- Lo intentaron varias veces sin suerte: el fútbol guipuzcoano lleva años unido ante los cantos de sirena que provenían del otro lado de la A-8. Casi veinte años ha durado el compromiso, hasta ayer. A la hora de comer, y en un escueto comunicado, el Athletic soltaba su artillería pesada: "El Antiguoko, club convenido hasta 2030". Con la nota, una fotografía: Aitor Elizegi, presidente del Athletic, sosteniendo la camiseta del equipo donostiarra, junto a su homólogo del Antiguoko, Edorta Salegi, que sujetaba una casaca del conjunto rojiblanco. Se desconocen los pormenores del acuerdo, firmado por la mañana en Ibaigane, donde el club bilbaino realiza sus grandes presentaciones.

El máximo directivo del club bilbaino, cocinero de profesión, tenía preparado un menú especial para sus socios y aficionados. Sin duda, el anuncio es un golpe de efecto a un momento complicado para el Athletic, que en una semana malgastó sus opciones europeas con dos derrotas consecutivas. Del pitido final en el Nuevo Los Cármenes al anuncio de ayer en Ibaigane pasaron 39 horas. Es el tiempo exacto que parece haber durado en Bilbao el enfado por el descalabro del equipo en la tabla, en la que acabó ubicada en undécima posición, justo por detrás de Osasuna.

Real y Osasuna, por tanto, despidieron la Liga por delante de los bilbainos, a pesar de que cada verano sus canteras y clubes convenidos suelen sufrir de su fortaleza financiera. Zarpazos que van más allá de la compra de jugadores de Gipuzkoa y Nafarroa.

El convenio para diez años sellado con el Antiguoko es el primero que firman en Ibaigane con un club guipuzcoano desde el verano de 2001, cuando la misma entidad donostiarra volvió a formar parte de la estructura de clubes convenidos de la Real. En aquella decisión tuvo un papel protagonista el nuevo Plan Estratégico del Fútbol Guipuzcoano para el fútbol base que promovió la Diputación de Gipuzkoa en colaboración con la Federación Guipuzcoana de Fútbol. Aquella apuesta del organismo público por mantener a los jóvenes del territorio en sus casas acabó con seis años de vínculo (1995-2001) entre Berio y Lezama.

Desde entonces, y a pesar del plan establecido por la Diputación, el Athletic no ha parado de intentar adentrarse en el fútbol guipuzcoano. Mayormente, con fichajes de jugadores cadetes y juveniles de canteras del territorio a los que les prometían un futuro mejor. Pero también, en el ámbito más institucional, con propuestas a clubes de convenios y acuerdos. De entre los casos que se han conocido en estas dos décadas el más destacable fue, quizá, el del Mariño.

El club irunés, del que a Ibaigane le interesaba, sobre todo, su localización, en la muga con Iparralde y a una veintena de kilómetros de Donostia, le venía de perlas para captar jugadores guipuzcoanos y lapurtarras. A punto estuvo de formalizarse la rúbrica, que en un preacuerdo ya escrito se multiplicaban por tres los ingresos que el conjunto bidasotarra percibía de la Real, pero la intervención sobre la bocina del propio Jokin Aperribay en persona convencieron a la directiva del equipo celeste. Le faltaron días al Athletic, entonces gobernado por Josu Urrutia y José Mari Amorrortu -responsable del área deportiva-, para sellar su objetivo.

Ahora, con Elizegi y Rafa Alkorta al mando, los vizcainos consiguen uno de sus viejos deseos. Lo hacen con otra entidad que viste de azul y que, en este caso, mantiene un tira y afloja con la Real desde hace décadas. Según ha podido saber este periódico, el Antiguoko ha acostumbrado a ser muy exigente con las prestaciones económicas que percibía anualmente, lo que ha obligado a la Real a mantener arduas negociaciones con sus vecinos donostiarras para no hacer distinciones entre los diferentes clubes del territorio en su objetivo de mantener la unidad y concordia de todo el fútbol guipuzcoano.

Muchos han sido los canteranos del Antiguoko que han formado parte de la Real en el último cuarto de siglo. El sello Antiguoko ha estado presente en varias generaciones de éxito del conjunto txuri-urdin. Los nombres hablan por sí solos: Xabi Alonso, Javi de Pedro e Imanol Agirretxe. Tres nombres de leyenda en el club que comenzaron a dar sus primeros pasos en Berio. Otro que fue compañero de Alonso fue Mikel Arteta, que no tuvo un paso destacado en la Real, pero supuso un gran empujón financiero para la entidad del Antiguo cuando marchó al Barça en 1997.

Tampoco fueron pocos los que marcharon a Lezama, con mejor o peor suerte. Uno de los primeros futbolistas que salió del campo de Berio rumbo a Bilbao fue Juanjo Valencia, en la temporada 1990-1991, que en edad juvenil marchó de Donostia junto al delantero Aitor Huegun. Más tarde, con el anterior convenio ya en marcha, cruzaron a Bizkaia David Asensio, Mikel Alonso, Aritz Aduriz, Andoni Iraola y Ander Murillo, entre otros. Más recientemente, Unai López, Peru Nolaskoain o los hermanos Gorka y Jon Guruzeta, con pasado en el club donostiarra, han desembarcado en Lezama.

El Antiguoko KE y el Athletic Club han llegado a un acuerdo que esta mañana se ha formalizado con la firma de un convenio de colaboración que tendrá una vigencia de diez temporadas.

Una vez finalizada la vinculación con la Real Sociedad, a la que el Antiguoko KE ha aportado más de 60 jugadores durante los años de convenio; a principios de este mes se iniciaban unas conversaciones que en el día de hoy tiene como consecuencia la rúbrica de un acuerdo histórico para nuestro club.

El Antiguoko KE, en su intención de seguir siendo referente del fútbol base de este país, como ya lo hiciera hace dos décadas, colaborará nuevamente con el Athletic Club. Este acuerdo permitirá al club dar otro paso adelante en las áreas deportiva, ecónomica e institucional, y consolidar el crecimiento estructural que las últimas temporadas viene experimentando.

El acto celebrado en el palacio de Ibaigane ha estado protagonizado por los presidentes Edorta Salegi y Aitor Elizegi. El Antiguoko KE ha contado con la presencia del vicepresidente deportivo, Roberto Montiel, y su coordinador general, Gorka Azpeitia, mientras que por parte rojiblanca el director deportivo, Rafa Alkorta, y el responsable de clubes covenidos, Martín Urrejola, han hecho de anfitriones.