La Real Sociedad visita este domingo al Sevilla en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán (18.30 horas). El cuadro hispalense está viviendo una campaña bastante irregular: comenzó con mejor juego que resultados, sufrió luego un bache futbolístico y últimamente viene recuperándose, tanto en materia de comportamiento colectivo como en cuanto a marcadores. Los de García Pimienta suman 15 puntos de 33 posibles (tres más que la Real) y figuran en la zona media de la clasificación, mientras atienden también a una enfermería que les está generando problemas. Así llega al encuentro el rival txuri-urdin.
1- Alineación
El entrenador pierde respecto al último partido liguero (victoria 0-2 en el campo del Espanyol) al portero y a los dos centrales titulares: Nyland, Nianzou y Badé se lesionaron en Cornellà-El Prat y no pueden jugar contra la Real. A partir de ahí, la duda reside en conocer si García Pimienta se animará a alinear juntos a los otros dos centrales de la plantilla, Kike Salas y Marcao, pues ambos son zurdos. El técnico podría apostar por situar al lateral Carmona en el eje de la zaga y por retrasar al carril a un Juanlu que viene actuando de mediapunta, lo que abriría la puerta del once a Peque. Además, tampoco debe descartarse un relevo en el extremo izquierdo, donde el joven Idumbo dejaría su lugar al argentino Barco.
2- Sistema
El Sevilla apuesta habitualmente por un dibujo 4-2-3-1 que luego resulta muy dinámico, pero cuya base es clara. A partir del mencionado esquema, los hispalenses suelen comportarse de forma muy asimétrica: mientras su banda derecha resulta más rígida, con lateral y extremo guardando la posición, desde la izquierda se producen más movimientos, con los dos jugadores del ala zurda invadiendo a menudo los carriles centrales. Esto último provoca que el mediapunta suela orientarse mucho más hacia el costado diestro que al izquierdo, para dejar espacio así a esos movimientos de Pedrosa, Barco y compañía.
Cuando el balón echa a rodar y el equipo de García Pimienta logra asentarse en campo contrario, el Sevilla acumula gente por dentro de una forma similar a la que lo hacía el Las Palmas que dirigía el propio entrenador catalán. El lateral izquierdo Pedrosa acostumbra a convertirse en cuarto centrocampista, y puede darse el caso de que incluso haya un quinto, si el punta Isaac Romero baja a ofrecer apoyos, o si uno de los extremos también centra su posición.
Es posible que contra la Real apueste García Pimienta por que ese movimiento interior desde banda izquierda lo protagonice el argentino Barco como extremo, y no Pedrosa como lateral. Así se comportó el Sevilla, con buen resultado, durante la segunda parte ante el Espanyol, situando al propio Barco como segundo mediapunta junto a Juanlu y convirtiéndole en un perfecto tercer escalón a la hora de lanzar ataques.
3- En defensa
Si pronosticamos que Barco sería titular en lugar de un extremo más puro como Idumbo (quien jugó de inicio en Cornellà-El Prat) es porque el Sevilla puede agradecer que, tal y como explicábamos ahora, el mencionado movimiento interior desde la banda izquierda lo protagonice el extremo y no el lateral. Esto seguiría permitiendo a los andaluces buscar interesantes superioridades por dentro, y evitaría a su vez que Pedrosa desguarneciera su parcela. El rol habitual del lateral catalán es susceptible de generar problemas en defensa ante posibles pérdidas con el equipo expuesto, tal y como se apreció contra el Espanyol.
Sin balón, el Sevilla es un equipo con gusto por lanzarse a presionar en posiciones altas, más aún en su estadio. Los andaluces suelen hacerlo desde un 4-4-2 que implica la incorporación a primera línea del mediapunta, y que se orienta hacia el lado del balón dando prioridad a tapar la salida interior del rival. Ante adversarios con tres centrocampistas, los hispalenses palían esa supuesta inferioridad numérica en la medular con las basculaciones de sus extremos, quienes dejan de marcar al lateral cuando la jugada avanza por el otro costado y echan una mano en la sala de máquinas.
Si la Real logra asentar sus posesiones y obliga al Sevilla a recular, se encontrará este domingo con un adversario que se junta en bloque medio desde el mencionado 4-4-2, situando la línea defensiva lejos del área y dando prioridad, como veíamos antes, a tapar los pases interiores.
Lo ya visto no significa, en cualquier caso, que el Sevilla no tenga la capacidad de juntarse en campo propio y esperar a robar lejos de la portería rival para lanzar peligrosos contragolpes. Este plan no le salió del todo mal durante los primeros 20 minutos en Montjuic contra el Barcelona, antes de que los culés se adelantaran e inauguraran su posterior goleada. En esas fases de mayor repliegue, los de García Pimienta llegaron a formar incluso con una línea defensiva de cinco, al hundirse el extremo derecho Lukebakio con el blaugrana Balde.