- En una reunión celebrada la tarde del jueves en Donostia, los responsables del grupo empresarial extremeño Cristian Lay trasladaron a los representantes del Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Azpeitia su voluntad para reanudar “a corto plazo” la actividad siderúrgica en las instalaciones de Corrugados Azpeitia que adquirieron el pasado verano y que permanecen cerradas desde 2013.

La declaración de intenciones realizada por la familia Leal (propietaria del grupo Cristian Lay) fue acogida con muy buenos ojos por los representantes de las diferentes instituciones; toda vez que la reapertura de Corrugados contribuiría de una manera importante a la generación de empleo en la zona.

Sin embargo, los responsables institucionales evidenciaron ayer sus diferencias respecto a los pasos que deberían dar los promotores para superar los dos escollos (el planeamiento urbanístico de Azpeitia y la autorización ambiental) que condicionan la reapertura de la planta.

Así, la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, y el diputado de Promoción Económica de Gipuzkoa, Jabier Larrañaga, coincidieron al señalar que “es factible” que Corrugados Azpeitia pueda retomar la actividad en sus instalaciones actuales “pero depende de la voluntad del Ayuntamiento”; mientras que la alcaldesa azpeitiarra, Nagore Alkorta, aseguró que “la única opción real y viable para poder reabrir Corrugados cumpliendo con todos los requisitos jurídicos, medioambientales y urbanísticos está en trasladar los hornos de la empresa al ámbito de Trukutxo, tal y como se contempla tanto en el Plan General de Ordenación Urbana de la localidad que está vigente desde 2013 tras ser aprobado por unanimidad como en el Plan Territorial Parcial relativo al área Zarautz-Azpeitia, que fue modificado en 2009 y aprobado por el Gobierno Vasco y la Diputación, precisamente, para posibilitar el traslado a Trukutxo de la zona de acería de Corrugados Azpeitia”.

Por ello, la primera edil solicitó a los responsables de Cristian Lay, de la Diputación y del Gobierno Vasco “que analicen con la mejor voluntad” la propuesta del Consistorio.

A su entender, “es una opción real y viable para que Corrugados pueda ponerse en marcha en su totalidad y con todas las garantías puesto que, a la espera de lo que determinen los informes técnicos definitivos, estamos casi seguros de que la posibilidad de volver a encender los hornos en unas instalaciones industriales situadas en pleno centro urbano no se realizaría con todas las garantías jurídicas y urbanísticas”. Para terminar, Alkorta añadió que “si una actividad industrial planteada en el casco urbano es incompatible con el Plan General, ni la alcaldesa, ni el gobierno municipal ni toda la corporación tenemos la posibilidad de autorizar esa actividad, puesto que sería en contra de la Ley”.

Una cuestión de “voluntad”

Respecto a la posibilidad de que el grupo Cristian Lay retome la actividad en las instalaciones de Corrugados Azpeitia, la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, aseguró ayer que “la pelota está en el tejado del Ayuntamiento”.

Tapia considera que la planta azpeitiarra puede conseguir la autorización ambiental necesaria para reanudar la marcha; toda vez que los promotores “están dispuestos” a dar los pasos que haga falta para cumplir “con toda la rigurosidad y todas las garantías” las normas medioambientales.

Por ello, la consejera se muestra convencida de que reabrir las instalaciones de Corrugados “es factible si hay voluntad”. Además, destaca que la compañía está dispuesta a realizar las inversiones necesarias (se habla de 50 millones) para cumplir con las garantías medioambientales y municipales; al mismo tiempo que rechaza la posibilidad de trasladar la empresa a otro lugar “porque nos iríamos muy lejos en el tiempo”.

Según Tapia, “con un poco de voluntad”, el Ayuntamiento también podría buscar una solución, “porque eso es lo que nos pide la empresa, que están dispuesta a hacer todo lo que haya que hacer, pero con nuestra ayuda”. A su entender, “cuando viene una empresa a crear puestos de trabajo y con un proyecto de futuro, como administración debemos hacer todo lo necesario para hacer eso posible. La pelota está en el tejado del Ayuntamiento”.

En la misma línea, el diputado de Promoción Económica de Gipuzkoa, Jabier Larrañaga, solicitó ayer al Consistorio de Azpeitia “que pase de las palabras a los hechos y, en lugar de poner trabas, realice las gestiones necesarias para posibilitar que Corrugados vuelva a abrir las puertas”.

Respecto a las palabras de la alcaldesa indicando que sería “ilegal” permitir la reapertura de la planta de Corrugados en el núcleo urbano, Larrañaga aseguró que los actuales propietarios ya han manifestado que “la única alternativa viable económicamente sería reabrir las instalaciones y no reubicarlas”. En palabras del diputado, “esta última opción ya había sido descartada con anterioridad y todos sabemos que no se puede plantear como alternativa. No es serio ni responsable hablar de alternativas que no son viables”.

El diputado de Promoción Económica reconoce que en la entidad foral “vemos con preocupación la postura de bloqueo manifestada por el Ayuntamiento”, pero cre e que “aún estamos a tiempo de hacer realidad un proyecto beneficioso” para Gipuzkoa “por el efecto tractor que tendría en empresas del entorno, que se beneficiarían de las inversiones previstas”.