Hine, la empresa de sistemas y componentes hidráulicos con sede en Olaberria, ha celebrado este año su 50 aniversario como líder del sector pero, lejos de instalarse en la autocomplacencia, se encuentra ya trabajando en la elaboración del plan estratégico para sus próximos años, en el que el crecimiento orgánico e inorgánico figura como prioridad. “Si no se crece, se decrece”, afirma su director general, Lander Guibelalde.
Dentro del crecimiento inorgánico, que prevé desarrollar tanto con la adquisición de empresas como con la introducción en nuevos mercados, uno de los proyectos más próximos a su materialización es la compra de una planta en Polonia, una idea “que estamos barajando”. Guibelalde explica que el objetivo de esta operación es incrementar su presencia en el mercado de la energía eólica offshore tanto del país polaco como de la cercana Alemania, para así consolidar su condición referente en la zona.
Recuperación en 2025
Respecto al orgánico, el director general de Hine advierte de que la situación en la actualidad se encuentra “algo revuelta”, pero espera que el negocio de la energía eólica se recupere en 2025 y 2026. La empresa guipuzcoana ha sabido gestionar estas complicaciones y aprovechar las oportunidades, como lo demuestra una facturación que se sitúa en el entorno de los 200 millones de euros.
Una de las claves para cumplir los 50 años es su adaptabilidad. En 1974, las familias Arrizabalaga y Guibelalde inauguraban un negocio ubicado en un pabellón de 200 metros cuadrados en Olaberria, especializado en automatismo para los sectores de la hidráulica, la neumática y la electricidad-electrónica. El sector industrial era el principal cliente en aquellos inicios, pero cinco décadas después representa el 20% de su actividad, con clientes de reconocida trayectoria en Gipuzkoa como CAF, Ampo, el Grupo Etxetar, Ibarmia, Danobatgroup o Arcelor Mittal, que todavía mantiene.
Energía eólica
La pérdida de peso de la actividad industrial se ha producido a favor de la energía eólica. En los años 90 Hine decidió diversificarse hacia este mercado en una apuesta que ha resultado acertada. Las características de este mercado pronto obligaron a tomar nuevas decisiones que hoy día son una marca de la casa, como la internacionalización y el crecimiento inorgánico a través de la adquisición de otras compañías.
“La internacionalización de las empresas no es fácil, pero es imprescindible para ser competitivos en mercados cada vez más globales y exigentes, y hemos afrontado ese reto con ilusión”, afirma Lander Guibelalde.
Plantas productivas
La primera planta productiva en el exterior se abrió en el año 2005 en Estados Unidos, y detrás llegaron la de China, la de Brasil, la de India y, la más reciente, la de México que se inauguró en 2021. “La internacionalización es una decisión firme que se adoptó hace 20 años y constituye uno de los factores” del éxito de Hine, considera Guibelalde.
En este periodo, tal y como se afirmó en el acto que Hine celebró con motivo de su aniversario, la empresa de Olaberria se ha convertido en un proveedor líder en sistemas y componentes hidráulicos y sistemas de refrigeración para las compañías industriales y de energías renovables. A ello ha contribuido la adquisición de cinco empresas del sector, entre ellas una del Reino Unido y otra de Brasil.
Empleo
Entre todas las fábricas Hine tiene una plantilla que supera las 700 personas empleadas, de las que la mitad trabajan en Gipuzkoa. En este sentido, Lander Guibelalde cita como otra de las claves de la positiva evolución del negocio la implicación de todas ellas en la empresa y su alto grado de profesionalización, que ha permitido alcanzar un 60% de cuota en el mercado de la hidraúlica y una participación significativa en energía eólica.
Junto con las personas, Guibelalde destaca su apuesta por la innovación y lo ejemplifica en la apertura en 2017 de su primer centro de I+D en Olaberria lo que, según señala, ha conllevado disponer de una ingeniería propia con la que ofrecer un servicio personalizado a cada cliente.
Servicio
Precisamente el servicio es una de las señas de identidad de este negocio, que pretende potenciar. El plan estratégico en elaboración incidirá en el desarrollo del “service”, que el director general de Hine define como la actividad de repuestos, reparaciones, transformación digital y otros servicios postventa. La inauguración en mayo del presente año de su primer Service Center en Brasil es una muestra de esta apuesta estratégica.
Los retos que afrontará la compañía de Olaberria son, en palabras de Lander Guibelalde, “la digitalización y el fortalecimiento y fomento de la cultura de empresa y los valores corporativos” como compromiso con la nueva cultura de empresa que se impulsa en Gipuzkoa.
Valores
Los principales instrumentos para hacerlo son sus valores, que el director general concentra en “la rapidez, el trabajo orientado a objetivos, el trabajo en equipo, la confianza en las personas, la capacidad de adaptación a los cambios, el servicio personalizado y el compromiso del equipo”.
El director general de Hine es optimista con respecto al futuro de la empresa, estimación que basa en el sólido crecimiento que se prevé para el negocio de las energías renovables, en concreto de las eólicas en las que la firma de Olaberria se ha especializado.