donostia - Gipuzkoa es un territorio caracterizado por una arraigada tradición industrial, pero hay determinadas zonas en las que la concentración de empresas productoras es superior. No es de extrañar que dos de ellas, Goierri y Debabarrena, sean cuna de sendas novedosas iniciativas que han dado como resultado la creación de una marca propia para impulsar y fortalecer su tejido económico.

Goierri Valley es la apuesta de la comarca que le cede el nombre por impulsar la transformación industrial y fortalecer a las pymes a través de las empresas tractoras con la colaboración como base. “Goierri Valley fomenta la colaboración real y activa en todas sus formas, incluso entre competidores, y esto último es lo que nos hace únicos y diferentes”, afirma su secretario Iker Galparsoro.

En efecto, Goierri es la sede de reconocidas firmas como CAF, Irizar, Ampo, Ederfil-Becker, Indar, Hine, Orkli o Jaso, entre otras que, en un principio, deberían velar por mantener bajo doble llave sus conocimientos. Sin embargo, todas ellas se han adherido a esta iniciativa que les compromete a reunirse, explorar alianzas e incorporar a sus proyectos a otras pequeñas y medianas empresas del Goierri.

Esta apertura se debe a que la actitud colaborativa se ha ido trabajando poco a poco en los últimos años. De hecho, e impulsados por la agencia de desarrollo comarcal Goieki, “en 2008 se crearon los primeros foros comarcales con el objetivo de fomentar la colaboración entre empresas de la comarca para fortalecer el tejido industrial”, apunta Galparsoro.

La convivencia entre estas empresas tractoras con pymes sin sus volúmenes de actividad genera sinergias que fortalece al conjunto del tejido industrial de Goierri. Galparsoro admite que en los inicios se trasladó cierta “incertidumbre” sobre la propuesta, que considera lógico ante “una nueva forma de funcionar, diferente a todo lo anterior”.

Sin embargo, estas reticencias se han ido superando según maduraba la idea y actualmente Goierri Valley cuenta con 64 empresas socias con más de 7.500 empleados, lo que representa más del 80% del empleo industrial de la comarca. La presencia internacional se ubica en 19 países, con diferentes plantas productivas.

La estructura organizativa está encabezada por una junta directiva, una “pieza clave que realiza el seguimiento continuo del plan de acción de la asociación”, explica el secretario de Goierri Valley. En ella están representadas las pymes con tres de las cinco empresas de su comité, a las que se unen tres compañías del comité de tractores y un responsable de la agencia de desarrollo comarcal Goieki.

La base son los foros, encuentros donde tractoras y pymes se unen para definir las líneas estratégicas y el plan de acción, que confluyen en impulsar la intercooperación, ofrecer servicios de mayor valor añadido y trabajar por dar una mayor visibilidad y notoriedad a la marca.

El balance que realiza Iker Galparsoro de estos dos años de existencia de la marca es muy positivo, dado que “se fomenta el conocimiento mutuo de las empresas y sus planes estratégicos, las pymes se están fortaleciendo y se favorece la internacionalización”.

“Son muchas las iniciativas que se están desarrollando y queremos que más empresas de Goierri se unan”, afirma Galparsoro, quien añade que “quizá la unión empresarial no sea la única forma” de construir una comarca más competitiva, “pero sí es la que sabemos hacer en el Goierri”.

renovado impulso El objetivo de la marca creada en Debabarrena es muy diferente. Juan Ángel Balbás, director general de la agencia de desarrollo comarcal Debegesa que es la creadora, explica que Basque Precision Technology District nace con la intención de evitar la “pérdida de pulso” empresarial que sufría la comarca.

Debabarrena “se encuentra entre dos aspiradores económicos de Euskadi, el Bilbao metropolitano y Donostia”, señala Balbás, que cita como consecuencia que los habitantes de la comarca se desplazan a estos dos puntos para formarse y, una vez finalizados sus estudios, se instalan en alguno de estos dos enclaves para trabajar.

“Se nos va el talento, y detrás de él las empresas”, señala gráficamente el director de Debegesa. El problema adquiere dimensiones al tratarse de una comarca de fuerte carácter industrial, donde se ubican importantes compañías como Etxe-Tar, Grupo Egile, DanobatGroup, Orbea o Masermic, entre otras donde, al contrario que en Goierri, muchas tienen un tamaño menor.

Con el objetivo de contrarrestar el efecto de las dos capitales vascas, “tuvimos que diseñar una marca con un grito de guerra” que Balbás señala como “We Make”. El nombre de la marca, Basque Precision Technology District BPTD, responde a que “somos vascos, sabemos trabajar las tecnologías de precisión, y somos un distrito”.

Sobre esta última cuestión, explica que el término supera los límites de Debabarrena y da cabida a que comarcas cercanas como Durangaldea, Urola y Debagoiena se adhieran a la iniciativa. “Incluso una empresa de Irun mostró su interés en incorporarse y le hemos dicho que sí”, indica Balbás.

BPTD trabaja sobre cuatro líneas para fortalecer empresarialmente la comarca como son la retención de talento, la atracción de inversiones, el fomento del espíritu emprendedor y la puesta en valor de las localidades que la integran como lugares atractivos para vivir. “Queremos tener población suficiente para construir un futuro industrial”, explica Juan Ángel Balbás.

Si bien la marca no se destina únicamente a empresas, el foro empresarial de Debabarrena Lehiagune contactó con Debegesa para incorporarse a BPTD como asociación empresarial. En estos momentos se integran en la marca alrededor de 60 firmas de la comarca que colaboran “no en el desarrollo de lo que ya tienen, sino en tecnologías emergentes”, además de promocionar el talento e impulsar actividades económicas. Balbás se muestra optimista sobre el desarrollo de esta marca de reciente creación.