El parque eólico Ezkeltzu que Capital Energy proyecta en términos municipales de Zizurkil y Usurbil se encuentra en riesgo por un obstáculo que no tiene relación con las habituales oposiciones de asociaciones o de los ayuntamientos, sino por su posible afección a la navegación aérea. La filial de la compañía de energías renovables responsable del proyecto, Green Capital, está demorando el trámite de solicitud de autorización administrativa a la espera de que la Agencia Estatal de Seguridad Aérea AESA responda a unas alegaciones, en tanto que el Gobierno Vasco le apremia para que continúe el proceso o dará por caducado el expediente.
Proyecto
La situación se recoge en una respuesta parlamentaria a una consulta realizada por Mikel Otero del grupo EH Bildu acerca del parque eólico Ezkeltzu que Green Capital proyecta en Zizurkil y Usurbil, donde plantea implantar cuatro aerogeneradores de 4,5 megavatios con una potencia instalada de 18 megavatios. Según consta en la descripción del proyecto, la energía producida al año sería de 51.473 megavatios, capaces de abastecer a 15.731 hogares.
El parque eólico superó una primera fase de información pública para que, si existían competidores, presentaran sus proyectos, lo que no ocurrió. A inicios de abril de 2022, el Gobierno Vasco estableció un plazo de seis meses para que la compañía de renovables presentara la solicitud de autorización administrativa previa y declaración de impacto ambiental, lo que hizo el 11 de enero del año siguiente.
Obstáculos
A partir de entonces surgen las complicaciones. La construcción de un parque eólico requiere la autorización de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea que se obtiene tras demostrar que no afecta ni a la seguridad aérea ni a la regularidad de los vuelos. Este trámite se ha de cumplir cuando las instalaciones proyectadas superan los 100 metros de altura o cuando se encuentran en un entorno de 30 kilómetros a ambos lados de un aeropuerto.
La descripción del proyecto Ezkeltzu especifica que la altura de los aerogeneradores planteados es de 121 metros, en tanto que la distancia al aeropuerto de Hondarribia se encuentra en alrededor de esos 30 kilómetros, por lo que Green Capital se vio obligado a incluir este paso en el proceso. El 17 de enero de 2023, la firma de renovables pidió al Gobierno Vasco que paralizara temporalmente la solicitud de autorización previa a la espera de que AESA se pronunciara.
Nuevo retraso
El retraso, sin embargo, se ha alargado hasta junio del presente ejercicio, cuando la empresa promotora se volvió a dirigir a la delegación territorial de Administración Industrial de Gipuzkoa para explicar que AESA les comunicó que “ciertos elementos” del parque eólico no serían autorizables, ante lo que presentaron alegaciones. Green Capital señaló que, hasta que AESA no se pronunciara, no podía completar el trámite de solicitud de autorización administrativa previa. Así lo ha confirmado la empresa de energías renovables a este periódico, para añadir que en la actualidad se encuentran trabajando para solventar este problema.
Según consta en la respuesta parlamentaria, el pasado 21 de junio el delegado territorial de Administración Industrial de Gipuzkoa requirió a Green Capital que reanudara la solicitud, “o en caso contrario, declarará la caducidad del expediente”.
A la espera de AESA
La continuidad del proyecto de Ezkeltzu depende ahora de la agilidad de AESA para informar sobre su decisión en cuanto a las alegaciones presentadas en una situación anómala, puesto que por lo general los principales problemas que encuentran las tramitaciones de expedientes para instalar parques eólicos proceden de los ayuntamientos de los municipios afectados, de la población o de asociaciones de diverso signo.
En el caso del parque eólico de Ezkeltzu, los ayuntamientos de Zizurkil y de Usurbil acogieron esta iniciativa con cautela, a la espera de conocer con más detalle el proyecto. Según establece el procedimiento, en fases posteriores las entidades locales serán consultadas por el Gobierno Vasco para dar continuidad a la instalación