La 56ª edición de la Behobia-San Sebastián podía haber acabado en tragedia si no llega a ser por la inmediata respuesta de los sanitarios a las paradas cardiorespiratorias que sufrieron dos atletas durante el desarrollo de la misma. Fue Juan Mari Iñiguez de Heredia, médico de Urgencias en el Hospital del Bidasoa, el que atendió a los dos corredores. El de 34 años evoluciona favorablemente, mientras que el más joven, de 27 años, sigue pendiente de evolución.

La valoración de la carrera, desde el punto de vista médico, pese a estos dos casos, es "positiva". Y se explica Juan Mari: "Lo de ayer era un caramelito, asegura. Por este motivo, pero en especial por la climatología, a Juan Mari le sorprende que se produjeran estos hechos. "Nos extrañamos bastante. Como médicos, nos asustó mucho que a mitad de carrera hubiera dos sustos". No quiere imaginarse lo que hubiera sucedido con temperaturas más altas.

El mensaje que intenta dar Juan Mari es que hay que tomarse la Behobia-Sebastián "con la seriedad necesaria". "No deja de ser una media maratón", enfatiza. "Pese a su carácter popular, es una prueba muy exigente, y eso a la gente se le olvida", se resigna. "Es una prueba con unos desniveles importantes, que tiene que tener una preparación importante", aconseja. Y no cree que la gente no esté preparada. Todo lo contrario, pero no olvida otras circunstancias: "Puede que estés preparado y cualificado para hacer esa carrera, pero hay días en los que uno no se encuentra bien o no has dormido o no te has hidratado bien". Para Juan Mari, estar preparado "también implica estarlo mentalmente, y cuando estás indispuesto, hay que parar, no llegar por llegar". Advierte que "a la gente que le pasa eso es gente preparada, no al gordito que va último. Es gente muy exigente consigo misma, que intenta llegar a meta en un tiempo determinado". Sostiene que "hay que saber parar. La gente es muy exigente consigo misma y eso no es bueno".

A lo largo de la carrera, había un total de ocho puntos sanitarios y en los últimos cuatro kilómetros de la Behobia están los cuatro hospitales principales de campaña. "Es porque se espera que sea ahí donde más gente caiga", explica Juan Mari, para quien "el tiempo es fundamental". "La asistencia in situ y el tiempo de inicio de asistencia es primordial". Gracias a esta cuestión los dos corredores de ayer pudieron salvar la vida.