Hubo un tiempo no tan lejano en el que hablar de salud mental era algo tabú. En medio de ese secretismo, en 1985, nació Agifes, la Asociación Guipuzcoana de Familiares y Personas con Problemas de Salud Mental, con el objetivo de trabajar en pro de la integración de las personas con trastorno mental. “Era algo invisible y no había ningún tipo de ayuda o servicio. Afortunadamente, la situación ha cambiado mucho y ha evolucionado. La gente ha empezado a estar más sensibilizada”, explica Ruth Encinas, gerente de la entidad.

Para Agifes, que alguien ajeno a la asociación se acordase de ellos y propusiera su nombre ya era “muy bonito”, así que cuando les notificaron que les iban a conceder la medalla al mérito ciudadano, en pleno día de Santo Tomás, estallaron de emoción. “La fiesta fue todavía más fiesta. Desde entonces, estamos disfrutando mucho del proceso”, cuenta Encinas, quien apunta que el reconocimiento no solo va dirigido a los más de 50 trabajadores actuales y mil socios, sino también a todos aquellos que han pasado por la entidad a lo largo de este tiempo.

Surgido en 1985, Agifes llegó en un momento en el que estaba todo por hacer. “No había programas ni ayudas institucionales, ni asociaciones ni nadie que guiase a las familias”, recuerda la gerente. Esta entidad fue la encargada de colocar los cimientos a favor de las personas con problemas mentales con el claro objetivo de “facilitar su autonomía y su desarrollo personal”.

En este tiempo, estos cimientos no solo han permanecido en pie, sino que se han fortalecido, sobre todo, tras la pandemia. “Es verdad que la medalla llega en el momento en el que por fin estamos hablando más de la salud mental, pero nos habría venido bien en cualquier momento”, ríe, al tiempo que asegura que el coronavirus les ha ayudado “a que se ponga el foco por parte de los políticos y los ciudadanos”. “Creo que el reconocimiento va a ser bueno para que se siga hablando de ello y estemos cada vez más concienciados. Estamos viendo cómo está cambiando el paradigma, así que pensamos aprovechar la medalla para coger impulso y seguir trabajando”, añade.

Este trabajo irá ligado, al menos durante este jueves y viernes, con las ganas de celebrar. Los trabajadores y los socios lo harán durante toda la semana, con especial emoción en la jornada de entrega de las medallas. Allí estará Encinas, quien, no obstante, no se dejará ver el Día de San Sebastián. “Soy de Hondarribia, así que no salgo en ninguna tamborrada”, cuenta entre risas, añadiendo, eso sí, que prácticamente la junta directiva al completo lo hará. “Cómo no después del premio”, ríe.