El 5 de enero una joven de 18 años regresaba a casa a pie cuando fue arrollada a escasos metros del alto de Gaintxurizketa por un coche que circulaba en dirección a Irun. Dos días más tarde falleció en el hospital al no poder superar las graves heridas. Desde ese día, otras seis personas han muerto en los 5,5 kilómetros que van desde la rotonda de Altamira hasta la de Gaintxurizketa.
Una estadística que no empieza en enero de 2023 ni tampoco se limita a los cinco kilómetros que separan las dos rotondas. A 200 metros del alto de Gaintxurizketa, el ciclista oiartzuarra residente en Hondarribia Jon Rodríguez fue arrollado por un turismo en Reyes de 2022.
Localizar los accidentes mortales en un mapa es un ejercicio elocuente: los seis siniestros analizados desde enero de 2023 no se reparten a lo largo de los 5,5 kilómetros, sino que se sitúan en dos zonas: los dos kilómetros de la variante de Errenteria, entre los terrenos de Papresa y Altamira, y los 700 metros entre el hotel Errekalde y el alto de Gaintxurizketa. Donde se encuentra la parada de Euskotren sin ningún paso de cebra cerca.
Diciembre de 2023, tres fallecidos
Los dos siguientes siniestros mortales ocurrieron precisamente en la variante de Errenteria en diciembre de 2023, el peor mes en esta estadística de año y medio. La madrugada del día 3 dos jóvenes fallecieron después de que un vehículo de matrícula francesa los embistiera.
Los amigos volvían a casa sobre las 3:45 horas cuando irrumpió un turismo, BMW 116, que conducía un joven francés de 21 años en dirección a Irun. El vehículo en el que circulaba junto a otros dos jóvenes por la GI-636 se salió en una curva, a la altura de la papelera de Errenteria. El impacto en la parte izquierda del turismo provocó que el conductor y quien ocupaba el asiento trasero se llevaran la peor parte. Otras cinco personas resultaron heridas.
A poco más de 100 metros del lugar de este accidente tuvo lugar otro siniestro quince días después: el choque entre un camión y un turismo que se ha saldado con un hombre fallecido.
Tres muertos en 2024
Ya en 2024, enero, mayo y agosto se han teñido de negro en estos apenas cinco kilómetros de carretera. A finales del primer mes del año, dos turismos chocaron a la altura de Muebles Rey poco antes de las 8:00 horas del día 25, en el tramo final del ascenso al alto de Gaintxurizketa desde Errenteria.
Otro tránsito laboral se llevó la vida de un hombre de 61 años, natural de Behobia, cuando al filo de las 13:45 horas regresaba en moto a casa desde su trabajo en Donostia. El siniestro se produjo en la bajada previa al túnel de Altamira, en dirección a Irun. La luctuosa lista la cierra este lunes una viandante atropellada en las proximidades de Gaintxurizketa.
En estos accidentes resulta difícil encontrar un mismo patrón. No son pocos los siniestros que ha sufrido Gipuzkoa este 2024 en los que las víctimas son motoristas, pero en el tramo entre Errenteria y Gaintxurizketa, en los seis accidentes fatales es en uno en el que hay motocicletas implicadas. En al menos tres de ellos, el motorista no era el culpable.
Más allá de estos accidentes, Gipuzkoa vive un 2024 negro en cuanto a víctimas mortales de tráfico se refiere, en la senda del final del 2023, cuando se registró el 50% de los fallecidos en carretera de todo el año.
Múltiples preguntas, diversos factores
Más allá de la GI-636, la variante de Donostia (GI-20), la GI-631, la N-I… han ocurrido accidentes que han segado vidas y teñido de luto familias. Si tenemos en cuenta los datos que facilita el Gobierno Vasco en su web, con base en las estadísticas de la Ertzaintza y las policías locales hasta el 31 de julio (que recoge las personas fallecidas en las primeras 24 horas tras un siniestro), en toda la red viaria guipuzcoana han fallecido 13 personas desde comienzos de año. De ellas, 8 eran motoristas. Como punto de referencia, en todo 2023 fallecieron 10 conductores de moto en nuestro territorio.
En el balance del pasado año, el comisario jefe de la Unidad Territorial de Tráfico de la Ertzaintza en Gipuzkoa, Juan Pablo Duarte, reflexionaba en conversación con este diario los accidentes de diciembre de 2023 en la variante de Errenteria: “Es un tramo que, sobre todo a determinadas horas, tiene muchísimo tráfico. Yo lo veo más bien como un problema de saturación de tráfico, porque no es un lugar por el cual se pueda circular a gran velocidad”.
La velocidad es un componente que puede resultar decisivo en algunos siniestros en una red de carreteras, como la guipuzcoana, “muy complicada”: “Se conduce a una velocidad elevada. Estamos atravesados por la N-I, la A-15 y la AP-8, vías que unen la meseta con Francia, por lo que el tránsito de vehículos es constante. La orografía no es la mejor y, a su vez, la sensación de los coches de hoy en día es de seguridad y de confort. Pero no debemos olvidar que vamos a una determinada velocidad en un contexto que no es el mejor”.
Fechas y meteorología
En esa misma entrevista, publicada en enero de este año, Duarte explicaba que lunes y viernes suelen ser los días más problemáticos en cuanto al tráfico y los accidentes, “coincidiendo con las entradas y salidas de la jornada laboral. Así viene ocurriendo en los últimos años”. En el caso de estos seis accidentes mortales, dos han sucedido en lunes y un tercero en viernes; jueves (2) y madrugada del domingo completan la nómina.
“Los días previos a un puente, o a periodos vacacionales también son complicados”, avisaba el comisario jefe de la Unidad Territorial de Tráfico de Gipuzkoa: “Todos queremos salir cuanto antes y llegar a nuestro destino en el menor tiempo posible”.
Otro de los factores que incrementa el riesgo de siniestros son las precipitaciones, sobre todo “el primer día de lluvia tras una temporada de buen tiempo. Nos acostumbramos a conducir de una determinada manera, pero el coche no se maneja igual con lluvia que sin ella. La carretera suele estar bastante sucia, y no se limpia hasta que llueva lo suficiente”.