donostia - “El deporte es mi vida y por eso estudio IVEF”, cuenta Darío Gómez, que debutará este domingo en el Adarraga. Ha tenido que esperar un año, pero el puntillero, con una potente derecha, ya tiene en la mano el billete a profesionales. Jugará con Rezusta contra Altuna-Barriola, al que califica de “referente”.

El 18 de julio de 2014 se hace público en Aspe que va a ser pelotari de su empresa, pero que todavía no se conoce cuándo debutará y esta semana se anunció que comenzaba a jugar el domingo en Logroño, ¿cómo se han precipitado las cosas en las últimas fechas?

-Sí que ha sido todo un poco repentino. En un principio, teníamos hablado que iba a ser el 21 de junio, pero a falta de confirmación de la fecha de la final del Manomanista, porque podía haber cualquier problema y no era oficial. El lunes me llamaron, me dijeron que se adelantaba una semana y que me tocaba prepararme para esa fecha.

¿Cómo ha llevado este año de espera?

-Sabía que tenía muchas cosas que mejorar, que tenía que trabajar mucho para estar al nivel que están arriba. Más que espera, ha sido un año en aficionados en el que he intentado mejorar mis puntos débiles para seguir jugando a pelota. Tenía claro que quería ir a jugar al Mundial de México de septiembre y al terminar, después de entrenar mano a mano todo el tiempo, ejercitarme con Jokin Etxaniz en parejas se me hizo raro. Además, en otoño no tuve casi partidos. Torneos en los que no me metieron porque pensaron que debutaba y yo no les había dicho ni que sí ni que no, dependía de la empresa. Al final, me metieron de suplente y empecé a tener más partidos.

Continúe.

-Para después de navidades estaba cogiendo buena forma, estaba mejorando bastante y encontrándome a gusto en la cancha, pero tuve problemas de manos y me fastidié un dedo. Después de mayo he ido cogiendo poco a poco más juego en la cancha para disfrutar un poco. Estoy entrenando para llegar en las mejores condiciones y espero amoldarme lo mejor posible a las circunstancias de los profesionales. A ver qué tal me va.

¿Cómo han sido las sensaciones en los entrenamientos de estas últimas semanas?

-En los últimos entrenamientos me he encontrado a gusto. He entrenado bien, pero más en plan técnico, sin forzar demasiado. Sobre todo, esta semana he estado sin meter mucha carga.

¿Y cómo se está encontrando personalmente?

-La gente me está ayudando muchísimo. Tengo muchas llamadas y mensajes. Es de agradecer. Todavía no voy sintiendo nervios, pero sí que tengo esas dudas de cómo voy a estar en el Adarraga el domingo. Los nervios llegarán ese día, antes de salir. Espero que no me pasen una mala pasada, soltarme y que pueda hacer mi juego.

¿Es de los que se pone nervioso en situaciones de ese estilo?

-La verdad es que soy nervioso. Casi nunca he tenido problemas de presión, pero sí que me suelo poner nervioso. Espero que en este partido no sea así.

Es un encuentro para disfrutar.

-Es lo que me dice todo el mundo. Yo es lo que pienso, pero en el frontón lo que piensas es en hacerlo lo mejor posible. No es un partido de competición, es cierto, pero quieres dar todo lo que tienes dentro. Espero disfrutar, porque eso quiere decir que las cosas me están saliendo bien.

Buena época para debutar, porque en verano salen más partidos, ¿no?

-Sin duda. Es de las mejores, porque es cuando más festivales hay, menos presión tienes, hace buen tiempo, calientas antes y las manos sufren menos. Si las manos responden, espero tener continuidad.

Comentaba antes que ha tenido unos problemas en uno de sus dedos hace poco. ¿Suele sufrir mucho de manos?

-No. Sí que es verdad que lesiones pequeñas sí que tenemos, pero nunca he estado parado mucho tiempo por las manos. Sin embargo, este año desde febrero hasta mayo las manos se me quedaron blandas. Ahora parece que están bien.

¿Qué objetivo tiene?

-Lo principal es amoldarme a la categoría lo antes posible y seguir mejorando día a día. Trabajar duro. Sin prisa.

¿Lo que más vértigo le da es la velocidad?

-Que defienden mucho, cada tanto hay que trabajarlo un montón. Defienden más de lo que parece.

¿Cómo se define?

-Siempre digo que no me gusta definirme como pelotari, que la gente se acerque al frontón y decida si juego de una manera o de otra. Lo que puedo hacer es mejorar día a día para seguir disfrutando.