El progresivo envejecimiento de la sociedad guipuzcoana ya plantea problemas en el ámbito laboral, pues las empresas comienzan a tener serias dificultades para captar talento. En este contexto, la empresa familiar añade otro desafío como es la sucesión de los propietarios, que por motivos de jubilación quieren retirarse y dejar paso a nuevas generaciones, pero en muchos casos no tienen la fórmula que garantice el éxito de esa transición.

“Estamos en un momento crítico, porque muchas empresas familiares se crearon en Gipuzkoa en la década de los 40 o los 50 y ahora hay que transmitirlas a otra generación”, explica Ana Ugalde, responsable de Gestión de Personas y Desarrollo de Equipos de la Cámara de Gipuzkoa, quien constata cierta preocupación entre los propietarios sobre el proceso a seguir

Por este motivo, la entidad cameral en colaboración con la Diputación Foral de Gipuzkoa decidió hace cuatro años ofrecer una formación específica para la continuidad de la empresa familiar “con un balance muy positivo” en las tres ediciones anteriores, apunta Ugalde.

Segunda generación

Uno de los momentos más difíciles para este tipo de compañías es el paso de la primera a la segunda generación, donde siete de cada diez empresas o desaparece o pasa a otras manos. De las que consiguen superar este reto, la mitad no sobrevive a la segunda generación mientras que el 15% restante prosigue con la tercera. 

El curso diseñado por la Cámara de Gipuzkoa pretende mejorar estos resultados con una formación que aborda una gran diversidad de aspectos que afectan a estas empresas.

“Ofrecemos una visión amplia con los asuntos que hemos identificado de mayor interés”, explica la responsable cameral de Gestión de Personas y Desarrollo de Equipos, “con el objetivo de sensibilizar, formar y concienciar en los diferentes ámbitos de la empresa”, tanto para los puestos gestores como para los consejos de administración y órganos de gobierno. 

Esta formación está dividida en once módulos que pueden cursarse en su conjunto o por separado en los que se trabaja desde diferentes perspectivas para asegurar la continuidad del negocio por parte de la familia.

Desafíos

Sus contenidos tratan de dar respuesta a los grandes retos a los que se enfrenta la empresa familiar como es el relevo generacional, la profesionalización de la gestión y la preservación de los valores familiares en un contexto empresarial cada vez más competitivo y los destinatarios de esta formación son tanto los fundadores como los miembros de los órganos de gobierno y de gestión y las nuevas generaciones llamadas a asumir responsabilidades en la empresa.

Ana Ugalde, responsable de Gestión de Personas y Desarrollo de Equipos de la Cámara de Gipuzkoa. Iker Azurmendi

Entre las cuestiones que aborda se encuentran aspectos legales, gestión económico-financiera, metodología para elaborar un plan estratégico, protocolo familiar o alternativas de financiación no bancaria. Otros módulos ofrecen conocimiento y experiencia sobre reorganizaciones empresariales que analiza cuál es la fórmula jurídica más adecuada para que la sucesión empresarial tenga buenos resultados y claves para gestionar los conflictos internos.

Reunión intergeneracional

“La mayor parte de los módulos se dirigen a quienes están en la gestión o en el consejo de familia”, explica Ana Ugalde, pero también apunta a que hay un módulo especial que, a modo de reunión intergeneracional, reúne a fundadores, actuales gestores o propietarios y sus descendientes para que juntos compartan sus experiencias, tanto profesionales como personales.

El relevo generacional, el “traspaso de poderes” de una generación a la siguiente, es un momento crítico que este programa aborda, pero también trata otros asuntos que tienen la misma relevancia como el la profesionalización de la gestión, puesto que las personas que heredan el negocio pueden no tener todas las capacidades necesarias para tomar decisiones decisivas sobre el futuro de la empresa.

Valores familiares

También se incide en una cuestión que en este tipo de organizaciones es fundamental, como es la preservación de los valores familiares “en un contexto empresarial cada vez más competitivo”, recoge el programa. Del mismo modo, se ofrecen herramientas para capacitar a la persona emprendedora a conformar un accionariado “responsable y competente”.

El programa analiza aspectos clave como la gestión del talento y la comunicación en la empresa familiar, la planificación estratégica, la profesionalización del liderazgo o la elaboración de protocolos familiares para hacer frente a situaciones complicadas que puedan plantearse en este tipo de negocios, muy presentes en la economía guipuzcoana. 

El primero de los módulos comenzará a impartirse el próximo martes con la posibilidad de cursar los once que integran el programa o elegir el que responda de manera adecuada a las inquietudes de los propietarios. herederos y gestores.