La industria de Gipuzkoa ya muestra síntomas de debilitamiento por la ralentización de la economía europea, en especial la de Alemania que es uno de sus principales clientes, y lo hace de manera especial en metalurgia y automoción, según constata Adegi en la encuesta que trimestralmente realiza entre el tejido empresarial del territorio.
“La confianza, las ventas, los pedidos y el empleo se debilitan hasta situarse, en algunos casos, en el nivel más bajo desde lo peor de la pandemia o en niveles de 2020 o 2021, que fueron años complicados” ha señalado la presidenta de la patronal guipuzcoana, Isabel Busto, para afirmar que, a pesar de ello, la situación económica de Gipuzkoa “sigue siendo positiva”. Adegi mantiene unas previsiones de crecimiento de su PIB en una horquilla entre el 1,8% y el 2,2% con perspectivas de crear entre 3.500 y 4.000 puestos de empleo.
Desplome industrial alemán
En cualquier caso, preocupa las expectativas del sector industrial, de manera más acusada en actividades como la automoción con los problemas que presentan los principales fabricantes como el alemán Volkswagen, que inciden de manera directa en la industria auxiliar guipuzcoana, y lo hace mucho más que la transición energética. La metalurgia también sufre la complicada situación económica de Alemania, cuyo PMI retrocede hasta los 40,6 puntos y evidencia “su desplome industrial”, en palabras de Busto.
En consecuencia, el 20,5% de las empresas de la industria metálica guipuzcoana prevén una disminución el empleo, en un porcentaje muy superior al 12% del conjunto del sector industrial que en el territorio considera que deberá reducir plantillas. Sin embargo, en el conjunto del tejido empresarial, que contempla también servicios y construcción, la situación es más estable y más de ocho de cada diez empresas prevé mantener o aumentar sus plantillas.
Recomendaciones
Como recomendación de la patronal guipuzcoana para afrontar esta difícil situación, tanto Isabel Busto como José Miguel Ayerza se han remitido al informe Draghi para incidir en la necesidad de impulsar la competitividad industrial con consejos como acelerar la innovación, lograr un equilibrio entre la descarbonización y la productividad, mejorar la financiación de inversiones estratégicas y reformar la gobernanza de las empresas.
También se han dirigido al sector institucional para recordar que la burocracia que existe en la actualidad y “el exceso de regulación” dificulta llegar a los niveles de competitividad que exigen los mercados internacionales, ante lo que pidieron “agilizar la toma de decisiones para adaptarnos más rápidamente a los cambios globales”.
Conflicto en Oriente Medio
“Ha pasado poco tiempo para tener un feed back” de las consecuencias del conflicto en Oriente Medio en la economía guipuzcoana, según ha afirmado el director general de Adegi, José Miguel Ayerza, al ser consultado sobre la opinión de las empresas que, como CAF, tienen intereses en la zona bélica.
Ha considerado que la preocupación por la economía internacional, de momento, se enfoca en la ralentización de las principales economías de Europa que tienen estrechas relaciones comerciales con el tejido empresarial guipuzcoano, aunque ha añadido que este conflicto “no hace más que aumentar esa preocupación”, con derivadas como un posible incremento del precio del petróleo o problemas con el suministro.
El responsable de Innovación y Competitividad de la patronal guipuzcoana, Patxi Sasigain, ha afirmado que actualmente las exportaciones dirigidas a países ajenos a la Unión Europea aumentan “casi en récords históricos”, pese al conflicto armado en Oriente Medio.
El empresariado guipuzcoano a nivel interno se encuentra más inquieto por los elevados costes laborales e incrementos salariales y por la dificultad de contratar a personal cualificado, y crece de nuevo la preocupación por el elevado nivel de absentismo.