Amazon renuncia a su polémico proyecto de instalarse en Oiartzun. El consistorio de esta localidad guipuzcoana ha anunciado que, con fecha de 11 de mayo, la multinacional estadounidense registró un escrito en el que desiste de ubicarse en los terrenos que antes ocupaba la empresa de transportes San José López SJL en el polígono Lanbarren, con lo que se cae una controvertida decisión que contó con la oposición de comerciantes, sindicatos, grupos sociales e incluso el propio Ayuntamiento de Oiartzun.

Según ha informado el consistorio guipuzcoano, Amazon alega para justificar este cambio de parecer que se ha replanteado su estrategia a nivel estatal y el nuevo esquema no considera necesario establecerse en Lanbarren. En un comunicado, explica que el dueño del terreno durante el último año ha estado descontaminando el suelo, y que le ha comunicado que hay varias empresas de transportes interesadas en instalarse en esta parcela.

El propietario es el fondo de inversión Panatonni, que compró a finales de 2020 un terreno de 42.000 metros cuadrados a su anterior dueño, el fondo Investec, y donde se desarrollaba su actividad la firma transportista de gran arraigo en Gipuzkoa San José López SJL. Amazon mostró su interés en alquilar la parcela para instalar en esta ubicación un gran centro logístico, el segundo en Euskadi tras el que ya funciona en Trapagaran (Bizkaia).

De este modo, inició los trámites en el Ayuntamiento de Oiartzun para obtener la licencia de actividad que le permitiera operar desde este municipio. Su cercanía con los puertos de Pasaia, Bilbao y Santander fueron una de las principales razones que movieron a la multinacional estadounidense a elegir este emplazamiento, debido a que se adecuaba al reparto de última milla y facilitaba la distribución en el sur del vecino Francia.

Su plan era construir un edificio sobre una superficie de 22.000 metros cuadrados que, según las previsiones, podría comenzar a operar en el primer trimestre del próximo año 2023.OPOSICIÓN

La noticia causó un gran malestar en la población de Oiartzun y en el pequeño comercio de toda la comarca de Oarsoaldea, que incluso se extendió a Donostia. Esta oposición se materializó el 28 de noviembre de 2020 en una concentración convocada por “un grupo a favor del comercio local” que exigió la paralización del proyecto en el polígono Lanbarren.

Sin embargo, el consistorio, gobernado por EH Bildu, se pronunció en el sentido de que no podía hacer nada por evitar la llegada del gigante de la distribución, que cumplía con el planeamiento urbanístico de la zona donde se permiten actividades logísticas y/o industriales.

La iniciativa fue cumpliendo los primeros requisitos tras su paso por la comisión de urbanismo y la comisión de gobierno, pero acumuló ciertos retrasos motivados por las complicaciones que implica la descontaminación de unos suelos que con anterioridad habían albergado la gasolinera de Transportes San José López.

El proceso parecía encarrilado hasta que en febrero del año pasado la corporación municipal, conformada por EH Bildu en el equipo de gobierno y PNV en la oposición, aprobó por unanimidad una moción en la que expresó su oposición al proyecto al considerarlo “inconveniente” para e?l municipio y para los sectores que sufrirán las consecuencias de su actividad.

Este escrito, además, estuvo impulsado por todo el espectro sindical vasco (ELA, LAB, CCOO, UGT, ESK, Steilas, CNT), así como por diversas organizaciones ecologistas como Greenpeace, Eguzki o Ekologistak Martxan. Al igual que hizo en el comunicado de ayer, el ayuntamiento muestra su compromiso con el pequeño comercio y la actividad industrial en Lanbarren