El esfuerzo realizado en las últimas décadas en la lucha contra el tabaquismo ha dado sus frutos y se ha producido una paulatina reducción del número de personas que fuman a diario. La comparativa con respecto al arranque del siglo XXI resulta abrumadora. En 2003 se vendieron en Gipuzkoa 95,4 millones de cajetillas de tabaco. El año pasado fueron 56,5. Es decir, en dos décadas la venta se ha reducido un 40%, según datos del Ministerio de Hacienda.
Una caída libre que, sin embargo, parece comenzar a remontar en el último año tras haberse vendido en el territorio casi cinco millones más de cajetillas que en 2023, cuando se dispensaron 51,6. Supone un 9,5% de incremento. Un cambio de tendencia que todavía resulta más llamativo al observar la venta de tabaco de liar: de los 193.620 kilos distribuidos en Gipuzkoa en 2023 a los 213.343 despachados el año pasado.
Este 2025 parece seguir la misma tónica, con una distribución de casi 33 millones de cajetillas (32,97) y un total de 126.460 kilos de tabaco comercializados hasta el mes de julio, según los datos recabados por este periódico del Ministerio de Hacienda. De seguir esa misma progresión, es más que probable que el año se cierre con un nuevo incremento, algo a todas luces inusual hasta fechas bien recientes en las que poner coto al tabaco ha implicado medidas que han permitido reducir su consumo.
La Asociación Española Contra el Cáncer lanzó la alerta el pasado mes de mayo. Advirtió del aumento del consumo de tabaco entre los jóvenes. Esta entidad señaló que desde hace cuatro años ha crecido un 10% el número de chavales de entre 14 y 24 años que fuman a diario, junto a un 11% que lo hacen de manera ocasional.
Crece el consumo
Una observación que se corresponde con el creciente volumen de ventas de paquetes de tabaco en Gipuzkoa, según se desprende de la estadística de Hacienda. Especialmente acusado fue el salto de 2021 a 2022, cuando se pasó de dispensar 45,2 millones de cajetillas a 51,4. Desde entonces se ha mantenido la misma tendencia. En 2023 fueron 51,6, y volvió a registrarse otro pico importante en 2024, con 56,5 millones de cajetillas.
Nada que ver con la tendencia que marcó el año 2011, que supuso un antes y un después para el sector al entrar en vigor la ley antitabaco. Aquel año se distribuyeron en Gipuzkoa 73,4 millones de cajetillas, venta que se desplomó en 2012 a 62,9. Desde entonces el descenso había venido siendo la tónica dominante.
Según explican desde la asociación, el aumento del consumo de tabaco en adolescentes está originado por el mayor uso de los nuevos dispositivos, debido a que los jóvenes que los consumen “tienen el triple de posibilidades de iniciarse en el consumo de tabaco”.
A este respecto, se observa en la sociedad una respuesta ambivalente: aumenta el apoyo de la ciudadanía a ampliar espacios sin humo, al tiempo que crece el consumo y desensibilización en jóvenes, algo que “podría estar relacionado con la normalización del uso de estos dispositivos, percibidos erróneamente como inofensivos o menos perjudiciales”.