La carretera GI-636 a su paso por Lezo se ha convertido en un punto negro de la red viaria de Gipuzkoa. Este jueves un hombre ha vuelto a perder la vida en un accidente de tráfico ocurrido en la citada carretera, según ha informado el Departamento vasco de Seguridad. Esto ocurre cuando no han pasado ni dos meses del trágico siniestro en el que dos jóvenes de 20 y 22 años murieron en otra colisión frontal y de otro siniestro en el que un hombre falleció tras chocar contra un camión. Ambos ocurridos en diciembre.

El accidente mortal de esta mañana ha tenido lugar poco antes de las 8.00 horas y en él se han visto implicados dos turismos. Ha tenido lugar, concretamente, en la bajada del alto de Gaintxurizketa, a la altura de Muebles Rey, en una zona con un carril de bajada y dos de subida. El ocupante de uno de esos coches ha fallecido, según ha informado Seguridad, "prácticamente en el acto". Ha sido el médico desplazado hasta la zona el que ha certificado su fallecimiento tras los intentos infructuosos por salvarle la vida.

El otro conductor ha resultado también herido y ha sido evacuado al Hospital Donostia después de ser rescatado del vehículo por los bomberos.

Tras el choque la vía ha quedado cortada al tráfico en ambos sentidos registrándose retenciones en la zona. La Ertzaintza ha puesto en marcha la correspondiente investigación con el fin de determinar las circunstancias en que se ha producido el fatal accidente.

Cuatro fallecidos en apenas unos kilómetros

Esta carretera que transcurre desde la variante de Donostia a Irun ha sido en los últimos meses un lugar donde desgraciadamente los accidentes mortales se están repitiendo con cierta frecuencia. Fue el pasado mes de diciembre donde saltó la alarma después de que un joven del propio municipio y otro del barrio donostiarra de Altza murieran en un brutal choque frontal ocurrido en la madrugada del domingo. Ellos viajaban junto a dos amigos en un Ford Orion en el que quedaron atrapados tras chocar contra un BMW 116 el que viajaban tres jóvenes franceses que se salió de la curva e invadió el carril contrario. Además de la muerte de Ander e Iñaki, una joven que viajaban con ellos resultó muy grave.

EL conductor del BMW, otro joven de 21 años, permaneció detenido durante doce días hasta que abonó una fianza de 20.000 euros que le permitió salir en libertad provisional bajo ciertas medidas cautelares. Se enfrenta a diversas penas por dos delitos de homicidio por imprudencia grave y otros dos delitos de lesiones por imprudencia grave.

Cuando la comarca apenas lograba salir de la pesadilla de perder dos jóvenes en una carretera muy transitada por los vecinos, el 18 de ese mismo mes de diciembre otro hombre murió tras incendiarse su coche después de sufrir un accidente en el que se vio implicado un camión. El fallecido era vecino de Errenteria, aunque había nacido en Arantza (Navarra). El siniestro ocurrió también por la mañana, hacia las 10.00 horas, cuando tras el choque el incendio del vehículo hizo imposible auxiliar al fallecido.

Dos víctimas tras un año trágico

Los accidentes de tráfico, además, han sido motivo de preocupación después de que Gipuzkoa cerrara un 2023 con un triste balance de fallecidos: 31 víctimas, 13 más que el año anterior. En comparación con el resto de territorios, además, supuso un golpe, porque siete de cada diez siniestros mortales tuvieron lugar en el territorio guipuzcoano. A pesar de unas cifras que nos retrotraían a años más sangrientos en lo que se refiere a la red viaria como 2015, el comisario jefe de la Unidad de Tráfico de la Ertzaintza, Juan Pablo Duarte, descartaba, por ahora, hablar de una tendencia y reiteraba que la mayor parte de los accidentes se producen por distracciones al volante como usar el móvil o la radio.

De todos modos, no ha acabado enero y ya hay que lamentar dos fallecidos en Gipuzkoa, ya que a la víctima de Lezo hay que sumar el motorista que perdió la vida el pasado domingo en Getaria, en la N-364, otra carretera problemática por la afluencia de vehículos que optan por esta vía por las espectaculares imágenes que ofrece de la costa, a la que se suman los motoristas y ciclistas. De hecho, en esa ocasión, un coche invadió el carril contrario al adelantar a unos ciclistas sin percatarse de la moto que conducía el fallecido venía en esa dirección. Como consecuencia del golpe, el motorista falleció.