El Bidasoa dio en Jaén un cierre “orgulloso” a una temporada cuyo balance general no varió en una Copa a la que llegaba con los deberes hechos. Subcampeonato y regreso a Europa por la puerta grande en un año difícil en el que el equipo guipuzcoano encandiló en momentos de la primera vuelta mientras en la segunda combinó partidos como los de Valladolid y Granollers con otros en los que no dio con la tecla para cerrar incluso antes sus metas.

La actuación copera de los guipuzcoanos se acercó más a la primera versión que a la segunda, aunque no llegaran a la cita de la manera más halagüeña, visto el estado de forma del equipo y que varios jugadores estaban tocados.

Aun así, los irundarras cumplieron con las expectativas: derrotaron el viernes al Caserío de Ciudad Real sin dar una opción a su ilusión y el sábado voltearon el partido como pocos imaginaban en esa primera parte que encajaban goles a toda velocidad.

Asier Nieto, en el Siete Ideal

El entrenador del Bidasoa, Jacobo Cuétara, y Asier Nieto, incluido en el Siete Ideal de la fase final, se mostraron “orgullosos” de lo que el equipo ofreció en el Olivo Arena, donde estuvo acompañado por un centenar de bidasotarras en las gradas.

“Estamos orgullosos de la temporada, de esta Copa del Rey y de este partido. Un partido que se puso muy en contra en el inicio por el buen hacer de un Barça que está a las puertas de la Final Four, que es cuando suele ser más difícil competir contra ellos”, reconoció el técnico al terminar un partido en el que costó que el Bidasoa fuera “el Bidasoa guerrero y peleón de siempre, de luchar hasta el final. Son valores que hemos arraigado en el equipo durante estas temporadas. Hemos creído y tenido fe hasta el final. Hemos llegado a ese punto que con un poco de acierto en un momento clave podíamos dar un poco más de guerra, pero no lo hemos aprovechado y damos la enhorabuena al Barça”.

Elogios del Barça

El entrenador del Barça, Carlos Ortega, y la estrella culé, Dika Mem, coincidieron en “dar la enhorabuena al Bidasoa no solo por la semifinal, sino por su temporada”. Como hizo en septiembre tras perder en Artaleku el único punto que el Barça no ha sido capaz de ganar en toda la Liga, Ortega incidió en que “el Bidasoa es un equipo que lo que juega lo juega muy bien; juega a cuatro cinco cosas, pero con variedad y fantásticamente. Nos hemos enfrentado al equipo que nos ha puesto las cosas más complicadas en toda la temporada en la Liga Asobal”.

El entrenador del Barça, Antonio Carlos Ortega, durante la semifinal de Copa contra el Bidasoa Irun. J. L. Recio / RFEBM

Una Copa que cierra ciclo

Esa semifinal copera fue el tercer enfrentamiento del año contra el Barça. El más especial para Cuétara: su último partido como entrenador del club guipuzcoano, tras el que dijo estar “muy orgulloso de este ciclo, de dejar al Bidasoa donde está ahora mismo, a este nivel. Era importante para el balonmano español que volviese a aparecer el Bidasoa y ya lo tenemos”.

“Ha sido un auténtico placer. Quiero dar las gracias a todo el mundo que me ha permitido estas ocho temporadas disfrutar del club, del equipo y de la afición, he sido muy feliz estos años, he crecido como entrenador, y todo son palabras de agradecimiento. Me voy emocionado por todo lo vivido y muy orgulloso de lo que hemos conseguido”, resumió Cuétara en la sala de prensa del Olivo Arena, donde culminó un ciclo con tres subcampeonatos (2019, 2021, 2024) y cinco clasificaciones continentales. Ocho años en el banquillo de Artaleku que le sitúan como segundo entrenador con más partidos al frente del Bidasoa, por detrás de Juantxo Villarreal.

La incógnita del finalista

La otra gran noticia de la Copa —la que más interés despertaba en una previa en la que el Barça partía como gran favorito—, era qué equipo entraría en la final y obtendría el suculento billete europeo.

Granollers —que ya tenía vía Liga—, Cuenca, Logroño y Torrelavega partían por un lado del cuadro en el que riojanos y cántabros se citaron en una semifinal que los primeros llegaron a tener en el bolsillo. Y con él, el billete continental para un equipo hecho para este objetivo.

Los franjivinos ganaban el duelo decisivo 28-24 a falta de seis minutos. Tiempo muerto, parcial de 0-4 y Torrelavega empató (28-28). En la escena final, con un hombre menos en las filas torrelaveguenses los últimos dos minutos, los naranjas lograron el 28-29 y tres premios adicionales al pase a la final: primera clasificación europea de su historia, billete para la Supercopa Ibérica y la condición de cabeza de serie de la próxima fase final de Copa si se celebra en una sede neutral y no media un cambio de formato. Una reflexión que, visto el fin de semana en lo deportivo y lo social (muy lejos del lleno los siete partidos), la competición agradecería.

“Broche de oro”

El entrenador del Torrelavega, Álex Mozas, también acababa de dirigir su último partido al frente del equipo naranja. “Es un broche de oro. Ha sido una temporada muy difícil para nosotros. En la primera vuelta estábamos sextos, cerca del quinto y del cuarto, haciendo buen balonmano; y luego hemos tenido muchísimos problemas”, reconoció tras la final Mozas, que la próxima temporada entrenará al Bidasoa Irun.

Uno de los factores que ha incidido en ese rendimiento desigual aparte de las numerosas lesiones pudo ser el anuncio que Mozas no seguiría en el Vicente Trueba. El propio técnico hizo autocrítica: “Ha podido afectar al equipo y la segunda vuelta ha sido muy mala, pero no nos hemos dejado ir en ningún momento y hemos intentado apretar hasta el final”.

El premio a esa insistencia llegó en Jaén: “El deporte a veces tiene estas cosas, que veníamos aquí sin muchos de nuestros jugadores más importantes, tampoco en nuestro mejor momento, y de repente el equipo se ha conjurado y ha sacado fuerzas de donde no creía que había”.

Esa final copera, “un broche increíble”, tuvo otra lectura adicional para Mozas en el cierre de ciclo de seis años en Torrelavega, club con el que ascendió y consolidó en Asobal. Aterrizará en Irun, donde cogerá un equipo que vuelve a la fase de grupos de la European League.

Álex Mozas, durante la Copa del Rey disputada en Jaén. J.L. Recio / RFEBM

Su sustituto en el Besaya será el técnico bidasotarra Jacobo Cuétara, que también dirigirá en Europa, algo que antes de la Copa parecía lejano. Al menos a corto plazo. Esta circunstancia la subrayó Mozas, que se declaró “muy satisfecho por dejar al Torrelavega en Europa, porque tenía cierta sensación de impostor un poco, porque el año que viene iba a ir a un equipo que yo no había clasificado a Europa. Ahora quedo en paz”.

Ambos esperarán junto al tercer clasificado de la Liga para la European League, el Granollers, a las novedades que la EHF ofrecerá. El Bidasoa es uno de los 16 equipos que tendrá garantizado el acceso a la fase de grupos, tal y como confirman a este diario fuentes de la RFEBM, mientras que el Torrelavega confiará en que la Federación Europea lo promocione como hizo el año pasado con Logroño, que apurará que haya algún tipo de invitación para un cuarto equipo. La fumata blanca llegará entre la última semana de junio y los diez primeros días de julio.