"Voy a intentar decir lo que pienso sin cabrearme". De esta manera ha comenzado Jokin Aprribay su reflexión sobre la sanción que ha sufrido el equipo femenino por no llevar el logo de la RFEF en su camiseta. En este sentido, ha querido dejar claro al ente fedrativo que "la Real tiene un compromiso absoluto con el deporte femenino, y que no lo tendrá más por llevar una 'galleta' en el hombro". No cree que "las chicas tengan culpa de que la Real no se ponga ese logo: o la norma o la interpretación del Juez Único están mal".

Sobre el conflicto en el que está inmerso el fútbol femenino, recuerda que "CSD dictó una resolución por la que indicó que la Liga Iberdrola es una liga con carácter profesional, por lo que nos gustaría saber a qué norma atenernos". Para Aperribay, "las chicas tienen un futuro por delante en el que los clubes, la RFEF y la liga que se formen deberán trabajar cuanto menos de manera armónica". Es más, "muchas veces pensamos que por que sea una liga profesional los problemas estarán resueltos, y no, entonces empezará el camino. Si podemos hacer una organización independiente y autónoma, que resuelva los problemas que se le van presentando a la velocidad que se le presentan, será bueno".

Aperribay, eso sí, ha querido desmarcarse de la querella presentada por la Asociación de Clubes del Fútbol Femenino a la RFEF, aunque informa de que "no nos hemos ido de la Asociación" porque "hay que estar a las duras y a las maduras". Y, asimismo, denuncia que "no se ha hecho bien" el reparto de ingresos por parte de la RFEF, aunque no ha querido aclarar de si le deben dinero o no a la Real.