La Asociación Ucrania-Euskadi ha comunicado a la Guardia Municipal la aparición este fin de semana en su sede de Donostia de pintadas prorrusas que reproducen la letra zeta, que exhiben los defensores de Putin y su agresión. “Nuestra labor no se ha visto condicionada. Estamos tranquilas, pero hemos querido avisar a la policía para que conste en caso de que la situación se agrave”, explica a este periódico Natalia Mykhaylevska, vocal en Gipuzkoa de la asociación.

Camino del primer año del inicio de la invasión rusa en Ucrania, las tropas han encontrado precisamente en esa letra, la zeta, un símbolo que ha trascendido a la guerra sobre el terreno, una suerte de nueva bandera con la que la propaganda del Kremlin quiere apuntalar su nacionalismo. Un signo que ha saltado de los tanques a las calles de Euskadi, como se ha podido visualizar durante estos meses atrás en las pintadas de alojamientos que acogen a refugiados ucranianos en Bizkaia y Araba, y también en varios batzokis.

El propio consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, confirmó el pasado mes de abril que la Ertzaintza había abierto una investigación por la aparición de pintadas prorrusas en una calle de Bilbao y en dos alojamientos de la capital vizcaina que acogen a refugiados ucranianos.

“En Donostia, hasta ahora, estábamos tranquilas, pero no hay más que ver los comentarios que circulan en las redes sociales en torno a nuestra labor”, denuncia Mykhaylevska, quien durante los últimos meses ha mantenido a pie de calle más de una discusión con partidarios de Putin. “Me da rabia que se traslade a la opinión pública la idea de que los ucranianos hemos bombardeado durante ocho años el Donbás”, censura la responsable de la asociación, que alude a un conflicto que no se ha desprendido del riesgo de una eventual deriva nuclear.

Crímenes de guerra

La Unión Europea ha propuesto que se avance hacia la creación de un "tribunal especializado" para juzgar los crímenes de guerra cometidos en Ucrania, cuyo borrador inicial ya habría comenzado a circular por los pasillos de Naciones Unidas. Pese a ello, “hay quien nos dice que ahora nos toca a nosotras, que Putin lo único que está haciendo es defender su soberanía. Rusia es la que inició la invasión de mi tierra, y ningún país tiene derecho a ello. Vivimos en un país democráctico en el que cada persona tiene derecho de ofrecer su propia versión de las cosas, pero trabajamos para que el pueblo vasco conozca la verdad”, defiende la portavoz de esta asociación, que ha participado esta semana en Donostia en el encendido oficial de las luces de Navidad, a cargo de niños de Ucrania refugiados.

En una comparecencia el pasado mes de mayo en las Juntas Generales de Gipuzkoa, la presidenta de esta agrupación, Oksana Demyanovych, recalcó que el pueblo ucraniano es un “pueblo libre y pacífico”: “Los ucranianos somos libres en nuestra alma y nuestro espíritu, y Rusia ha intentado frenar eso. Que le pinten una Z en el albergue a una persona que está refugiada, no lo entiendo. Sé que en democracia hay que garantizar la libertad de expresión, pero a nivel político creo que no debemos consentir que se escriba esa Z a personas a las que han destruido su país y sus casas".