El mundo y sus contrastes. El palacio flotante de Joe Lewis, que además de ser el dueño del Tottenham -el club de fútbol inglés- es, a su vez, el duodécimo hombre más rico del Reino Unido, ha permanecido atracado durante cinco días en Pasaia, uno de los municipios que se colocan en la cola de la renta per cápita en Gipuzkoa. Lujo y ostentación en un mar de necesidades.

El megayate, bautizado con el nombre de Aviva, echó amarras el sábado y zarpó ayer por la tarde, tras una estancia que no ha pasado precisamente desapercibida para los vecinos de los tres distritos pasaitarras. Durante estos días han tomado fotografías de uno de los mayores caprichos de este magnate -que deben ser muchos- que cuenta con un patrimonio estimado de 5.000 millones de dólares.

Hay cinco deseos que comparten la mayoría de los ricos: coches de alta gama, mansiones de escándalo, jets privados, obras de artes y yates de lujo. El de Joe Lewis es algo más que un yate. Supuso una inversión de 125 millones, y ya desde un primer golpe de vista llaman la atención sus líneas estudiadas, con acabados metalizados y nacarados que le dan cierto aire futurista.

El megayate 'Aviva', un lujo a capricho de 98 metros de eslora, en el puerto de Pasaia. J.N.

Con todo, lo más impresionante de este barco de 98 metros de eslora aguarda en su interior. Cuenta con una pista de padel cubierta de tamaño real jamás instalada en un yate, que supuso un desafío para sus constructores. Entre otras cosas, porque sus 20 metros de largo, diez de ancho y una altura de 6,65 metros, se sitúan en el corazón de la embarcación. Un espacio que se utiliza también como gimnasio y campo de fútbol. Lewis suele animar a la tripulación a usar este espacio, que casi se podría calificarse de pabellón de deportes.  

Negocios en la oficina flotante

Pero no todo es ocio y diversión a bordo. Debe haber muchos negocios que atender para este hombre, con una de las mayores fortunas del Reino Unido y 200 empresas a su nombre. Evidentemente, había que habilitar en el barco el espacio de trabajo adecuado. “Aviva es más que una oficina; también es mi hogar durante gran parte del año. Para mí es relajante trabajar desde casa, dondequiera que esté en el mundo”, ha declarado en alguna ocasión Joe Lewis. Así, una vez más, para satisfacer sus deseos, la embarcación cuenta con una oficina flotante dotada con la última tecnología audiovisual, informática y de comunicaciones.

Lewis es dueño de tres yates más, pero la niña de sus ojos se llama Aviva. Por si fuera poco, el megayate que ayer se despidió de Pasaia cuenta con una impresionante terraza, piscina y un garaje a bordo en el que guarda un fuera borda y varias motos de agua. Casi nada.