La mitología griega cuenta la historia de un personaje que siempre quiso volar y que lo intentó montado en un carro provisto de un armazón de alas pajareras con grandes plumas y cera unidora y que alcanzó en su aventura tanta altura que la intensidad del sol derritió la cera y precipitó al osado aventurero al suelo, donde murió estrellado. Viene esta historieta a cuento de lo que suele ocurrir en el mundo de la comunicación actual, donde las personas y los personajes se exponen abrasadoramente a una exposición mediática que termina derrotándolos, destruyéndolos o haciéndolos desaparecer del intenso escenario mediático.
Ada Colau es una reconocida protagonista del movimiento social PAH, sensibilizado y luchador en el proceso de desahucio creciente en España por mor de la crisis financiera e inmobiliaria que ha dejado en la calle a miles de ciudadanos que se ven arropados y defendidos por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Los motivos de la retirada mediática de Colau están en el desgaste físico y mental provocados por la intensa comparecencia en los medios que estrujan, presionan, aprietan y destrozan los nervios del personaje más pintado que en la aldea global exista.
La dinámica mediática se pone en marcha en cuanto una persona se convierte en personaje de actualidad y a partir de ese momento las fronteras entre persona/personaje se diluyen y la invasión de intimidad, seguimiento diario de los movimientos y escudriñamiento de los aspectos poliédricos del protagonista se hacen intensos, asfixiantes y en ocasiones, como la actual, obligan a salirse del foco mediático que como dogal al cuello, presiona con insistencia y descaro. Es el precio a pagar por estar en el candelero de lo actual. Datos inexactos, difamaciones varias y retratos de personalidad y vida inventados, acompañan la vida de quienes se exponen abrasadoramente en el escenario de los medios.