El Irudek Bidasoa Irun arranca este sábado una nueva temporada y lo vuelve hacer en Europa con todo lo que eso supone: tanto que será la 18ª temporada en la que el escudo dorado y azul paseará por el Viejo Continente. Con el objetivo de que también luzca en la fase de grupos de la EHF European League, el conjunto que entrena Álex Mozas se enfrenta a un incierto ABC de Braga, un histórico del balonmano portugués que es el rival contra el que más veces han jugado los guipuzcoanos en Europa. Contrincante pintiparado para una fecha señalada en Artaleku: el partido número 150 en la trayectoria europea.
Gagny: empate y turbulencias
El 5 de octubre de 1987 el Bidasoa debutó en Europa después de ganar el año anterior su primera liga. Lo hizo contra el Gagny cerca de París, donde empató a 21. La victoria 19-14 en la vuelta fue suficiente para acceder a octavos de final y dejar atrás un partido de mucha tensión política. Ante posibles protestas del público independentista contra el equipo francés, el entonces gobernador civil, José Ramón Goñi Tirapu, prohibió vender entradas. Partido de máxima expectación, pero al recién estrenado pabellón solo pudieron acudir los socios. Dirigentes como el diputado foral de Cultura José Luis Tellería y el secretario general de EA, Inaxio Oliveri, optaron por marcharse de Artaleku como protesta.
Primera andadura, gran andadura
En una Copa de Europa en la que solo había lugar para los campeones de Liga de cada país, el Bidasoa (sería la actual Champions a partir de 1994), ya con el apoyo de Elgorriaga, no tuvo que esperar mucho para llegar a fases avanzadas. Esa misma temporada llegó a semifinales de la máxima competición, donde cayó en la ida 22-7 en otro partido que pasó a la historia de los guipuzcoanos por lo doloroso que fue. En aquel Tusem Essen alguien ojeó a un tal Alfred Gislason...
Primera final: Augsburgo
El astro islandés, grande en Irun, Magdeburgo y Kiel, entre otros, es el actual seleccionador de Alemania, y sufrió en sus carnes ya como bidasotarra el atropello que sufrió el Bidasoa en su tercera participación europea. Con una final a ida y vuelta, viajó a Augsburgo con un 20-15 a favor que parecía suficiente para derrotar al Milbersthofen. “El Barcelona acaba de ganar hoy la Copa de Europa, ¿no pensaréis que van a ganar dos equipos españoles, no?”, le advirtió un alto jerarca alemán al entonces presidente Beñardo García en la cena oficial de la víspera. Le sonó a una majadería impropia de un mínimo decoro entre clubes, pero esas palabras adquirieron todo el sentido con la actuación de los alemanes y de los colegiados eslovenos Stefan Jug y el recientemente fallecido Herbert Jeglič. El equipo de Juantxo Villarreal, a punto de convertirse en el primer equipo vasco campeón de una competición continental, se quedó a las puertas (24-17): cuando iba a acceder, le empujaron del Olimpo de malas maneras y cerraron el acceso de un doloroso portazo.
Un gol tres veces: Irun, capital de Europa
Hay quien dice que en aquel rejonazo se empezó a construir el equipo campeón de Europa. Entremedias hubo alguna temporada sin billete continental, pero las oficinas del club irundarra, con Beñardo García al frente, mantuvieron rumbo invariable. Así, en verano de 1994 coincidieron en la plantilla balonmanistas como el eibarrés Aitor Etxaburu, el navarro Iñaki Ordóñez, el maño Fernando Bolea, el sueco Tomas Svensson, el ruso Oleg Kisselev o el entonces yugoslavo Nenad Perunicic, que en el partido ante el Vitrolles (19-20) tuvo que lanzar una falta a tiempo parado hasta tres veces. Marcó las tres.
La Copa de Europa no era el objetivo, pero fue una inolvidable consecuencia para aquel Elgorriaga Bidasoa. Más por las formas de conseguirlo: el inesperado 30-20 logrado en Irun ante el poderosísimo Badel Zagreb se le sumó una vuelta en el Dom Sportova ante 14.000 espectadores. Muchos de ellos ultras de una sociedad en guerra: días después del partido, Zagreb fue bombardeada en plena Guerra de los Balcanes. Ni el Athletic de 1977, ni la Real de 1983, ni el Baskonia: seis años después de lo que tenía que haber sido en Augsburgo, el Bidasoa se convertía en el primer equipo de Euskal Herria en ganar un título europeo. Más aún: de la Champions League.
Adiós a la Década Gloriosa
La Recopa que Elgorriaga Bidasoa consiguió en el último año del patrocinio chocolatero en Hungría puso fin a la gran década que arrancó en 1987 junto a la II Supercopa Europea que tuvo Artaleku como sede en homenaje a Juantxo Villarreal. Desde entonces, el equipo guipuzcoano disputó Europa tres temporadas, con una semifinal de la Copa EHF, hasta su descenso. Aquel 2007 cerró un ciclo que se volvió a abrir en 2019…
Redondo aniversario
Cuando se cumplían 25 años de la Copa de Europa de Zagreb, el Bidasoa Irun quedó subcampeón de Liga y la EHF aceptó su solicitud para la Champions League. En aquella fase de grupos, en el encuentro de Lisboa, cumplió el partido 100 en el Viejo Continente. La vuelta de aquel compromiso en Irun dejó uno de los grandes goles de la historia del Bidasoa: el del zumaiarra Kauldi Odriozola sobre la bocina para sellar el liderato de grupo...
Volar tras la pandemia
El parón que provocó la pandemia supone que el Irudek Bidasoa Irun lleve un partido menos de los que debería a estas alturas: suspendida la ida por positivos en el PAUC, la eliminatoria del verano de 2022 contra el equipo francés se jugó a partido único (30-25 en Irun). Por eso se descuadra la cuenta. Fue en la EHF European League, competición de cabecera del equipo guipuzcoano. En ella eliminó contra pronóstico al nuevo rico noruego, el Kolstad, y en ella se ha quedado esta última temporada a las puertas de la Final Four contra Melsungen, mejor resultado en la competición desde 2007.
Cinco veces ABC Braga
Esta próxima eliminatoria contra el Académico de Braga, subcampeón de Europa contra el Teka en 1994, será además una forma de honrar la propia historia europea del Bidasoa: el conjunto del norte de Portugal es el rival que más ocasiones se ha cruzado en la historia europea del equipo guipuzcoano: cuatro. Lo hizo en la Recopa de 1990/1991; en la fase de grupos de semifinales de la Champions 1995/1996; y sendas eliminatorias de la Copa EHF de la 2005/2006 y la temporada siguiente. Otros dos históricos del balonmano continental completan el trío de rivales: el Veszprém húngaro y el actual Wisla Plock, con tres ocasiones cada uno.
58 rivales, 23 países
Ser aficionado del Bidasoa es una buena manera de aprender geografía europea: en estas 18 participaciones, el equipo guipuzcoano ha jugado contra 58 rivales de 23 países. Alemania (12 eliminatorias), Portugal (esta semana será la novena ocasión) y Polonia (6) copan un listado que cierran con un solo enfrentamiento Bielorrusia e Islandia (aunque ambas eliminatorias se disputaron íntegras en Irun), Rusia, Estonia y Finlandia.
Los tiempos han cambiado: pese a que el Tusem Essen de 1988 o el Magdeburgo de 2001 eran equipos en teoría superiores al Bidasoa de cada época (y así lo demostraban en los partidos de Alemania), todos los equipos alemanes perdían en Artaleku: Tusem Essen, Milbertshofen, THW Kiel, Niederwürzbach, Magdeburgo y Gummersbach. Hasta que Füchse Berlin rompió la estadística en 2022.