Si alguien enciende un fuego en Euskadi, que no sea él. Esa parece ser la consigna del lehendakari Pradales, dispuesto a preservar la paz política que impera en el Parlamento Vasco frente a la polarización en el Estado, que se adentró hace tiempo en el terreno de lo personal. En ese mismo sentido cabe interpretar la primera y breve reacción que hicieron pública este martes fuentes de Lehendakaritza tras su ronda de contactos con todos los grupos parlamentarios salvo Vox. Lehendakaritza, como ya hiciera tras su ronda para hablar sobre los aranceles de Trump, volvió a realizar una “valoración positiva”, trasladó su “agradecimiento por la buena disposición al diálogo mostrada por todas las formaciones”, y su “deseo de que el clima político de Euskadi se caracterice también este curso por el diálogo y la escucha, como bases para alcanzar acuerdos que mejoren la vida de la ciudadanía”. Se da la circunstancia de que PP y Sumar fueron críticos con sus políticas, y EH Bildu, aunque ha mantenido su habitual tono cordial, ha delimitado el terreno de juego a cinco acuerdos, dejando fuera la vivienda.

Pero, al menos en un primer mensaje rápido a los medios de comunicación, Pradales ha vuelto a agradecer su disposición a todos, no solo a los miembros de su gobierno, PNV y PSE. Con este mismo propósito de alentar la idea de un clima vasco más sosegado, el portavoz parlamentario de los jeltzales, Joseba Díez Antxustegi, salió del encuentro con Pradales asegurando que se ha demostrado que hay “otra forma de hacer política en comparación con el Estado español” donde, durante el verano, PP y PSOE se han tirado “los trastos” a la cabeza mientras “morían personas y desaparecían pueblos en los incendios”; y también en contraposición al Estado francés, donde acaba de caer el Gobierno de Bayrou. Se da la circunstancia de que los socios del PNV, los socialistas vascos, no aceptan que se ponga al mismo nivel a PP y PSOE, como dijo Eneko Andueza tras reunirse el lunes con Pradales.

Frente a esa fotografía, Díez Antxustegi aseguró que aquí la estabilidad está “garantizada”, lo que es bueno para la economía, las familias y las empresas. Y añadió que el lehendakari está “alineado con las prioridades de la sociedad”, como son la salud, la vivienda o la seguridad. “Tenemos un país donde la estabilidad está garantizada, tenemos un gobierno con mayoría. Es un gobierno que lleva más de un año haciendo propuestas sobre salud, vivienda, industria... y es colaborativo, no lo hace de manera unilateral, sino con los partidos, sindicatos y los sectores implicados. Hemos visto un clima político de estabilidad y diálogo”, resumió.

Acuerdos que exigen "mayorías cualificadas"

Cuando le preguntaron por los cinco ámbitos sobre los cuales ofrece acuerdos Pello Otxandiano, respondió que “los acuerdos no se piden”, sino que “se ofrecen”. “Y no se piden con palabras, se ofrecen con hechos. El gobierno del lehendakari Pradales ha alcanzado numerosos acuerdos, no solo con los partidos, y hay muchas cuestiones que tienen que ser acordadas, acuerdos que exigen mayorías cualificadas porque, cuanto más amplios sean, más estables van a ser. Pero cada uno tendrá que mostrar la voluntad, no solo con palabras, sino con hechos”, dijo, sin llegar a concretar lo que piensa sobre el balance de desacuerdos en el último año. 

El propio Díez Antxustegi cerró el curso antes del paréntesis vacacional criticando que EH Bildu está más cómoda en la “queja” que en los acuerdos, en referencia al desmarque del grupo de Pello Otxandiano del pacto de salud, los Presupuestos o las medidas sobre vivienda. De hecho, Otxandiano ha vuelto a dejar estos ámbitos fuera de la lista de cinco posibles acuerdos que ofrece a Pradales. Díez Antxustegi, sin embargo, siguió hablando no solo de autogobierno y euskera, que también citó, sino de asuntos de la gestión pública y económica, como la salud y vivienda.