“Es un programa totalmente imprescindible y necesario para una empresa familiar”. Leire Aranburu, socia directora de Tratamientos Geuria, considera un acierto haber cursado los once módulos de esta formación que le ha aportado un valioso conocimiento sobre las especificidades de este modelo de empresa, mayoritaria en Gipuzkoa.
Aranburu gestiona una empresa con sede en Irun dedicada a recoger y tratar residuos industriales, y en un foro empresarial que se desarrolló en el recinto ferial Ficoba de la ciudad fronteriza asistió a una conferencia de Maider Barahona, experta del Grupo Oteic, donde “se me encendieron todas las alertas”. Explica que hasta entonces “no era consciente de lo que era tener una empresa familiar” pero decidió resolver esta situación con su asistencia al programa de la entidad cameral.
Especificidades
En su caso, la razón no responde al relevo generacional, puesto que tanto ella como su hermano tienen un recorrido en Tratamientos Geuria, sino que se refiere al interés por profundizar en los diferentes aspectos que implica este modelo empresarial para adquirir nuevas capacidades y optimizar el rendimiento.
Valora la formación técnica y teórica, pero también subraya la ventaja de formar parte de un grupo donde se combinan muchos perfiles. “Es un foro lo suficientemente abierto para que cada uno exponga su situación, porque ofrece confianza y confidencialidad”, indica.
“El hecho de que alguien te explique” cómo ha resuelto un problema o gestionado un conflicto “te ayuda” a trasladar ese conocimiento a la empresa propia. En los meses que cursó la formación de la Cámara de Gipuzkoa, Aranburu convivió con “empresas que están más avanzadas con otras que, como la nuestra, hasta ese momento no habíamos iniciado nada”.
Transmisión a generaciones jóvenes
La valoración que realiza la gerente de Tratamientos Geuria del conjunto de los once módulos es alta, pero destaca por su novedad y su planteamiento uno de ellos, en el que se celebra una jornada con la participación de diferentes generaciones de las familias empresarias.
Aranburu explica que acudieron a este encuentro los hijos y las hijas de las personas empresarias en edades adolescentes o universitarias, a quienes se les explicó qué implica pertenecer a una empresa familiar. “A veces nuestros hijos no son conscientes de que van a heredar el negocio, y este tipo de reuniones son una experiencia muy buena para acercar posturas y hacerles entender que estas empresas tienen sus particularidades”, concluye.