Gipuzkoa cobra un triste protagonismo en el balance de accidentalidad y movilidad de tráfico de 2023. Un total de 45 personas fallecieron en las carreteras de Euskadi, la mayor parte de ellas en la red viaria del territorio, con 31 muertos, la cifra más elevada de los últimos ocho años, lo que obliga a remontarse al año 2015 para conocer unas cifras similares.

La diferencia por territorios es más que notable. Históricamente la mortalidad venía siendo similar entre Gipuzkoa y Bizkaia, pero la estadística se ha roto en mil pedazos el último año. Los 31 fallecimientos suponen trece más que en 2022. En Bizkaia, por el contrario, son ocho las personas que han perdido la vida en las carreteras -diez menos que en 2022-, y 6 en Araba, que baja en dos a las registradas un año antes. 

Son las cifras de un año negro para Gipuzkoa, que en lo que a movilidad se refiere deja como “hito” el paso del Tour de Francia por Euskadi, que a su vez coincidió con el inicio de la operación Salida de Verano. Un 2023 de recuperación de los flujos de tráfico, lo que confirma que definitivamente quedan superadas las secuelas de la fase pandémica. 

Es algo que se observa tanto en el tráfico de largo recorrido como en el acceso a las tres capitales vascas y en el paso de Biriatu. Tres puntos de referencia que han registrado incrementos de la movilidad de en torno al 7% con respecto a 2022. Pese a ese aumento de vehículos en las carreteras, se han reducido un 2% los accidentes en el conjunto de la CAV, aunque la estadística vuelve a ensañarse con Gipuzkoa. 

“Estamos viendo un reparto desigual de la mortandad”, ha reconocido la directora de Tráfico del Gobierno Vasco, Estíbaliz Olabarri, que ha presentado este jueves en Bilbao el balance provisional de 2023. Dentro de ese contexto de crecimiento de la movilidad -al que ha contribuido la estabilización del precio del combustible- se observa que, en su conjunto, disminuye el número de siniestros en las carreteras vascas. 

Víctimas de colectivos vulnerables

En concreto, durante el año pasado se produjeron en Euskadi 7.494 accidentes en los que fallecieron 45 personas -un 2% más-, 21 de ellas pertenecientes a colectivos vulnerables: once motoristas (diez de ellos en Gipuzkoa), dos ciclistas y ocho viandantes, frente a los 15 de 2022. De las 2.460 víctimas en carreteras vascas, 917 sufrieron el siniestro en la red viaria guipuzcoana. 

Preguntada por los medios de información sobre la alta siniestralidad registrada en las carreteras guipuzcoanas, Olabarri ha reconocido que "es un dato que nos preocupa", y que ha tenido muy en cuenta a la hora de hacer el balance. “Se ha pasado de 18 personas fallecidas a 31. Hemos analizado los meses en los que se han producido los accidentes, fundamentalmente en noviembre, un periodo del año que no suele ser de alta siniestralidad”, observa.

De las 2.460 víctimas registradas durante 2023 en carreteras vascas, 917 sufrieron el siniestro en la red viaria guipuzcoana

La época de más siniestros coincide habitualmente con el tránsito de las vacaciones de verano, Semana Santa o Navidad. Durante este último año no ha sido así en Gipuzkoa. “Seguiremos orientando nuestros programas de sensibilización, pero sí es verdad que es necesario respetar las normas de circulación, evitar el consumo de alcohol y de sustancias que puedan alterar la conducción”, ha señalado. 

La dirección de Tráfico del Gobierno Vasco descarta hablar de puntos negros en la red viaria de Gipuzkoa. “No hay puntos negros, sino tramos de concentración de accidentes. Circular por los mismos tramos a diario hace que nos despistemos, algo que debemos tener muy en cuenta”, indica.

Despistes al volante

Tras el estudio de los siniestros ocurridos en 2023, la responsable señala que "se están produciendo muchos despistes” al volante, incluso por encima de los provocados por el consumo de sustancias. “Es realmente preocupante que seamos conscientes de que no se puede beber cuando se conduce, pero que no seamos conscientes de que no se puede mandar un email o un WhatsApp. No hay más que fijarse cuando paras en un semáforo. Una cantidad increíble de gente está con el móvil, con el navegador, o hablando por teléfono", ha alertado.

“Es preocupante que seamos conscientes de que no se puede beber cuando se conduce, pero no lo seamos de que no se puede mandar un email o un WhatsApp"

Estíbaliz Olabarri - Directora de Tráfico del Gobierno Vasco

Pese a las cifras que deja Gipuzkoa, la tendencia, ha señalado la directora, hay que verla siempre en ciclos amplios de tiempo. “En el año 2000 en nuestro país el número de fallecidos en accidente de tráfico ascendía a 218 personas, un dato realmente dramático. En 2010, los muertos en carretera fueron 67; y en 2019 se redujo a 51”, ha expuesto la responsable. A partir de ese año, la cifra ha tendido a estabilizarse en torno a las 45 personas fallecidas, como ha ocurrido el último año. Un 13% de las víctimas mortales son mujeres y un 87% hombres, entre ellos los 2 ciclistas, el 91% de los motoristas y el 62% de los peatones atropellados.

El Gobierno Vasco ha apuntado que mantendrá los planes de concienciación sobre seguridad vial para la población joven y sobre todo los orientados a las personas de los citados colectivos vulnerables. “Somos conscientes de la problemática que les afecta. Desde la dirección seguiremos trabajando y dando nuestro apoyo para intentar reducir la siniestralidad”, ha indicado. 

La dirección de Tráfico trabaja con el objetivo de conseguir “0 víctimas” en el horizonte 2050. Sin embargo, “45 personas fallecidas es una realidad que nos concierne a todos, instituciones públicas y privadas, a la sociedad en general, y a los ciudadanos en particular. Tenemos que tomar conciencia y asumir nuestra responsabilidad, porque es que responsabilidad de todos y todas hacer de la red viaria vasca un lugar más seguro”, ha remarcado Olabarri.