivar hacia este sector, que en Gipuzkoa representa el 27% de su PIB, la incorporación de nuevos perfiles. Según considera, la industria vasca “ha dejado de ser tan sexy como antes” y se debe revertir esta situación con la incorporación de talento femenino a las empresas manufactureras y prestar atención a las candidaturas extranjeras.
El consejero vasco ha intervenido en un desayuno de trabajo organizado por la patronal guipuzcoana Adegi y Kutxabank en el que ha disertado sobre la situación de la industria en Euskadi que, según ha dicho, se encuentra en una buena situación pero debe prepararse para los nubarrones que ya se atisban. En la línea de lo expresado en ocasiones anteriores, la CAV necesita “más industria, mejor industria y menos emisiones” tras lo que ha coincidido con el lehendakari, Imanol Pradales, en las capacidades del territorio para convertirse en “punta de lanza de la reindustrialización de Europa”.
Factores de competitividad
La fortaleza de la industria vasca depende de varios factores sobre los que Jauregi se ha pronunciado en respuesta a las preguntas formuladas por la elevada representación empresarial que se ha reunido en Donostia para asistir a su charla. Junto con el talento, la fiscalidad ha sido uno de los asuntos abordados que el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad piensa que está bien encarrilada con la revisión planteada por el equipo de gobierno conformado por el PNV y PSE que ahora se negocia.
A este respecto ha señalado que en el Reino Unido, país donde ha desarrollado parte de su carrera profesional, hay una “obsesión” por la fiscalidad, cuando cuestiona cuál es su impacto en la actividad empresarial. Jauregi ha planteado que, dado que el sistema fiscal responde al objetivo de potenciar al sector industrial vasco, el debate debería centrarse en otros aspectos, entre los que ha citado la productividad. “Debemos plantearnos de qué palanca de competitividad queremos tirar y en qué debate queremos centrarnos”, ha afirmado.
Prestigiar al empresariado
Durante su intervención, ha alabado la labor del empresariado, cuya figura debe “prestigiarse”, pero también ha lanzado algunos mensajes. Uno de ellos se relaciona con el absentismo, una de las preocupaciones que más ha crecido en el último año entre el tejido productivo, sobre lo que el consejero vasco ha pedido a los presentes que se pregunten “qué hago yo como empresario para que la gente que se queda en casa porque quiere no tenga ilusión”. Según ha asegurado, ya hay negocios que han iniciado un reflexión sin “caer en opiniones y soluciones rápidas”.
Del mismo modo, ha incidido en los beneficios que ha reportado tradicionalmente la colaboración público privada para impulsar el sector industrial vasco, que se ha comprometido en mantener e reforzar, pero ha matizado que “la parte privada tiene que empujar” para recuperar la tradicional pujanza industrial, tanto en Gipuzkoa como en la CAV y en Europa. “Tenemos que correr más, no sólo lo público, sino también lo social y empresarial”, ha advertido. Sobre todo, en su opinión, en la carrera tecnológica en la que cree que Europa se ha quedado atrás frente al importante desarrollo de Estados Unidos y China.
Transición energética como oportunidad
“China hace una década nos vendía balones de playa y ahora mete en nuestros mercados automóviles eléctricos”, ha ejemplarizado, para añadir que la apuesta clara de Euskadi ha de ser la sostenibilidad, pero planteada de tal forma que no afecte a la competitividad del país. Cree que el diferencial de Euskadi se debe centrar en este ámbito puesto que la transición energética “es una oportunidad” para la industria vasca y “debemos aprender de Amazon”. En este sentido, considera que la realidad de la CAV en generación de energía renovable “contrasta con nuestra ambición como país”. Así, ha indicado que en comparación con otros países la generación es muy pequeña, pero también lo es en relación con la superficie de Euskadi al situarse en la tercera parte de la media estatal.
Un tercer factor en contra son las “reticencias” mostradas tanto por los equipos municipales de las localidades donde se han planteado proyectos como por su población. Jauregi aboga por “soluciones equilibradas” que tengan en cuenta que los emplazamientos tengan recursos (sol y viento), que no impacten áreas medioambientales protegidas, que se sitúen cerca de infraestructuras ya existentes para no tener que construir nuevas, y que exista un criterio empresarial, puesto que los negocios impulsores “deben tener beneficios”. “Primero empecemos por este debate porque ahora estamos perdidos”, ha reconocido.
Buena base industrial
El consejero vasco ha recordado que para afrontar todos estos retos Euskadi parte de una buena base industrial porque “es líder” en sectores como la energía eólica porque dispone de toda la cadena industrial para crear parques eólicos, en aeronáutica -”cada dos minutos despega un avión con motor fabricado en Euskadi”-, en aeroespacial donde como ejemplo ha citado que recientemente se ha lanzado el primer satélite fabricado por completo en la CAV, y en campeones ocultos, aquellas empresas que, sin ser de grandes dimensiones, destacan a nivel internacional.
En lo que respecta a Gipuzkoa, ha asegurado que dispone de “empresas de referencia mundial” y que es “experta” en máquina herramienta, en movilidad sostenible, en biosanidad y en computación cuántica. De hecho, según la información de la que dispone “es el territorio que demuestra mayor dinamismo” y se sitúa en segunda posición en el índice GINI de desigualdad social. En este desarrollo, ha apuntado la contribución del modelo cooperativo, de gran arraigo en el territorio, y una cultura empresarial en el que “en una misma cuadrilla hay un empresario y un operario”. El consejero también se ha dirigido a la organizadora del evento, la patronal Adegi, para halagar su modelo que pone a las personas en el centro de la empresa.